Mujeres que compran flores
Después de la pérdida de su
pareja, Marina se da cuenta de que está totalmente perdida: había ocupado el
asiento del copiloto durante demasiado tiempo. Buscando empezar de cero acepta
un trabajo provisional en una curiosa floristería llamada El Jardín del Ángel.
Allí conocerá a otras mujeres muy diferentes entre sí, pero que, como ella, se
encuentran en una encrucijada vital con respecto a su trabajo, sus amantes, sus
deseos o su familia. De la relación entre ellas y Olivia, la excéntrica y sabia
dueña del local, surgirá una estrecha amistad de la que dependerá el nuevo rumbo
que tomarán sus vidas.
Mujeres con síndrome del
copiloto, de la superwoman, de Galatea, de la bella sufriente y de la
omnipotente.
Nº de páginas: 448 págs.
Editorial: PLAZA & JANES
EDITORES, 2016
ISBN: 9788401017308
Llego a esta lectura por una
amiga, y salgo fascinada. Libro para paladear, para recrearse en muchas de sus
frases, para reflexionar, para cuestionarse, para Soñar.
Se desarrolla en una zona de
Madrid, el barrio de las letras por el que he pasado muchas veces, al que me
unen momentos de trabajo y de amistad.
Ha dado pie a muchos comentarios
y conversaciones con personas que se lo habían leído. Muy recomendable.
A cada mujer le corresponde
una flor. Y a cada etapa de su vida también.
Descansar no supone dormir
sino despertar.
Independencia militante
versus dependencia patológica.
En las decisiones más
importantes de tu vida estás sola.
Sola, libre o independiente.
¿Cuándo fue la última vez que
hiciste algo por primera vez?
Lectora de personas.
¿La infelicidad podía dar
contenido a su vida?
Darte licencia para
enamorarte de verdad. No siempre sale bien, pero siempre merece la pena.
Vamos perdiendo años y vamos
perdiendo posibilidad de compartirnos unos y otros.
El mar todo lo ablanda
Nunca he sabido gritar a
tiempo.
La melancolía es ese lugar
del que no debemos escapar los adultos. Conviene saberlo.
El miedo conduce a la
inmovilidad.
Ver sufrir a una hija es lo
peor que puede pasarte. Y no era soportable. Es decir, le dolía más mi dolor a
ella que a mí misma.
Cuando el dramatismo se lleva
hasta el límite con frecuencia y aterriza en la comedia.
¿Por qué le amas?
No se trata de amar o no sino
de amar bien o amar mal. Se trata de encontrar a aquella persona que nos ama
como nos gusta que nos amen.
El verdadero amor no puede
vivirse con miedo.
Quizás hay que tratar de
vivir y luego reflexionar sobre lo que has vivido, y no al revés.
Lo único que nos aparta de la
felicidad es el miedo al cambio.
Conversaciones cruciales que
nos llevan a cuestionarnos experiencias y vivencias.
Siempre me admirabas por las
cosas más tontas. Aunque sólo fuera tu fantasía, la quisiste como yo nunca me
he querido.
¿Estábamos unidos por el amor
o atrapados por la necesidad?
¿Por qué nadie nos enseñaba a
comer con ganas, follar con ganas, amar sin miedo?
Déjame que me sorprenda de lo
obvio, así todo me hace más ilusión.
Inyección de vida.
Preferiría que me hubieras
engañado a que te engañarás a ti mismo.
No es fácil apartarse de la
felicidad pequeña para buscar la felicidad completa.
Hoy estoy para pocas
metáforas.
Me pregunto cuánto se parece
de verdad a tí mi fantasía.
Parte de mi forma perversa de
amar. Cargar a otros con el peso de hacerme feliz en lugar de buscar mi propia
felicidad.
Ella creía en mí y yo creía
en ella todo lo que no éramos capaces de creer en nosotras mismas. Y las
mujeres actuamos por contagio... Encontramos nuestra fuerza en la fuerza de las
demás, como una cadena.
¿Por qué los hombres llaman
culpa a lo que en realidad es miedo?
Era más cómodo que fabricarse
una vida propia.
La extraña nostalgia por
alguien con quien sabes que no compartes un pasado, ni te reencontrarás en un
futuro, pero a quién te has sentido mágicamente unido en un instante del
presente.
La persona amada nunca podía
ser una tabla de salvación. Sí amas bien no podías cargar con esa
responsabilidad
Agarrarme a la felicidad.
Todo caduca, la felicidad y
el sufrimiento.
A veces la gente no se merece
la verdad. Solo la quieren para juzgarte.
No dejes de soñar.
Aceptar el fracaso porque el
fracaso no existe. Sólo existe el fin de las cosas. No nos enseñan a aceptar la
caducidad de lo importante. No nos enseñan que a veces el único fracaso es la
inercia de hacerlas continuar. Y es que todo caduca.
Imágenes de mi amiga Elena.
4 comentarios:
Que tal LU!
Me anoto el libro, me estas dando una muy buena idea para un regalo. Hay afirmaciones que dan para mucho.
Lo siento, no he podido evitar la curiosidad y he "indagado" donde esta ese lugar tan apetecible de visitar, ya he dado con el...jeje
Bicos:)
Fran, ya ves que me he emocionado copiando citas del libro.
La verdad es que la lectura y las conversaciones que ha propiciado este libro han dado para mucho.
Ojalá le guste tu regalo.
El sitio es una preciosidad, en pleno centro de Madrid. Merece la pena pararse un ratito.
Biquiños con sol, a la espera de la anunciada llegada del frío.
Lu,
me encanta esta frase:
No se trata de amar o no sino de amar bien o amar mal. Se trata de encontrar a aquella persona que nos ama como nos gusta que nos amen.
La aplaudo.
Biquiños y gracias por todos estos extractos.
De ese libro se pueden rescatar tantas frases, tantas partes para pensar, para sentir…..
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