Esta vez empiezo por el inicio, por la A de este Alfabeto del crimen. Cada libro está dedicado a una letra, donde
La novela es muy entretenida y se lee de un tirón. Ideal para abstraerse de las tensiones cotidianas. Aquí van unos cuantos párrafos:
Cuando pienso en las ciudades submarinas del futuro, la vida que les atribuyo es exactamente
Terrorífico.
He estado en tratamiento psiquiátrico durante media vida y la cabeza aún no me rige bien. Es un coñazo. El psiquiatra que tengo ahora dice que tendría que psicoanalizarme, aunque es algo que ya no se hace. Dice que me hace falta entrar en mi parte “oculta”. Él cree en esas tonterías freudianas. Igual que todos los viejos. Quieren que te tumbes, ¿no?, y que les cuentes tus sueños y fantasías perversas para hacerse pajas mentales a tu costa. Me sometí a una terapia reichiana hace tiempo, pero quedé harta de tanto respirar, jadear y arañar toallas. Lo único que conseguía era deprimirme.
Con lo que nos cuesta a los españolitos ir al psiquiatra, y la facilidad que tienen los estadounidenses (al menos en el cine y en la literatura). Asombroso.
Se llega a un acuerdo cuando se cede la mitad de lo que se desea. Cuando se da al otro la mitad de lo que en justicia te pertenece. He llegado a muchos acuerdos en mi vida. Y ya estoy hasta el gorro.
Sí, es difícil, y con algunas personas mucho más.
Me han dicho que hay menos inclinación a la violencia entre los locos internados que entre los ciudadanos que andan sueltos y me lo creo.
Yo también me lo creo.
2 comentarios:
Bueno, pues eso, soy fan incondicional de Kinsey Milhone. Espero seguir viendo sus libros por aquí ...
bsos!
Rosalía, me lo he pasado muy bien con este libro. Seguiré con este alfabeto del crimen, seguro.
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