La población de Londres vive aterrorizada. La banda de la rana realiza fechorías sin que la policía pueda detenerlos, ni desenmascarar a su jefe.
Una extraña familia, el padre que realiza misteriosos viajes, un hijo al que no le duran los trabajos y una guapa hija de la que se enamora el sobrino del jefe de Scotland Yard, que resulta ser millonario y aficionado a las labores de detective.
Adaptación de una novela de Edgar Wallace (afamado autor de misterio y guionista de King Kong), un tanto anodina y falta de ritmo. A pesar de no ser una buena película, desprende un aroma de serie B que le da cierto encanto ingenuo.
HACE UN AÑO Y UN DÍA: Aterrizando en México
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