Una cuidada selección de relatos de narradores japoneses de la primera
mitad del siglo XX. Estos cuentos, en sus orígenes, supusieron un gran
escándalo para la sociedad de la época.
Un japonés que descubre que los occidentales no son tan diferentes a
ellos, las reflexiones de un hombre que lucha por superar el asesinato de su
familia, las aventuras de uno de los ladrones más peculiares del periodo Edo,
una carrera por Siracusa en la que está en juego una vida, un duelo entre la
magia y la ciencia, la historia de cómo el sushi puede cambiar la vida de un
hombre o la constatación de que la percepción que tenemos sobre los valores y
el código de honor de los samuráis no siempre es correcta. Son solo algunos
ejemplos de los relatos que encontraremos a lo largo del libro.
Doce cuentos japoneses.
Sōseki – Ōgai – Okamoto – Akutagawa – Naoki – Kikuchi – Nakajima –
Dazai
Nº de páginas: 256 págs.
Editorial: QUATERNI, 2014.
En la web de Que libro leo, hacen una referencia a esta obra, y yo me
quedo fascinada con la portada. Una verdadera joya, que se aprecia en su justa
medida con el libro entre las manos. Una maravilla de edición.
Hacía tiempo que no leía relatos, ni a escritores nipones. Y la
experiencia ha sido increíble. Me ha encantado. Si hubiera podido, me lo habría
leído todo de un tirón, en una de esas tardes caseras, de lluvia.
Muy variado, en cuanto a autores, estilos y temáticas. Con toques de
humor y momentos de gran seriedad. Para reflexionar, para pensar, y, sobre
todo, para disfrutar.
Mis favoritos:
Diario de un hombre en bicicleta (Sōseki, 1901), el que abre la
colección, con escenas muy divertidas, en las que yo me siento plenamente
identificada, más de un siglo después.
El robot y el peso de la cama (Naoki, 1931). Futurismo, ciencia
ficción, romance, y mucho humor. Los peligros de la infidelidad, incluso
después de la muerte del marido….
Una carta de protesta (Kikuchi, 1919). Podría escribirse algo parecido
hoy mismo. Un familiar de las víctimas de un asesinato muy cruel expresa su
rabia ante la justicia por permitir que el culpable muera reconfortado por el
perdón de un dios.
Sushi (Okamoto, 1939). Un cliente habitual del restaurante cuya
especialidad es el sushi, le cuenta a la hija de los dueños una trágica
historia de su infancia que ha motivado su extraña relación con la comida.
¡Corre, Melos! (Dazai, 1940). Basada en leyendas antiguas y en un poema
de Schiller. Sobre la amistad, la lealtad y la sinceridad, versus la mentira,
la venganza y la desconfianza.
2 comentarios:
Qué maravilla de edición. Me lo anoto. A mí me encantan los relatos, y la literatura japonesa la tengo algo olvidada, así que perfecto, ¿no?
bsos!
Rossy, la edición es una preciosidad, y los relatos te sorprenderán, escritos hace 100 años (algunos), y bien podrían ser de esta misma semana.
Bicos
Publicar un comentario