jueves, 4 de diciembre de 2008

Patagonia Express – Luís Sepúlveda


Partiendo de la infancia, recuerda aquellos domingos que compartía con su abuelo, haciendo jugarretas para irritar a los curas; su paso por la cárcel durante la dictadura de Pinochet y sus andanzas por tierras de Latinoamérica. Anécdotas y personajes llenos de encanto van apareciendo en su camino. Vagones de trenes, comidas rehogadas con vino, bares y todo tipo de alojamientos:

“…el frío como mejor aliado de la higiene hotelera.”

Un concurso de mentiras retransmitido por Radio Ventisquero

“En esta tierra mentimos para ser felices. Pero ninguno de nosotros confunde la mentira con el engaño.”

Intrépidos aventureros que en sus desvencijadas avionetas transportan alimentos o un muerto, y que consiguen despegar desde lugares imposibles. Volando con uno de ellos, y temiendo por su integridad, descubre la belleza de la selva amazónica.

Historias de amor. Agustín está profundamente enamorado, pero no se atreve a declarar sus sentimientos, hasta que se entera de que ella se va a casar y se presenta el día de la boda:

“Dos horas cantó Agustín y, al final, cuando se aprestaba a romper la guitarra para que nadie pudiera mancillar sus versos de amor, Flor lo tomó de la mano, lo guió hasta “la chata” y juntos emprendieron el camino hacia la estancia. “

Premio Nóbel Alternativo de Física, a un hombre que realiza estudios en la Patagonia y advierte del peligroso agujero en la capa de ozono, ocho años antes de que fuera corroborado por la NASA.

El niño que se comunica con el delfín, el buscador de una nave fantasma…

No es un simple relato de viajes, ni tampoco la Patagonia es la mayor protagonista, como yo pensaba al empezar. Ameno y rebosante de ternura y sentimientos.

“Nadie tiene que avergonzarse de ser feliz.”








Torres del Paine, Patagonia (Chile)



HACE UN AÑO Y UN DÍA: El método

10 comentarios:

Mónica dijo...

Hola!!veo que coincidimos en algunos libros, y es curioso yo anoté algunas de tus frases que aún tengo guardadas, después lo regalé a mis padres para leer en su viaje a la Patagonia. Quedé encantada con su forma de contar y transmitir tantas historias. Un abrazo y feliz fin de semana,preciosas fotos :D

Pepe del Montgó dijo...

Me gustaría ir a la Patagonia pero me parece que no será posible. De momento voy a leer el libro.

Conciencia Personal dijo...

Bien sabes que Sepúlveda es uno de mis escritores favoritos, me encantó la introducción que habla del tablón que huele a levadura, a jengibre en donde da rienda suelta a su imaginación...y aquel concurso de mentiras, es sublime...

Te regalo un boleto a Alemania, es un obsequio de navidad para ti, querida amiga, otro género, otro autor: " El lector" de BERNHARD SCHLINK, te agradará...

Besos, Monique.

LU dijo...

Mónica, realmente este pequeño libro da mucho de sí. A mi la Patagonia me fascina. Estuvimos en Chile hace años y, de momento ha sido el viaje de mi vida. Ha visto películas, he leído libros sobre este lugar de ensueño, pero este libro es de los especiales, sobre todo por la parte humana, y, también, por lo maravillosamente escrito que está. ¿Volvieron tus padres tan enamorados del lugar como yo?

Biquiños y que disfrutes de este LARGO fin de semana

LU dijo...

Pepe, es de los sitios que marcan, que enganchan, que son mucho más que esas imágenes de las fotos.

A mi la literatura de viajes me gusta cada vez más. Sobre Patagonia ya he leído unas cuantas cosas, pero con mucha diferencia sobresale este pequeño libro.

Que lo disfrutes.

LU dijo...

Monique, desde luego la selección de temas o párrafos de este libro es realmente difícil, porque está repleto de excelentes momentos. Lo he disfrutado muchísimo.

Ya sabes que tengo muy en cuenta tus sugerencias porque has acertado siempre de pleno.

Muchos besos y gracias.

eva dijo...

mi prima ha estado en la patagonia y vino enamorada de allí.
preciosas fotos y un biquiño

LU dijo...

Eva, realmente enamora y desearías quedarte allí más tiempo.

Biquiños

Mónica dijo...

Siii!!, y yo quiero viajar y conocer esos paisajes. besitos

LU dijo...

Mónica, es como estar en otro mundo. Paisajes puros, viento y gente maravillosa.
Biquiños