domingo, 29 de julio de 2018

Las hijas del capitán + El color de la granada + Los Duques de Monterrey


Las hijas del capitán

Nueva York, 1936. La pequeña casa de comidas El Capitán arranca su andadura en la calle 14, uno de los enclaves de la colonia española que por entonces residía en la ciudad. La muerte accidental de su dueño, Emilio Arenas, obliga a sus hijas veinteañeras a asumir las riendas del negocio mientras en los tribunales se resuelve el cobro de una prometedora indemnización. Abatidas y acosadas por la urgente necesidad de sobrevivir, se abrirán paso entre rascacielos, compatriotas, adversidades y amores, decididas a convertir un sueño en realidad.

Nº de páginas: 624 págs.
Editorial: PLANETA, Barcelona 2018
ISBN: 9788408189985

Es el primer libro de esta autora que leo, y supongo que el último. El argumento era atrayente, el resultado tedioso y extenso. Cae una y otra vez en reiteraciones, de situaciones y de palabras (arrebatadas). Demasiado folletín, incluso para días de verano y lecturas intrascendentes.

El color de la granada


Biografía del trovador y poeta armenio del siglo XVIII Sayat Nova. En lugar de hacer una narración lineal, el director se encarga de realizar una serie de cuadros vivientes que representan episodios importantes de la vida del poeta en clave simbólica: su infancia, su juventud, su entrada a un monasterio, o su enfrentamiento con el ángel de la muerte. Estos capítulos están desarrollados a partir de fragmentos de sus obras, los cuales aparecen en intertítulos o se escuchan mediante una voz en off.


Surrealismo y experimentación, obra de culto. La he visto en intervalos de 15 minutos. Creo que no he entendido casi nada del simbolismo. 


Título original Sayat Nova. Dirección y guion Sergei Parajanov. Música Tigran Mansuryan. Fotografía Suren Shakhbazyan. Reparto Sofiko ChiaureliMelkon AleksanyanVilen GalstyanGiorgi Gegechkori,Spartak BagashviliMedea DjaparidzeHovhannes MinasyanOnik Minasyan. Unión Soviética 1969, 79 min.


Los Duques de Monterrey con sus rancheras en horario vermut. Conciertos de verano.



sábado, 21 de julio de 2018

Los perros duros no bailan + Plástico + Quédate este día y esta noche conmigo + Farolas + Frankie Cosdmos

Los perros duros no bailan

Hace días que en el Abrevadero de Margot, donde se reúnen los chuchos del barrio, nada se sabe de Teo y de Boris el Guapo. Sus colegas presienten que detrás de su desaparición hay algo oscuro, siniestro, que los mantiene alerta. Lo ocurrido no puede ser nada bueno; lo sospechan todos y lo sabe su amigo el Negro, luchador retirado con cicatrices en el hocico y en la memoria. Para él es cuestión de instinto, de experiencia sobreviviendo en las situaciones más difíciles. Eso lo lleva a emprender un peligroso viaje al pasado, en busca de sus amigos.

En esta asombrosa novela negra, divertida, tierna y sobrecogedora de principio a fin, Arturo Pérez-Reverte narra con increíble maestría la aventura de un perro en un mundo diferente al de los humanos, donde rigen las mejores reglas -lealtad, inteligencia y compañerismo- y están desterradas toda corrección política o convención social. Un mundo en el que a veces hay clemencia para los inocentes. Y justicia para los culpables.

Nº de páginas: 168 págs.
Editorial: ALFAGUARA, 2018
ISBN: 9788420432694

Lealtad a sus dueños. Perros de pelea. Libertad y venganza.

Me ha sorprendido. Se lee de una sentada. Recomendable para amantes de los perros, defensores de sus cualidades y leales a estos compañeros de cuatro patas.

Cóctel de estilos. Revuelto de emociones, acción y sentimientos. El lado más suave de Pérez Reverte, no exento de lectura entre líneas.

«Nací mestizo, cruce de mastín español y fila brasileña. Cuando cachorro tuve uno de esos nombres tiernos y ridículos que se les ponen a los perrillos recién nacidos, pero de aquello pasó demasiado tiempo. Lo he olvidado. Desde hace mucho todos me llaman Negro.»


Mi nueva bolsa para la compra, multiusos. Rescatada de uno de tantos rincones donde guardo objetos nunca estrenados.

Desacuerdo con normas que por unos céntimos venden la mentira e hipocresía. Paga y deja aquí tu compromiso medioambiental. Olvida esas imágenes de océanos vertederos de residuos. Olvida esas cifras escandalosas de muertes causadas a animales por ingesta de plásticos. Tiempo estimado de degradación, 150 años.

Quédate este día y esta noche conmigo

Esta es la historia de Mateo y Olga, y es una solicitud de trabajo que tiene a Google por destinatario. Es también la confesión de quien ha de valorar la propuesta. A Mateo, interesado por los robots, le obsesiona averiguar si el mérito debe ser desterrado de las relaciones humanas. Olga, matemática y empresaria retirada, cree que los modelos estadísticos son narraciones y que la probabilidad es una forma más precisa de nombrar el acto de ser libre.


Podría ser una historia de amor en la medida en que el encuentro, el diálogo y el deseo de oír la voz del otro construyen un relato común. Y porque, como en las historias de amor, ese encuentro alberga el desencuentro de dos formas distintas de ser y estar en el mundo.

Nº de páginas: 192 págs.
Editorial: LITERATURA RANDOM HOUSE, 2017
ISBN: 9788439733089

Inteligencia artificial. Universidad de la singularidad. Previsiones.

A ratos me ha costado seguir el hilo. La portada es maravillosa. Me quedo con otros textos de esta autora.

¿Qué es merecer?

Los datos no siempre son información. Y la información a veces no contiene el valor que le da cada sujeto.

A veces algunas personas han sido demasiado destruidas.


La protagonista del libro que estoy leyendo apaga las farolas a su paso. Curiosos poderes.
Entre sus páginas suena una canción de Shout Out Louds. Dos frases de un tema de Smiths.

En nuestro paseo nos hemos encontrado con una farola que alguien en mi ciudad ha decorado.
En mis auriculares suena el último disco de Frankie Cosmos.




miércoles, 18 de julio de 2018

MadCool 2018


Confirmada la presencia de Peral Jam, unos días después salen a la venta las entradas, y con más de 7 meses de antelación, marcadas las fechas en el calendario para el verano.

Nervios anticipatorios. Muchas ganas e incertidumbre. Noches inquietas. Había llegado mi primer corte vacacional.




Jornada de viaje. Bus al aeropuerto, vuelo rumbo a la capital, metro, tren a Segovia y coche. ¿Alguien da más?

Un fuerte abrazo de bienvenida. Un paseo por la ciudad, unos vinos, unas cañas y conversaciones personales, y de las de arreglar el planeta. Con un mundo un poquito mejor y cansancio acumulado tocaba dormir que al día siguiente empezada el gran acontecimiento.



Resumen de mi festival.

En esta entrada voy a omitir detalles relacionados con el desastre organizativo que provocó un acceso casi imposible al recinto, no llegar a uno de los conciertos más ansiados y, una vez dentro, no saber si llorar o gritar de rabia e impotencia. El reencuentro con amigos y unas cervezas frías nos pusieron en marcha.


Tocaban Fleet Foxes en el escenario principal. En casa los escucho y me gustan. Allí no me decían nada. Poco público, escasa conexión. Tame Impala, luces y sonido hipnóticos. No los suelo escuchar y me quedé atrapada. Directo espectacular.


Yo La Tengo fue el detonante, el impulso. Infalibles, llenos de magia una vez más. Siguen estando en plena forma. Adorables, emotivos. Ahora sí, empezando de verdad.




Rumores de problemas vocales, precedidos de una cancelación. Pearl Jam nos hicieron soñar durante dos horas. Amor incondicional por Eddie, sus palabras, su compromiso, su estar en el escenario, su increíble poderío, sus ganas. Grupo espectacular. 25 canciones memorables (el número lo he sacado de la prensa). Ya había merecido la pena todo. Cierto que yo hubiera preferido algo más íntimo, con unas cuantas personas menos, pero, es lo que toca en un festival con 80 0000 asistentes, que parecían haberse reunido allí mismo.



La segunda jornada comienza suave. Real Estate, delicados. Snow Patrol, para un ratito, bien. Ben Howard con calidad y algún problema de sonido. Final de Jack White, con fuerza. Artic Monkeys, postureo medido al milímetro. Plano sin aristas, aburrido. Nos vamos. Paul Kalkbrenner nos pone en órbita, bailando, una locura. Alice in Chains, es que nunca me hicieron ni pizca de gracia. Guitarras de otros tiempos. Franz Ferdinand, anclados en lo mismo de lo mismo. 



