Maudie, el color de la vida
Dos personas sin vínculos afectivos en su entorno. Una familia que no considera a la mujer capaz de tener una vida autónoma, un hermano que se avergüenza y la rechaza. Encuentra una solución desesperada trabajando para un hombre arisco, violento e incapaz de empatizar, de cuidar.
Asistimos a la transformación de ambos, se va rompiendo la coraza. La casa empieza a ser un hogar.
La pintura es su refugio, donde encuentra paz y felicidad. No imagina que pueda interesar a nadie, y ante los primeros elogios se muestra desconfiada, y después entusiasmada.
Sus obras están llenas de color, de vida. Le abren una ventana a la belleza, a la libertad.
En su interior habita un sufrimiento repleto de interrogantes ante la muerte de su bebé y las consecuencias de una mentira.
Me ha encantado. Repleta de dureza y de detalles preciosos. Excelente la interpretación de los dos protagonistas. El paisaje árido, el aislamiento y la precariedad, como estilo de vida. Sin ambiciones. Aunque nos cueste comprenderlo, asegura en la recta final de su vida que fue feliz, que se sintió querida.
Sinopsis: Maud Dowley (Sally Hawkins) sueña con independizarse de su protectora familia. Everett Lewis (Ethan Hawke) es un huraño pescador local que busca asistenta. Tras ver su anuncio, Maudie no tarda en mudarse a casa de Everett para encargarse de las tareas del hogar. Pero lo que comienza siendo una difícil convivencia entre dos polos opuestos poco a poco irá transformándose en una historia de amor... Basada en hechos reales, la película cuenta la historia de la pintora canadiense Maud Lewis, de su relación con el que se convirtió en su inseparable compañero de vida, Everett Lewis, y de cómo sus sencillas pinturas llegaron a ser vistas y reconocidas por todos los rincones del país convirtiéndola en una de las artistas folk más representativas de Canadá.
Título original Maudie. Dirección Aisling Walsh, Guion Sherry White. Música Michael Timmins. Fotografía Guy Godfree. Reparto Ethan Hawke, Sally Hawkins, Kari Matchett, Gabrielle Rose, Zachary Bennett, Billy MacLellan, Marthe Bernard, Lawrence Barry, David Feehan, Mike Daly, Nik Sexton, Greg Malone, Brian Marler, Judy Hancock, Denise Sinnott. Canadá 2016, 115 min.
Es un verdadero placer empezar el año con un texto divertido, pedagógico, y muy ameno. Dos universos paralelos en conversación y en movimiento. Una aventura.
Me pregunto por qué estamos condenados a vivir como irreales los mejores momentos de la vida.
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¿Cuáles son los rasgos
principales de una especie doméstica?
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La mansedumbre, la docilidad,
la pérdida de la agresividad.
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¿Y cómo se consigue?
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Con la infantilización.
Como te dije hace poco los perros no llegan nunca a adultos, siempre son niños.
Si fueran adultos, no podrían convivir entre ellos y le disputarían
continuamente el puesto al amo.
El cerebro consume lo mismo con independencia de que pienses mucho o poco. Consume glucosa, muchísima. Las neuronas son insaciables tanto si las utilizas como si no.
Vamos de sepultura en sepultura, en busca de un epitafio que podamos hacer nuestro, y en todas aparece alguien que no olvida a alguien.
Sinopsis: Hace años que el interés por entender la vida, sus orígenes y su evolución resuena en la cabeza de Juan José Millás, de manera que se dispuso a conocer, junto a uno de los mayores especialistas de este país en la materia, Juan Luis Arsuaga, por qué somos como somos y qué nos ha llevado hasta donde estamos. La sabiduría del paleontólogo se combina en este libro con el ingenio y la mirada personal y sorprendente que tiene el escritor sobre la realidad. Porque Millás es un neandertal (o eso dice), y Arsuaga, a sus ojos, un sapiens.
Así, a lo largo de muchos meses, los dos visitaron distintos lugares, muchos de ellos escenarios comunes de nuestra vida cotidiana, y otros, emplazamientos únicos donde todavía se pueden ver los vestigios de lo que fuimos, del lugar del que venimos.
Nº de páginas: 224. Editorial: Alfaguara, 2020. Primeas páginas.
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