martes, 28 de junio de 2011

La mujer zurda – Peter Handke

Buscando libros de pequeño tamaño (un motivo como otro cualquiera para elegir), me paseo por las estanterías de la biblioteca (así, a lo tonto, me he llevado ya unas cuantas sorpresas). En esas pocas páginas, se nos describen dosis de acontecimientos. Una mujer deja a su marido y vive a partir de ese momento con su hijo pequeño. Retoma una actividad abandonada (traducir libros) y se enfrenta a la soledad. No sabemos exactamente los motivos que la llevan a esa separación, si ya se sentía sola antes, ni qué piensa ahora. A su alrededor intentan que no se aísle, pero las alternativas son bastante peculiares.

Extraño, en apariencia frío; pero sin embargo transmite una fotografía desalentadora de la falta de comunicación y de las emociones ocultas.

¿Cómo me imagino una vida mejor? Me gustaría que no hiciera frío ni calor. Que sople siempre un viento tibio; de vez en cuando una tormenta en la que la gente tiene que acurrucarse. Los coches desaparecen. Las casas serían rojas. Los arbustos serían oro. La gente lo sabría todo y no necesitaría aprender nada más Se viviría en islas. En las calles los coches están abiertos y se puede entrar cuando se está cansado. Ya no se está cansado. Los coches no son de nadie. Por la noche la gente no se va nunca a la cama. La gente se duerme allí mismo donde está. No llueve nunca. De todos los amigos hay siempre cuatro y la gente que uno no conoce desaparece. Todo lo que uno no conoce desparece.

A veces a Franziska le ocurría que , de repente, por nada concreto, estallaba en un estado de emoción muda en la que su rostro, al distenderse, adquiría un parecido con muchos otros y muy distintos rostros de mujer… como si en esa emoción indefinida se descubriera a sí misma.



HACE UN AÑO: El país del agua

2 comentarios:

rossy dijo...

No porque no tenga 300 páginas es un libro malo, a mí cada vez me gustan más los libros cortos. Este tiene muy buena pinta, me lo anoto.

bsos!

LU dijo...

Rosalía, en este caso no llega ni a 100 páginas. La portada es una delicia y al cogerlo ya te entran ganas de leerlo. A mi me ha sorprendido y es muy diferente a lo que leía actualmente. Me gusta variar.

Biquiños