jueves, 6 de enero de 2011

Madaba, Pequeña Petra y Wadi Rum


Madaba, al sur de Amman, a unos 30 km, donde pudimos ver el mosaico bizantino del siglo VI, que cubre el pavimento de la iglesia de San Jorge y representa el mapa de Palestina y Jordania. Formado por dos millones de teselas. Nos muestra como era Jerusalén en tiempos de los basileos


Monte Nebo, en la parte oriental del Mar Muerto. Aquí terminó la épica vida de Moisés sin poder entrar a la tierra prometida que se divisaba a lo lejos, aunque para nosotros fue complicado intuir el horizonte. Primero por coincidir con un nutrido grupo de orientales que acaparaban el mirador; y por la calima.

Kerak, a mitad de camino entre Amman y Petra. Castillo a mil metros de altura, construido por los cruzados y reconstruido por los árabes. Vasta panorámica desde el Mar Muerto al Valle del Jordán.






Pequeña Petra, un lugar mágico donde habitaron los Nabateos: sus tumbas, cauces del agua, estancias de reuniones, debates y acuerdos comerciales. Colores de las rocas que invitan a soñar, bajo las primeras luces del día.




Wadi Rum que recorremos en unos vehículos destartalados, a toda velocidad y con un conductor muy tocado por los rayos solares o los vientos del desierto. Experiencia muy divertida y un deleite para los sentidos, el color de la arena, el azul intenso del cielo. Acabamos en un chiringuito preparado para los turistas donde puedes comprar y regatear. Y donde mi pelo rojo triunfó.





HACE UN AÑO Y UN DÍA: Papel de regalo

HACE UN AÑO: King – John Berger

6 comentarios:

Kashtanka dijo...

Pues sì, los colores en vivo y en directo del paiiasaje debìan ser una maravilla, por suerte, nos dejas verlo también con tus fotos.
Tienes el pelo rojo? jeje...fueron muchos los piropos en el chiringuito??

Abrazo!!

LU dijo...

Kashtanka, las fotos reflejan una pequeña parte, pero dan una buena idea de lo que allí pude ver y admirar. La arena del desierto y ese cielo azul, qué delicia!!!!

Mi pelo real es castaño, pero ya desde hace años me lo tiño de diferentes tonos rojizos. Y en el tenderete del beduino, se quedó totalmente prendado de mi pelo, dispuesto a ofrecerme lo que yo quisiera a cambio de mi pelo (todavía dudo si se refería a un mechoncito insignificante o toda mi hermosa cabellera). Nos reimos mucho porque allí mis compañeros y amigos, estaban muy dispuestos a raparme a cambio de un pañuelo tipo palestina. En fin…

Biquiños

Pepe del Montgó dijo...

Me parece que hicimos el mismo recorrido, y no me extraña porque Jordania hay que verla de esa manera, con un guía si no quieres perderte nada. Hasta la duna a la que subí, antes o después de ver unas pinturas rupestres, es la que pones en la foto. Hace ya bastante tiempo que estuve pero recuerdo el viaje como uno de los mejores que he hecho. Saludos

Jack dijo...

Viendo esas fotos parece que va a salir Lawrence de Arabia de un momento a otro. Preciosas

LU dijo...

Pepe, por lo que pude comprobar antes de elegir este itinerario, todos los tour operadores hacían lo mismo, o casi. La decisión se basó en el consejo de la chica de la agencia en base al buen funcionamiento del operador, muy recomendable, por cierto (club 5 estrellas). Aunque después, y en mi opinión, hay cosas que yo no haría, por ejemplo ir a Aqaba, son un montón de kilómetros y en nuestro caso no lo aprovechamos en absoluto. Eso es lo que peor llevo de lo organizado, ese febril empeño de verlo todo en poco tiempo.

A mi también me pareció un viaje estupendo, sobre todo por los dos lugares que me quedan por comentar.

Biquiños

LU dijo...

Jack, por ahí anduvo Lawrence, efectivamente. Estos enclaves serían ideales para muchas películas. En Petra se rodó una de las aventuras de Indiana Jones, y en este desierto Lawrence de Arabia y uno de los episodios de Transformners. Seguro que hay más.