Leyendo la reseña sobre su última entrega editorial, descubro a esta mujer, y su trayectoria donde refleja parte de su vida en Japón (de nacionalidad belga e hija de diplomático destinado en ese país durante unos años).
Tras Desgracia buscaba algo ligero, eché un vistazo en la biblioteca y esta opción me pareció la ideal, amena y un soplo de aire fresco.
Tras Desgracia buscaba algo ligero, eché un vistazo en la biblioteca y esta opción me pareció la ideal, amena y un soplo de aire fresco.
Estupor y temblores
Éxito editorial en Francia, que se lee de un tirón. Aventuras y desventuras de una extranjera que entra a formar parte de la plantilla de una importante empresa japonesa. Sentido del humor muy particular y provocación. La impresión que me da es que escribe desde la soberbia, y que lo pretendidamente irónico, acaba aburriendo. No consigo encontrar esa parte supuestamente graciosa.
Con este regusto amargo me enfrento al siguiente libro (sí, soy muy cabezota y ya puestos a criticar, a pares…)
Éxito editorial en Francia, que se lee de un tirón. Aventuras y desventuras de una extranjera que entra a formar parte de la plantilla de una importante empresa japonesa. Sentido del humor muy particular y provocación. La impresión que me da es que escribe desde la soberbia, y que lo pretendidamente irónico, acaba aburriendo. No consigo encontrar esa parte supuestamente graciosa.
Con este regusto amargo me enfrento al siguiente libro (sí, soy muy cabezota y ya puestos a criticar, a pares…)
Metafísica de los tubos
Aquí nos describe sus tres primeros años de vida. Vegetal pensante y carente de reacción durante dos años y medio, hasta que la abuela llegada de Bélgica con un exquisito chocolate, la despierta de su letargo. Y a partir de ese momento interactúa con personas y con la naturaleza (el lago, el agua y las abominables carpas). Resulta divertido el capítulo donde la protagonista cree averiguar en qué consiste el trabajo de su padre como cónsul.
Es que el chocolate lo cura todo. Ésa es mi teoría desde hace mucho tiempo y veo que sus efectos van más allá incluso de lo que yo podría imaginar.
Esta autora no me ha convencido en absoluto. Habrá que seguir buscando nuevas sensaciones, o quizás volver al refugio de quienes no suelen defraudar.
Aquí nos describe sus tres primeros años de vida. Vegetal pensante y carente de reacción durante dos años y medio, hasta que la abuela llegada de Bélgica con un exquisito chocolate, la despierta de su letargo. Y a partir de ese momento interactúa con personas y con la naturaleza (el lago, el agua y las abominables carpas). Resulta divertido el capítulo donde la protagonista cree averiguar en qué consiste el trabajo de su padre como cónsul.
Es que el chocolate lo cura todo. Ésa es mi teoría desde hace mucho tiempo y veo que sus efectos van más allá incluso de lo que yo podría imaginar.
Esta autora no me ha convencido en absoluto. Habrá que seguir buscando nuevas sensaciones, o quizás volver al refugio de quienes no suelen defraudar.