A veces desde el primer fotograma ya sabes que te vas a encontrar ante
una historia repleta de magia. Esta entrada se la dedico a Historias Troyanas
para celebrar su octavo cumpleaños.
Un colorido dibujo infantil del prado y un cielo estrellado. Una voz
en off que con 68 años cuenta su vida. Alfonso se queda huérfano a los 8 y una
amiga viuda de la madre lo cuida. Al servicio de Nanda, se hace cargo del ganado.
Ahora ella está en una residencia y la visita dos días a la semana, charlan y
le lleva fruta fresca. Nadie más va a verla. U buen día se presenta sin previo
aviso un representante del hijo para inventariar las propiedades.
Luisa es trabajadora por vocación,
muy curiosa y con ganas de conocer sitios nuevos, de emprender una vida
diferente. Huye del pueblo, de su novio. ¿Tendrá que marcharse de nuevo, cada
vez más lejos para conseguir esa ansiada independencia?
Su hermano de 17 años aspira a
convertirse en ciclista. Alfonso lo ve correr y le quiere ayudar. Cree en su
potencial. Ha de entrenar y estudiar, formarse como deportista, pero sobre todo
madurar.
Terrible la escena de los especuladores
con planes para construir una urbanización en el prado (el hijo que no tiene un
segundo para su madre, contempla sentado desde su trono su futuro glorioso).Calcula
que ganará mucho dinero con ese negocio.
Divertido litigio entre abogados,
el engreído que cae derrotado por el pueblerino. Las naranjas bajo el colchón,
el dibujo guardado…
Siempre
estás tú.
Maravillosa fábula de personajes
humildes, sin ambiciones. Amistades arraigadas, solidaridad y altruismo.
Agradecer y no olvidar a quien tanto ha dado. Confianza y fraternidad.
Los nuevos tiempos, lo deprisa
que se vive. Dos mundos enfrentados. Solidaridad, el valor de las pequeñas
cosas, de los gestos, del cariño, el apego a la tierra.
DIRECCIÓN Y GUIÓN Mario Camus. REPARTO Álvaro de Luna, Óscar Abad, Marián Aguilera, Rodolfo Sancho, Mary González, José Manuel Cervino, Antonio de la Torre. MÚSICA Sebastian Marine. FOTOGRAFÍA
Hans Burmann. España 2007, 85 min.
En TVE nos lo cuentan así.
Principales
localizaciones: Comillas, Santander, Torrelavega, Valderredible, Cabuérniga, el
portillo de Lunada y La
Cavada.
Mario Camus vivió en Cantabria su
infancia y adolescencia. Siente una gran vinculación hacia ese paisaje. Esta
película es, según el autor, una metáfora sobre “recuerdos de la infancia”.
“Todo es infancia en el fondo”, porque de esa etapa “sale toda la creatividad”,
ya el resto de la vida “es expresarse, defenderse y sobrevivir”... (Blog decine).
Del cine de
este director, yo destacaría la impresionante ‘Los santos inocentes’ (1984).