Tampoco me pararé con la escandalosa cancelación de Massive Attack mientras esperábamos sin información de ningún tipo.

Último día. Kaleo me sorprende. Frankie Cosmos, temas de dos minutos directos, muy ilusionados, muy muy jóvenes. Bonito de verdad. Jack Johnson, regalando dosis de felicidad, de buen rollo. Entrañable. Esperando, de fondo Queens of Stone Age. Qué larga se hace una actuación cuando no te gusta…




Depeche Mode. Fans rendidos antes de empezar. Recorrido al pasado, a sonidos familiares, a canciones recuperadas de casi el olvido. Dave comiéndose la cámara y demostrando que está en plena forma.


Y el broche final, uno de esos momentos que te eleva. Future Islands, les tenía tantas ganas. Se me habían escapado unas cuantas veces y al fin había llegado el momento. Con altísimas expectativas, superadas por completo. De principio a fin, uno de esos conciertos para colocar en lo alto de mi pódium musical. Euforia, felicidad, cantando, bailando, disfrutado como una enana. Grandes, grandes. Qué voz, qué energía. Apoteósico. Subidón.





Despedida emotiva. Días intensos. Una experiencia para recordar, para sentir.

Madrugar, ojeras profundas. Deseos de ser teletransportada a Vigo. Retraso en el vuelo, turbulencias. Bus del aeropuerto con un conductor de instinto asesino. Una mañana triste, excesiva. Mi sofá, mi casa. Tarde marmota.

Pilas cargadas. Qué bien me ha sentado. Y lo mejor es que de aquí ha salido una gran amistad y planes, muchos planes por venir.



NOTA – Las imágenes desde la distancia son mías. Los primeros planos, no.

domingo, 8 de julio de 2018

Apuesta al futuro





El dado dicta sus normas, al azar: 1, X, 2. Voz infantil, firme. Nada de dejarlo en manos de un cubito con números y letras. Preferencias que no admiten debate, ni discusión. Ciudades costeras, de nombres llamativos. Celta y Barcelona a la cabeza.

Mi padre se reía, a ratos se burlaba. Trataba de explicarme las nulas posibilidades de algunas de mis decisiones. Yo nunca cedía, confiaba en mis posibilidades. Terquedad rotunda. Sin demasiados riesgos, el importe de la quiniela no salía de mi hucha.

Toda una proeza lograr el mayor número de aciertos. La suerte era esquiva y caprichosa. Los equipos se empeñaban en destrozar estadísticas. Y ahí era donde mis hazañas se forjaban. Daba en el clavo de lo absurdo e impensable, fallando lo razonable y previsible. A veces era la campeona absoluta en nuestro peculiar ranking paterno-filial.

Si las cifras no superaban los 5 o 6 resultados a mi favor, improvisaba cualquier excusa para desviar la atención hacia terrenos menos resbaladizos. Aproximarse al pleno de errores era motivo de fuertes carcajadas y acaloradas disputas. No era tan sencillo, o ésa era al menos mi fervorosa defensa de la apabullante catástrofe. Reclamaba con vehemencia justicia ante tamaña afrenta, lejos de aplausos y reconocimiento.

Proezas de semejante envergadura permanecían ocultas, engrosando la lista de secretos familiares. No era necesario compartir intimidades de tal calibre.

Insistíamos. Cada semana, representaba una nueva oportunidad de alcanzar la riqueza. No perdíamos demasiado tiempo especulando qué haríamos con los millones. Disfrutábamos soñando quimeras.


La constancia no siempre tiene premio remunerado. Las risas recaudadas superaban con creces las expectativas de triunfo y gloria.

Asumida mi condición de eterna aspirante, aquel domingo por la noche, el locutor más gritón de las ondas radiofónicas, narraba la letanía de goles, lesiones y variantes en la clasificación. Bolígrafo rojo para dejar constancia en forma de círculos sobre las casillas discordantes. La tranquilidad de mi padre se va resquebrajando. Le observo, mostrando indiferencia ante lo que supongo una de sus tretas para engañarme. No lo va a conseguir, le conozco demasiado bien.

