Para poder apreciar en todas sus dimensiones cantidad tan descomunal de agua, pasamos a la otra orilla, más bien cruzamos la frontera y de nuevo pisamos suelo argentino. Sorprende el fluir constante de gente que realiza sus compras en Paraguay donde los precios son muy inferiores.
Un tren nos acerca a las pasarelas y caminos asfaltados que llevan a la Garganta del Diablo.
Como en Barrio Sésamo, por abajo y por arriba, dos rutas, nivel inferior y superior.
Advertencia: ha de tenerse especial cuidado con unos simpáticos animalillos mezcla de mapache y can, que se dedican a atacar a los sonrientes turistas, más preocupados por la fotografía que por la defensa de sus viandas.
Un atardecer de postal, con una luz ideal y fabulosos arcoíris sobre las cataratas.
8 comentarios:
Mal de Stendal,Lu..
esto en directo ha de desarmar a cualquiera...
biquiños
Qué maravilla, me alegra que hayas disfrutado tanto de este viaje y también recordándolo ahora. un abrazo, buenas noches
Impresionante el lugar.
Que los disfrutes!
Troyana, las fotos reflejan una parte, pero tener estas maravillas ante los ojos es BRUTAAAALL
El sonido del agua al caer, el vaho que se forma. Hipnotiza
Mónica, es una forma de revivirlo, con las fotos y contándolo. Con vosotros.
Fran, no lo dudes, lo he disfrutado al máximo. Por aquí empezaba el recorrido, y ahora que ya estoy de vuelta, puedo decir que ni mucho menos fue lo que más me gustó. Y mira qué me encantó, pero…
El paraíso en la tierra, bendita naturaleza y bendita tú, que nos regalas las postales gratis...
Un beso, Monique.
Monique, con tantas maravillas que nos brinda la naturaleza, lo sencillo y disfrutar y dejarse llevar por lo que capta el objetivo de la cámara, para después poder recordar desde casa una y otra vez.
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