En la mitad de la vida
Kieran Setiya
Sinopsis: Más tarde o más temprano surgen en nuestra vida una serie de interrogantes a los que no es fácil dar respuesta. ¿Cómo reconciliarnos con las vidas que no hemos podido vivir, con los caminos que no tomamos, con la nostalgia del pasado? ¿Cómo aceptar nuestros fracasos, la futilidad de las tareas que consumen nuestro presente o la propia mortalidad? La mayor parte de la gente empieza a plantearse estas cuestiones cuando más o menos ha llegado a la mitad de su vida, cuando la juventud está todavía cerca pero puede otear ya la muerte al final del trayecto.
Kieran Setiya, profesor de filosofía en el MIT, para afrontar los retos de la vida adulta y la madurez nos propone un paseo–de Aristóteles a Schopenhauer, de Virginia Woolf a Simone de Beauvoir–por distintas obras filosóficas y literarias que nos ayudan a entender qué es la crisis de la mediana edad y cómo podemos hacerle frente.
Un libro que, «no es solo para quienes se encuentran en la mediana edad, sino para cualquiera que esté lidiando con la irreversibilidad del tiempo».
Nº de páginas: 216. Editorial: Libros del Asteroide, Barcelona 2019. Traducción: Ramón González Férriz
Una de esas lecturas que nos plantea cuestiones por las que, de una manera u otra, todos pasamos.
Centrándome en las conclusiones que se recogen al final del libro, le dediqué una publicación práctica en el blog profesional. Puedes leerla íntegra AQUÍ.
Fragmentos seleccionados
Añorar por adelantado como escribe Nora Efron: 'todo lo que a los 35 años te parecía mal de tu cuerpo lo añorarás a los 45". El método de la nostalgia proléctica: imagina cómo te sentirás acerca de la cara en el espejo, el cuerpo que habitas hoy, cuando mires atrás dentro de diez o veinte años. Podría ser y será peor.
La mediana edad no solo es perderte cosas en otras vidas sino en el significado de la vida presente, al no tenerlas ya como opciones.
Emocionalmente, hay una diferencia fundamental entre saber que me perderé algo bueno y saber el qué, saber que no lograré todas mis ambiciones y saber cuáles.
Yo sugiero que la nostalgia por las alternativas perdidas se distorsiona a posteriori. Al mirar atrás desde un lugar de relativa estabilidad, proyecto en mi juventud un grado de confianza que surge cuando se tiene una identidad más o menos segura.
Una manera sencilla de no arrepentirte de tus errores es hacer que las cosas salgan mejor de lo que esperabas.
Cuando miras atrás en tu vida no hay ningún riesgo.
Mantenerse
ocupado es una gran evasión; pero trata el síntoma, no la
causa.
Quiero preocuparme igual o más por el proceso de
escritura y de pensar en la filosofía que por escribir este libro.
Pero cuando trabajo en él, me centro en los diferentes pasos graduales en que lo escribiré. Me intereso en un problema de escritura, en cómo solucionar un argumento o terminar una sección, en un artículo que debería leer. La concentración en los proyectos amenaza con oscurecer la belleza del proceso.
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