El poder del perro de Don Winslow

A través de una web de libros, encuentro una reseña sobre el último trabajo de este autor neoyorkino del que no había leído nada. Repaso su obra y muchas voces coinciden al señalar El poder del perro como su mejor texto. Lo busco con muchas ganas, y por poco me da un mal cuando lo tengo en mis manos. Tremendo tocho, y más para mí, con especial predilección por un número de páginas mucho más reducido.

Nº de páginas: 720 págs.

MONDADORI, Barcelona.

Año edicón: 2010

Década de los setenta. El gobierno de los Estados Unidos emprende una lucha sin cuartel contra el narcotráfico en México. Art Keller, un joven agente de la DEA de origen hispano no tarda en obtener resultados y acabar con el patrón local. Un error fatal: otro más cruel y ambicioso lo sustituye. Encadenados a la misma guerra, se encuentran Nora Hayden, una hermosa prostituta de alto standing adiestrada para hacer enloquecer a los hombres; el padre Parada, un cura católico confidente de ésta y empeñado en ayudar al pueblo, y Callan, un chico taciturno convertido en asesino a sueldo por azar. Narcovaqueros, campesinos, mafia al puro estilo italoamericano, una jauría de irlandeses armados, policías corruptos, un soplón con el sugerente sobrenombre de Mamada y un santo milagrero conforman el universo de este thriller épico, coral y sangriento sobre la búsqueda de la redención.

ALUCINADA. Me ha gustado una barbaridad. Y mira qué es “bestia”. Violencia sin tregua, brutales asesinatos y tortura despiadada. Narcotraficantes y la lucha contra las drogas. El poder de millones de dólares que genera este lucrativo “negocio”. Todo se compra: el silencio, la vida o la muerte, el dejar hacer y mirar hacia otro lado. Gobiernos corruptos y acuerdos internacionales. Cocaína que sale de Colombia a través del trampolín mexicano y cruza la frontera de Estados Unidos.

Increíble despliegue narrativo, con unas descripciones que enganchan. Compleja y muy elaborada trama que sorprende con cada uno de sus giros. De ritmo trepidante que no decae jamás.

Rica galería de personajes; son muchos y bien definidos. Art Keller, miembro de la DEA que llega a Sinaloa con las mejores intenciones, y se ve atrapado en un juego mortal que marcará ya el resto de su vida. La venganza y acabar con el clan de los Barrera, serán su única lucha, para la cual todos los medios son válidos. Muchas noches en compañía de fantasmas, tantas personas inocentes que se han quedado en el camino. ¿Merece la pena? ¿Cree en la justicia o se autoproclamará dios todopoderoso?

Adán (calculador y despiadado, a la par que un “padrazo”) y Raúl, sobrinos de M1, fundador de la Federación. Callam, criado en las calles de la Cocina del Infierno, que defiende a su mejor amigo, pistola en mano y cargándose al mafioso del barrio. Será sólo el primer contacto con el crimen; a partir de ahí, apretar el gatillo a sangre fría será su “profesión”. Nora, una mujer que deslumbra por su belleza, prostituta de lujo que encuentra la paz y un refugio en su amistad con el padre Parada.

Uno de esos libros que no quieres que se acabe, a pesar de lo mal que te lo hace pasar por momentos.