viernes, 31 de octubre de 2008

Jugando con cifras


El número 17
Ficha técnica y críticas.

Arranque brillante. En una noche desapacible, el viento arrastra las hojas, la fachada de una enigmática casa, una puerta que se abre, unas misteriosas escaleras… Música que produce tensión ante un acechante peligro. Luz de un candelabro, dos sombras de figuras humanas, cada una por un camino diferente. Tormenta, golpes secos, un muerto y una colección de misteriosos sucesos, con acertijo a resolver. Todos los elementos para una buena historia de intriga. No recuerdo haberla visto anteriormente.



9 cartas a Berta
Ficha técnica y críticas

Un tanto cansina y por momentos reiterativa; pero aparece muy bien reflejada la monumental ciudad de Salamanca. Calles por las que he pasado en tantas ocasiones… Miles de recuerdos de los años que viví allí.

Retrato de una etapa gris de la historia, costumbres y usos, llegada de un televisor al hogar como parte de un gran acontecimiento (comprado a letras), religión, expectativas de un padre sobre el futuro de su hijo, amor y resignación…

“Es como si no me valiera nada de nada de lo que me han enseñado, como si tuviera que volver a aprenderlo todo de nuevo”
“¿Qué entiendes tú por ser bueno? ¿En qué consiste? ¿Merece la pena?”

miércoles, 29 de octubre de 2008

Palomar – Italo Calvino

Descubrí a este autor hace muchos años de la mano de un buen amigo. Él me regaló “El barón rampante”, que entonces significó un cambio hacia otro tipo de literatura, muy diferente a lo que leía yo habitualmente. A un viaje me acompañó “Las ciudades invisibles”, que fue el total enamoramiento. Y ahora el blog Conciencia Personal, con una excelente entrada (enlace) , lo vuelve a poner en mi camino. Gracias Monique.

Durante unas semanas, a sorbitos, he saboreado tranquilamente el universo de los pequeños detalles. He seguido el movimiento de cada ola rompiendo en la orilla. He soñado bajo la luna del atardecer con las últimas luces del día y he aprendido algunos secretos de las estrellas. He esperado entre olores y nombres en la tienda de quesos. He escuchado el sonido del canto de los pájaros. He reflexionado sobre las relaciones personales, el callar, las limitaciones y la necesidad de disfrutar. He flotado sobre la superficie de las aguas y he buceado hasta las oscuras profundidades.
Copio pedacitos de este tesoro:

… no es de los que, escuchando un canto, saben reconocer a qué pájaro corresponde. Siente esta ignorancia suya como una culpa. El nuevo saber que el género humano va adquiriendo no resarce del saber que se propaga sólo por directa transmisión oral y que una vez perdido no se puede recuperar y volver a transmitir; ningún libro puede enseñar lo que sólo se aprende en la infancia si se prestan oído y ojo atentos al canto y al vuelo de los pájaros y si hay alguien que puntualmente sepa darles un nombre.
“Si hubieran podido verlo como ahora lo veo yo – piensa el señor Palomar – los antiguos hubieran creído que habían forzado la mirada hasta llegar al cielo de las ideas de Platón, o al espacio inmaterial de los postulados de Euclides; en cambio esta imagen, quién sabe por qué extravío, me llega a mi y me temo que sea demasiado buena para ser verdadera, demasiado grata a mi universo imaginario para pertenecer al mundo eral. Pero tal vez esta desconfianza hacia nuestros sentidos es lo que nos impide sentirnos cómodos en el universo. Tal vez la primera regla que debo imponerme es ésta: atenerme a lo que veo.”

¿Es ésta la exacta geometría de los espacios siderales a la que tantas veces el señor Palomar ha sentido la necesidad de acudir para separarse de la Tierra, lugar de las complicaciones superfluas y de las aproximaciones confusas?

“Sólo después de haber conocido la superficie de las cosas – concluye – se puede uno animar a buscar lo que hay debajo. Pero la superficie de las cosas es inagotable.”

Un pequeño patio cubierto de una arena blanca de grano grueso, casi de guijarros, rastrillada en surcos rectos paralelos o en círculos concéntricos, en torno a cinco grupos irregulares de guijos o peñas bajas…. Imagen típica de la contemplación del absoluto que se puede alcanzar con los medios más simples y sin recurrir a conceptos expresables con palabras, según la enseñanza de los monjes zen…

Al señor Palomar le hace padecer mucho su dificultad para relacionarse con el prójimo. Envidia a las personas que tienen el don de encontrar siempre la cosa justa que decir, el modo justo de dirigirse a cada uno; que se sienten cómodas con quienquiera que se encuentren y que ponen cómodos a los demás; que moviéndose con ligereza entre las gentes perciben enseguida cuándo deben defenderse y tomar sus distancias y cuándo suscitar simpatía y confianza; que dan lo mejor de sí en la relación con los demás e incitan a los demás a dar lo mejor de sí; que saben de inmediato cómo valorar a una persona en relación con ellos y en términos absolutos.

martes, 28 de octubre de 2008

La boda de Tuya



Titulo Original: Tuya de hun shi
Director: Wang Quanan
Guion: Wang Quanan, Lu Wei
Reparto: Yu Nan, Bater, Sen'ge, Zhaya, Peng Hongxiang
Fotografía: Lutz Reitemeier
Web oficial
China 2006, 92 min.
2007: Oso de Oro a la mejor película en el Festival de Berlín.

