lunes, 29 de julio de 2024

El murmullo del agua de María Belmonte

 El murmullo del agua

Fuentes, jardines y divinidades acuáticas

María Belmonte


Lecturas pausadas. Prosa evocadora y elegante, impregnada de belleza. Despierta las ganas de detenerse ante una fuente, observar, sentir y dejarse llevar por ese arrullo.

Reconozco que algunas partes me han resultado densas. Me cuesta seguir tanta erudición. Ideal para acompañar a un viaje a Roma y mirar de forma profunda.

Ayer leía esto y creo que podría ser parte del libro, o de un cuaderno de notas. «Mi verso brota de manantial sereno». Antonio Machado.

Selección de fragmentos

Las fuentes cantan y nos hablan directamente al subconsciente. Son paisajes sonoros, musicales. Junto a ellas escuchamos la música de la vida que bulle a su alrededor. Cuanto más las frecuento, más me asombran. El agua que mana de ellas primero cayó en forma de lluvia en la cima de las montañas, fue penetrando a través de grietas y fisuras para emprender su largo viaje por las venas del mundo subterráneo hasta brotar aquí, en la fuente, donde sale gorgoteando, borboteando, salpicando con estruendo o con suavidad. De la nube de la que descendió iniciará ahora su viaje hacia el mar. Si la acompañamos cuando se ha transformado en arroyo y prestamos atención, el oído podrá distinguir hasta una decena de notas distintas en su música.

Junto a una fuente uno tiende a dejar de pensar en los problemas cotidianos y a concentrarse en lo más cercano, en el murmullo de las ramas de los árboles que se balancean por encima de ti, en el zumbido de los insectos, en el canto de las aves. Una fuente, como la meditación, te invita a vaciar la mente o a pensar "en pequeño". A dejar que tus pensamientos fluyan como un canto rodado arrastrado por la corriente de un arroyo.

Hay una palabra inuit, ilira, que significa "sensación de miedo o temor reverencial ante ciertos aspectos de la naturaleza" y nos devuelve a los humanos a nuestra condición de invitados en el planeta. Recuerdo esa sensación al contemplar el nacimiento de algunos ríos por la violencia con la que el agua brotaba de una cavidad de la roca, formando desde su comienzo un impetuoso caudal que lo arrastraba todo.

Aunque tendemos a pensar que un lugar nos afecta más cuando estamos inmersos en él, cuando podemos verlo, sentirlo y tocarlo, también están los que permanecen en nuestra memoria de forma indeleble por muy lejos que nos encontremos de ellos.

El viaje es la posibilidad ofrecida a todos de acceder a lugares que ya no existen. Roberto Calasso.

El agua nos tranquiliza y al mismo tiempo nos llena de vida y de júbilo; junto a ella nos sentimos a salvo.

La costumbre de arrojar monedas a una fuente era tan corriente en la Antigüedad como lo es en nuestros días, si bien entonces eran una ofrenda en agradecimiento por disfrutar de buena salud o haberla recuperado tras una enfermedad.

Perderse,... una rendición placentera, como si quedaras envuelto en unos brazos, embelesado, absolutamente absorto en el presente, de tal forma que todo lo demás se desdibuja. Walter Benjamin.

Una hoja de hierba no es menos que la trayectoria de las estrellas. Walt Whitman.

Stefano Russomanno: escuchar durante largo tiempo el fluir ininterrumpido del agua me depura como si ese sonido tuviera la facultad de arrastrar consigo miss escorias interiores y me hiciera flotar libremente.

Poul Rasal Skovgaard se dedicó durante años a grabar la voz de los ríos de Escandinavia. Sus discos son setenta y cinco minutos seguidos de agua fluyendo de manera ininterrumpida, sin cortes, sin adición, sin sonidos añadidos. (Sorpresa monumental al no encontrar ninguna de sus grabaciones en internet).

Sinopsis: En este extraordinario relato, María Belmonte nos propone un viaje a través de los siglos para explorar el poder del agua y las fuentes desde las perspectivas más evocadoras. De su mano recorremos cautivadores lugares míticos, materiales e históricos, que la autora describe con su prosa vivaz y caudalosa. Una sugerente y hermosa invitación a pensar sobre el sentido de este bien tan preciado y escaso que es el agua.

Editorial Acantilado, 2024. Número de páginas: 208, Extracto del libro

Música del mes de julio.




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