lunes, 3 de noviembre de 2025

Trilogía de Jon Fosse: mucho más que un libro

Mañana este blog está de cumpleaños y voy a iniciar la semana con una publicación muy especial. Retrocedo a enero de 2025. Abría el año con el mismo autor que el anterior: Jon Fosse. En esta entrada hablaré del libro, de cómo lo viví y sentí, y del club de lectura del Ateneo Atlántico al que acudía por primera vez. Contamos con la presencia de las editoras y, una vez más, las casualidades jugaron conmigo, y fue magnífico.


Trilogía

Jon Fosse

Empecé 2024 leyendo a Fosse (Mañana y tarde), y volvía a sus libros los primeros días de 2025. La excusa perfecta: el intercambio de impresiones en un club de lectura, al que unas semanas antes había decidido incorporarme y “probar”.

Adentrarme en este autor es una experiencia intensa, casi espiritual, meditativa, de contemplación. Necesito tranquilidad y silencio. Mejor a ratos, a sorbos.

No es sencillo resumir las sensaciones, posos, evocaciones e inquietudes que despierta. Desconcierta y perturba. Desasosiega. Angustia.

Llama la atención la sobriedad, los nombres de los personajes (semejantes, confusos).

Fragmentos con música: el sonido del violín, el hechizo frente al dolor, volar con ligereza.

El destino y cómo sobrevivir al frío, al hambre, al aislamiento. El amor, ser mujer. Adolescentes. Se entrecruza el nacimiento y la muerte, lo real, lo imaginado, los sueños, la conexión con quien ha fallecido.

Párrafos seleccionados

Y entonces vio a Asle levantarse y salir y ella se echó en la cama del sobrado y se estiró y cerró los ojos, y está muy, muy cansada y entonces ve a padre Sigvald sentado con su violín, lo ve sacar una botella y echar un buen trago y luego ve a Asle, ve sus ojos negros y su pelo negro, y se estremece porque ahí está, ahí está su muchacho, y luego ve a padre Sjgval llamarlo con la mano y Asle se acerca al padre y ella lo ve sentarse y colocarse el violín bajo la barbilla y empezar a tocar y, al instante, algo se le movió por dentro y Alida empezó a elevarse en el aire y en la música de Asle oyó el canto de su padre Aslak, y oye su propia vida y su propio futuro y sabe lo que sabe y entonces está presente en su propio futuro y todo está abierto y todo es difícil, pero ahí está la canción, una canción que debe ser lo que llaman amor, de modo que se conforma con estar presente en la música y no quiere existir en ningún otro sitio

Y Alida deslía uno de los atillos y saca las cuatro mantas que tienen y prepara una cama en la proa y se envuelve bien y luego se tiende a escuchar cómo el mar le hace cosquillas a la barca y Alida se funde con el suave cabeceo y todo es cálido y bueno en la noche fría, y levanta la vista hacia las estrellas claras y la luna resplandeciente.

Ahora empieza la vida, dice

y si alguien le preguntara a qué se debía, respondería que debía de tener que ver con el dolor, con el dolor por algo o solo con el dolor, y padre Sigvald dijo que al tocar, el dolor podía aliviarse y transformarse en vuelo, y que el vuelo podía transformarse en alegría y felicidad, y por eso había que tocar, por eso tenía que tocar él y algo de ese dolor debían de compartir también los demás y por eso había tanta gente a la que le gustaba escuchar música, así creía él que era, porque la música elevaba la existencia y le proporcionaba altura, ya fuera en bodas o funerales, o cuando la gente sencillamente se reunía para bailar y festejar, pero por qué justamente les había tocado a ellos el destino de ser músicos, eso no lo sabía padre Sigvald, claro, y no es que él hubiera tenido nunca mucho juicio ni muchas luces, pero era un músico muy aceptable desde que era muchacho,

la música siempre suena mejor cuando se hace así, cuando se calienta poco a poco, cuando se empieza desde casi nada para luego ir subiendo, desde la nada hasta lo inmenso

El destino del músico es una desgracia

Siempre fuera de casa, siempre marchándote
Despedirte de la amada y despedirte de ti mismo
Siempre entregándote a los demás
Nunca puedes estar entero en lo propio
Siempre intentas hacer enteros a los demás

hacer aquello para lo que estaban predestinados, aquello por lo que le daban dinero

Así empezó tu abuelo, a quien debes tu nombre

Mientras tocabas oí cantar a mi padre

Siempre me cantaba cuando era pequeña
Y eso es lo único que recuerdo de mi padre

y él no sabe bien qué decir, ni qué hacer, ni dónde meter las manos, ni qué hacer consigo mismo, y entonces rodea a Alida con los brazos y la aprieta contra sí y así se quedan, sintiéndose el uno al otro, y sienten que oyen lo mismo y sienten que vuelan juntos y que comparten el vuelo

Sinopsis: un libro diferente. Es hipnótico. Para Jon Fosse escribir es como rezar, y para el lector, leer Trilogía significa entrar en una profundidad desconocida. Con un lenguaje sencillo y un narrador único, Fosse nos cuenta la historia de una pareja de adolescentes que va a tener un hijo y que intenta sobrevivir sin nada en un mundo hostil.

Con esta historia entendemos qué significa la indefensión y nos hacemos conscientes de la mirada despiadada de la sociedad, pero también revivimos de forma exquisita el primer amor, la experiencia de empezar la vida. Es una obra emocional que, desde la oscuridad de una situación extrema, nos ilumina.

Más info en la web de la editorial

Título original: Trilogien. Traducción: Kirsti Baggethun, Gómez Baggethun. Editorial DeConatus, Madrid 2018. Número de páginas: 168. Tiempo de lectura: 3h 56m. Empezar a leer.

Experiencia en el club de lectura

Mi primer encuentro. Grupo de unas 20 personas. Primera parte: turnos breves para compartir impresiones. Segunda parte con la presencia de las editoras quienes aportaron datos curiosos e interesantes sobre el mundo editorial, los premios, la literatura en países nórdicos, el autor y su obra.

El premio Nobel les dio mucha visibilidad. Una gran editorial compra un día antes del fallo los derechos de ese autor. En DeConatus tienen buen ojo para fichar escritores que después reciben importantes galardones. Les ha pasado unas cuantas veces.

Entre oscuridad y hacia la luz. Uso de mayúsculas y puntuación. Fosse escucha y escribe. Dice estar en contacto con los muertos. De niño estuvo a punto de morirse. Cuando estás cerca de él, se aprecian sus temblores. Su esposa es católica, él era ateo. Acude a diario a misa; en el silencio encuentra la comunión. El valor del arte y la espiritualidad.

Citan obras destacadas de su catálogo y apunto algunas para indagar.

Participamos en un concurso que premia a los clubs de lectura, aunque meses más tarde sabremos que no ha habido suerte.

Desde la web del Ateneo Atlántico se puede acceder al resumen del evento.

Casualidades

Cuando entraron en la sala las dos editoras, lo hacía también una persona a la que conozco (amiga de mi hermana), quien desde hace tiempo me ofrecía el contacto de su hermana en una editorial de Madrid. Al principio no asocié ambas cosas y la sorpresa fue mayúscula. Además es una editorial que me encanta. Al terminar me la presentó directamente y tuve una conversación breve e intensa. Se interesó por mis textos y me entregó su tarjeta. Fue maravilloso.



No hay comentarios: