Tarde para la ira
Le tenía muchas ganas. Había coincidencia absoluta entre las personas con
las que comparto preferencias cinéfilas. Les había parecido una excelente película.
Y en esta ocasión me alegro mucho de mis manías, el no querer saber nada
del argumento antes de verla.
Madrid, agosto de 2007. Curro entra en prisión tras participar en el atraco
a una joyería. Era el conductor, y el único detenido por el robo. Ocho años
después sale de la cárcel con ganas de emprender una nueva vida junto a su
novia Ana y su hijo, pero se encontrará con una situación inesperada y a un
desconocido, José.
Actor de larga trayectoria que se estrena como director, y no podía empezar
de mejor manera.
La historia, llena de rabia, contada a un ritmo perfecto, con interrogantes
y alguna certeza. Un extraordinario reparto, sobre todo Antonio de la Torre,
soberbio su rostro, su quehacer; se come la pantalla. La construcción de los
personajes es uno de los puntos fuertes. Rotunda, fresca, llena de contención,
de emociones enmascaradas, de la fuerza de la ira cocinada día a día, con
parsimonia y rencor.
Una vez más la vida marca a las personas, modela sus reacciones, y no hay
tonalidades puras. Los colores se entremezclan, se desdibujan.
Director Raúl Arévalo. Guión Raúl Arévalo, David Pulido. Música Lucio Godoy. Fotografía Arnau Valls
Colomer. Reparto Antonio de la
Torre, Luis Callejo, Ruth Díaz, Manolo Solo, Alicia Rubio, Raúl Jiménez, Font García.
España 2016, 92 min. Festival de Venecia: Mejor actriz (Ruth Díaz) (sección
Orizzonti). Premios Feroz: Mejor drama, director, guión, actor rep. (Solo),
actriz rep. (Díaz).
Veremos qué sucede en la gala de los Goya. Ha recibido 11 nominaciones.
La banda sonora, acorde al ambiente que refleja, se aleja mucho de mi
estilo musical. Mientras escribo, suena de fondo un disco sorprendente, que
sonará a lo largo de esta semana. Ha sido el gran descubrimiento de este domingo
lluvioso.
The Man From Managra
Un paseo
sin paraguas y con suerte (ni una gota). Luces y reflejos en la ciudad vacía.