Al fin la fecha señalada en el calendario ha llegado. Muy alterada toda la semana, cuando me quiero dar cuenta voy rumbo a Barcelona.
Allí nos esperan
muchas emociones. Amigos, familia, perrines y la maravillosa ciudad.
Apartamento en pleno corazón de El Born para disfrutar al máximo.
Fuertes abrazos de
reencuentro. Unas cervezas, pizza, conversación y risas para abrir boca.
Desayuno de
vacaciones y a la playa. Carreras locas de los galgos. Un paseo entre calles muy
navideñas.
Al azar, un buen
sitio para comer. En una mesa estratégicamente situada, un hombre entabla
conversación con el resto de los comensales que se prestan a escucharle.
Palau Sant Jordi.
Apenas podía controlar mi entusiasmo (tampoco lo pretendía). Tomando
posiciones, con una cerveza (en vaso que ahora está en mi casa). Y a partir de
ahí, una verdadera locura.
Cada concierto de
The Cure al que he asistido me ha dejado siempre totalmente extasiada. Sonrisa que
se sale de mi cara., Es como flotar muy muy alto, a miles de kilómetros
de mi yo cotidiano. Canciones de toda mi vida. Esas letras maravillosas. Un grupo
que transmite pasión por lo que hace. Casi tres horas de indescriptible felicidad.
Espectacular. Sublime.
Es la primera vez
que sigo una gira a través de las redes sociales, en concreto desde varios perfiles
de Facebook creados por fans del grupo. Esto ha multiplicado las sensaciones.
Conciertos en streaming, curiosidades, deseos…. Ha sido impresionante.
Un fin de semana
inolvidable.
Volver a poner los
pies sobre la tierra y la realidad no es tan sencillo. Las casualidades me
traen esta vez un pequeño libro.
Despacio, despacio. 20
razones para ir más lentos por la vida de María Novo
¿Dedicamos nuestro tiempo
a aquello y a aquellos que más amamos, o vivimos en permanente contradicción?
¿Qué hay de la sostenibilidad personal?
¿Trabajas para vivir o vives para trabajar? ¿Tienes la sensación de no disponer nunca de tiempo para ti? ¿Necesitarías una jornada con más horas? ¿Eres una de esas madres multitareas que intentan conciliar la vida laboral y profesional corriendo todo el día? Un sosegado paseo por estas páginas te ayudará a reflexionar sobre las causas de la aceleración que genera tanto estrés en la época actual, y también sobre los caminos posibles para encontrar el tiempo óptimo, el ritmo preciso que te permita, sin dejar de hacer cosas, llevar una vida más serena y satisfactoria. Hay que aprender de nuevo a disfrutar de la lentitud, a reconducir nuestra relación con el tiempo y capear las dificultades de vivir en una cultura acelerada.
Pensando en lo
vivido en Barcelona, y en lo importante de poder compartirlo con personas a las
que quiero mucho. El tiempo, un enorme regalo.
- - Buenos días - dijo el Principito.
- - Buenos días - dijo el mercader.
Era un mercader de píldoras
especiales que aplacan la sed. Se toma una por semana y ya no se siente
necesidad de beber.
- - ¿Por qué vendes eso? - dijo el Principito
- - Es una gran economía de tiempo - dijo el
mercader -. Los expertos han hecho cálculos. Se ahorran 53 minutos por semana.
- - ¿Y qué se hace con esos 53 minutos?
- - Se hace lo que se quiere ...
“Yo - se dijo el Principito
- si tuviera 53 minutos para gastar, caminaría tranquilamente hacia una fuente.
El Principito - Antoine
de Saint Exupéry
Algunas sugerencias:
Sin web que
consultar, directamente a nuestro alcance: disfrutar y aprender con nuestros
amigos. Cada día, dar las gracias.
La velocidad crea el
olvido (Milan Kundera)