Incredulidad, ojos abiertos de dimensiones estelares. Para que luego digan los supersticiosos, el 13 es la máxima representación del optimismo.

Han pasado muchos años. Atrás queda aquella complicidad. Soy incapaz de recordar la cifra exacta en pesetas de mi gran heroicidad; ni la inversión inmediata al recibir el dinero en metálico, previa presentación de papeleta sellada.

No me he aficionado al futbol. Con el transcurso del tiempo he ido perdiendo interés. Ya no sabría poner nombre a más de tres jugadores del club local.

Ovillada en el sofá, he escuchado los gritos de mi vecino, al otro lado de la pared. El Madrid acaba de marcar un gol en la final de la Liga de Campeones. Y me he acordado de él, de lo mucho que se enfadaba con árbitros, con jugadores expertos en teatralizar caídas en el área. Pasión que cegaba cualquier atisbo de objetividad. Insultos expresados por ese hombre reposado que se transformaba por completo.

Se sentiría muy orgulloso de mi hijo, ese niño delicado que con un balón a sus pies provoca euforia en las gradas.  Ese pequeño renacuajo capaz de sobrepasar con un salto a la defensa más compacta. Ese pícaro de piernas ágiles. El nieto que quiere ser Iniesta, bailarín de danza clásica, o ambas cosas a la vez.

  

Escrito para #historiasdefútbol.


martes, 3 de julio de 2018

El amor es extraño + Correo Literario + Pearl Jam

El amor es extraño


Cuando en 2011 se legaliza en Nueva York el matrimonio homosexual, Ben y George, que llevan 39 años juntos, deciden casarse. Poco después, despiden a George sin explicación alguna de la escuela católica donde enseñaba música, y pierden su piso en Chelsea. Una pareja gay de policías acoge a George, y Ben se va a vivir a casa de su sobrino, en Brooklyn. El verse obligados a vivir en casas ajenas, el esfuerzo por ser amables o la preocupación por un futuro incierto son motivos de estrés para todos.


Un precioso canto al amor, a la pareja. Delicada y elegante. Transmite belleza y serenidad.


Maravillosos los dos actores protagonistas. Una historia pequeña, sin pretensiones. Convivencia e hipocresía social.

A veces cuando vives con gente acabas conociéndola más de lo deseable.


Título original Love is Strange. Dirección Ira Sachs. Guion Ira Sachs, Mauricio Zacharias. Fotografía Christos Voudouris. Reparto John LithgowAlfred MolinaMarisa TomeiCharlie TahanCheyenne Jackson,Tatyana ZbirovskayaOlya ZuevaJason StuartDarren E. Burrows,Harriet Sansom HarrisManny PerezChristina KirkJohn CullumEric Tabach,Tank BurtDaphne GainesChristopher KingMaryann UrbanoDavid Bell. EE UU 2014, 92 min.

Correo Literario


Szymborska, tan reacia a hablar de su poesía, llevó durante años en la revista Vida literaria lo que podríamos denominar un «consultorio de escritores», en el que entre líneas, y con esa fina ironía presente en toda su obra, podemos entrever su particular concepto de la literatura.

Nº de páginas: 128 págs.
Editorial: NORDICA, Madrid 2018
ISBN: 9788417281182
Traductor: ABEL ANTOLÍN MURCIA SORIANO

Hace poco asistí a la presentación de un libro, y el autor aseguraba rotundo que se decide a publicar tras la insistencia y el impulso de quienes le leen y le aprecian. Principiante y recién jubilado de otras obligaciones.

Y ahora me encuentro con el extremo opuesto. Szymborska anima a seguir practicando en círculos reducidos y no salirse de ahí a los pseudo-escritores llenos de ilusiones y carentes de calidad. Demoledora en sus críticas. ¿Qué hacer entonces?

La poesía es un diario escrito por un animal marino que vive en la tierra y que quiere volar por los aires.

"Mi novio dice que soy demasiado guapa para escribir buena poesía. ¿Qué piensan de los poemas que adjunto?" Creemos que es usted, efectivamente, una chica muy guapa.

Es fundamental cambiar de bolígrafo. El que usted usa comete muchas faltas. Seguro que es extranjero.

Cualquier cosa en este mundo se desgasta con el uso, excepto las reglas gramaticales. Utilícelas sin miedo, hay suficientes para todos.


Suenan Pearl Jam en directo. Tengo muchas ganas de conciertos, muchas.