Una historia casi divertida

A causa de una depresión, Craig (Keir Gilchrist), un adolescente de 16 años, es ingresado en un centro psiquiátrico. Una vez allí, resulta que la sala para jóvenes está cerrada, de modo que no tiene más remedio que acudir a la de adultos. Bobby (Zach Galifianakis), uno de los pacientes, pronto se convierte en su mentor y protector. Contando con su apoyo, Craig podrá conocer a un buen número de personas con diversos problemas, descubrirá sus talentos ocultos y hará buenas migas con Noelle (Emma Roberts), una muchacha de su misma edad.

Cruza el puente con idea de suicidarse. No se atreve y entonces decide buscar ayuda. Se dirige a un centro especializado en el tratamiento de este problema. En un principio parece que no le toman muy en serio. Ante su insistencia lo ingresan.

Una vez dentro, y rodeado de adultos con todo tipo de trastornos graves, lo único que quiere es marcharse corriendo. Tendrá que quedarse unos días.

Está muy estresado por una solicitud para un curso de verano. Obsesionado por una chica, que casualmente sale con su mejor amigo. Muy presionado por su padre. Estudia en un instituto de alto rendimiento. Uno de sus objetivos en la vida era ser presidente del país. Ahora le corroen las dudas.

Ideal para un domingo por la tarde. Con la dosis justa de drama y comedia. Excelente banda sonora.

Con esta canción he optado por la escena de la película porque me gusta mucho. No quiere tocar un instrumento, y, muerto de vergüenza, se coloca ante el micro, y allí se transforma.

Título original It's Kind of a Funny Story. Directores Anna Boden, Ryan Fleck. Guión. Anna Boden, Ryan Fleck (Novela: Ned Vizzini). Música Broken Social Scene. Fotografía Andrij Parekh. Reparto Keir Gilchrist, Zach Galifianakis, Emma Roberts, Lauren Graham, Aasif Mandvi,Viola Davis, Zoë Kravitz, Jeremy Davies, Jim Gaffigan, Cheryl Alessio, Mary Birdsong, Adrian Martinez. EE UU 2010, 97 min.