lunes, 20 de diciembre de 2010

Soy un gato – Matsume Sōseki


Soy un gato, aunque todavía no tengo nombre. No sé dónde nací. Lo primero que recuerdo es que estaba en un lugar umbrío y húmedo, donde me pasaba el día maullando sin parar. Fue en ese oscuro lugar donde por primera vez tuve ocasión de poner mis ojos sobre un espécimen de la raza humana. Según pude saber más tarde, se trataba de un ejemplar de lo más perverso, un shoshei, uno de esos estudiantes que suelen realizar pequeñas tareas en las casas a cambio de comida y de alojamiento. En algún sitio he escuchado incluso que, en ocasiones, esos crueles individuos nos dan caza y nos guisan, y luego se nos zampan. Aunque he de decir que, debido quizás a mi ignorancia y a mi poca edad, no sentí nada de miedo cuando lo vi. Simplemente noté que el shoshei en cuestión me levantaba por los aires en la palma de su mano, y que yo me sentía flotar. Una vez me acostumbré a esta novedosa perspectiva, tuve ocasión de estudiar tranquilamente su rostro. El sentimiento de extrañeza todavía permanece en mí hoy en día. En primer lugar hablaré de su cara: por lo que yo sabía, las caras de todo bicho viviente suelen estar cubiertas de pelo. Sin embargo, la suya estaba lisa y pulida como la superficie de una tetera. He conocido a lo largo de mi vida a muchos gatos, de orígenes diferentes, pero ninguno tenía una deformidad como la de ese tipo. Pero no sólo era eso. Había más. El centro de su rostro estaba ocupado por una enorme protuberancia, con dos agujeros en medio por los que, de vez en cuando, emanaban pequeños penachos de humo; algo que consideré ciertamente sofocante y fastidioso. Durante un rato me sentí enfermar por causa de esas asfixiantes exhalaciones. Ha sido sólo recientemente cuando he aprendido que aquel humo era producido por el tabaco, una cosa que, por lo visto, a los humanos les pirra.
Primer capítulo
Hay que reconocer que el libro entra directamente por la vista, cual plato goloso. Este singular peludo aterriza en la vivienda de un extravagante maestro y allí se quedará para ser testigo de las costumbres y charlas más variopintas: las constantes bromas del amigote charlatán, las trifulcas del matrimonio o el amigo que día y noche se dedica a pulir bolas de cristal para su tesis doctoral. Observador, va desgranando sus profundas impresiones sobre la conducta del ser humano. Con mucho humor, crítica, cultura, gastronomía y pensamiento budista, este texto publicado por primera vez en 1905, es un tesoro rescatado de la literatura japonesa, que me ha hecho pasar excelentes momentos, que me ha cautivado por completo y con el que me he reído bien a gusto.

Un gato que no caza, aunque en una ocasión lo intenta con un resultado lamentable (ese pasaje es increíble y tan divertido). Tampoco se caracteriza por vigilar la casa, un ladrón campa a sus anchas, llevándose un botín peculiar. Un felino sin nombre y con mucho que contar.




HACE UN AÑO: Swing

6 comentarios:

Alamut dijo...

Me gustan las historias de gatos. Recuerdo una recopilación que hizo Siruela de cuentos cuyos protagonistas o alguno de los personajes principales era un gato. Me gusta la editorial que edita este libro, desde que la vi por primera vez sigo las cosas que publican. Gracias por la reseña, Lu.
Besos y ¡Feliz Navidad!

Bruja Truca dijo...

Nunca había oído hablar de ese libro. La verdad es que como entrar por los ojos si que entra. Por ahora tengo lectura para rato pero no está mal tener recomendaciones en la trastienda.

Un abrazo.

Kashtanka dijo...

Qué razòn tienes con eso de que entra muy bien por los ojos. Tiene tan buena pinta...La verdad que me han convencido tus comentarios y la ràpida ojeada al primer càpitulo.
Lo que no me gusta nada es el precio, jejeje a ver si los Reyes Magos se portan bien...
También me ha gustado que son 600 pàginas,no me gusta terminar los libros en una semana, me gusta que duren y duren y que enganchen, claro...LO QUIERO!!!

Un abrazo, Lu

LU dijo...

Alamut, no es exactamente una historia de gato. Es el mundo visto por un felino con mucha labia.

La editorial cuida mucho la presentación de los libros, aunque en concreto con éste le han caído unos cuantos tirones de orejas por varios errores. Yo es que no soy tan exquisita.

Un besote pre-navideño, y que mañana la suerte te sonría.

LU dijo...

Bruja Truca, a mi es que me gusta mucho curiosear por autores japoneses.

Ya me recomendarás algún libro de los que te gusten. Siempre viene muy bien tener una lista de repuestos.

Biquiños

LU dijo...

Kashtanka, los reyes seguro que escuchan tus peticiones.

En cuanto al grosor, a mi me da bastante pereza coger textos tan largos. Salvo algunas excepciones, soy de libros que no superen las 250 páginas.

Sigo con la idea de Crimen y castigo y el nuevo de Almudena Grandes, que no son precisamente ligeros. Sí, cada vez me salgo más de mi propia norma, que para eso están, para incumplirlas.

Besotes