Tuya cada día va a por agua, y recorre un largo camino. Su marido hace años empezó a excavar un pozo, pero una lesión le impidió terminarlo y ahora permanece inmóvil en casa. Madre de dos hijos, se ocupa de todo lo que necesita su familia y realiza las labores del campo. Pero esa sobrecarga le pasa factura y toma una decisión para intentar cambiar su destino: se divorcia y busca un marido que cuide de los cuatro.


Lucha de una mujer fuerte por mantener ese hogar y ese amor. Vencida por las circunstancias extremas, pero con la dignidad que le permite afrontar la situación con la cabeza erguida.



Enlos campos de Mongolia, donde la gente vive del pastoreo de ovejas, en medio de desolados parajes, podemos apreciar sus costumbres: el interior de la vivienda, la cocina, la preparación del té y los distintos alimentos, sus vestimentas, el licor compartido para ahuyentar el dolor, la hermandad con los vecinos...








Mi único punto de referencia es una joya del cine, “La historia del camello que llora”. Ambas comparten un tratamiento exquisito de las emociones, transmiten ternura y respeto por un estilo de vida. Es un lujo poder disfrutar de películas así.

domingo, 26 de octubre de 2008

En otoño

Ontario, septiembre, 08


Cambio de hora, y mañana de domingo un poco más larga. Tiempo para leer entradas de otros blogs y poner al día el correo electrónico. Tiempo para guardar en cajas la ropa de verano. Tiempo para avanzar en el libro que me tiene maravillada. Tiempo para escuchar música.





Suelto mis palabras, polillas en la casa vacía sin ti.
Sólo digo, para el que lo quiera, lo quiera oír,
que ahora mismo puedo escuchar con un vuelco de mi corazón,
el sonido de cada hoja desprendiéndose del árbol.
En otoño, en otoño, en otoño.
Algunas veces que uno es igual a cero, y no más,
es cuando me acuerdo de ti, de mi vacío y de tu voz.
Porque ahora mismo puedo escuchar cada latido de mi corazón,
como el ritmo de una canción que nunca empieza a sonar.
En otoño, en otoño, en otoño.
Ven y dime si al menos tengo en tu mente un lugar pequeñito.
Ven a mi lado porque ahora siento que podría no haber nacido.
Porque ahora mismo puedo escuchar el rugido de las aves,
y ver al hombre que nace viejo y muere en el vientre de su madre
En otoño, en otoño, en otoño.
Poco a poco la casa se ha ido quedando sin luz.
Me pregunto qué estarás haciendo en este momento tú.
Todos se han ido, y en la casa vacía me he quedado yo.
Miro por la ventana, a veces eso ayuda, y a veces no.
Hoy no he parado de deambular por la casa ya sin amueblar,
y en cada rincón he podido ver dedos señalándome, en otoño.

jueves, 23 de octubre de 2008

Ernst Lubitsch

Mezclar, variar, de eso se trata. Habitualmente no retrocedo hasta el cine mudo, pero me apetecía un giro drástico y, tras una visita a la sección de DVD de la biblioteca, volví a mi casa con material para un “ciclo de salón”. Y fue uno de esos hallazgos sorprendentes.


La princesa de las ostras
TITULO ORIGINAL Die Austernprinzessin
DIRECTOR
Ernst Lubitsch
GUIÓN Ernst Lubitsch, Hanns Kräly
REPARTO
Victor Janson, Ossi Oswalda, Harry Liedtke, Julius Falkenstein, Max Kronert, Curt Bois
FOTOGRAFÍA Theodor Sparkuhl (B/N)
Alemania 1919, 47 min.


Rodeado de criados que le sacan el puro de la boca, le ofrecen un sorbo de café, le limpian los labios y le peinan; dicta a un grupo de secretarias. En el hogar familiar, su hija ha enloquecido y arremete contra todo lo que se le pone por delante. El motivo de su furia incontrolada es el reciente casamiento de la heredera del rey del betún. Pero ahí está su padre para consolar a la compungida criaturita. Contrata los servicios de una agencia matrimonial. Del catálogo de maridos disponibles, colección de fotos colgadas de la pared, se selecciona al candidato.
Ella se prepara para el gran acontecimiento. Asiste a unas clases, donde una afanosa maestra intenta instruirla en el arte del baño y cambio de pañales de un bebé.
El futuro esposo, poseedor de título principesco, pero sumido en la más absoluta ruina económica, encomienda a su ayudante la labor de conocer a su prometida.

Memorable toda la secuencia del banquete, servido por un ejército de camareros, perfectamente sincronizados, que finaliza con la hilarante epidemia de foxtrot. O ese duelo colectivo que se resuelve con una pelea de boxeo entre las damas que aspiran a proporcionar un tratamiento individualizado de desintoxicación a la causa benéfica del día, un apuesto príncipe bajo los efectos del alcohol.

Me quedé impresionada, fascinada, me reí tanto… Me gustó TODO. La música, el ritmo, el humor, la actriz: Ossi Oswalda. TODO.




No quiero ser un hombre
TITULO ORIGINAL Ich möchte kein Mann sein
DIRECTOR
Ernst Lubitsch
GUIÓN Ernst Lubitsch, Hanns Kräly
REPARTO
Ossi Oswaldo, Kurt Götz (AKA Curt Goetz), Ferry Sikla, Margarete Kupfer, Victor Janson
FOTOGRAFÍA Theodor Sparkuhl (B/N)
Alemania 1918, 45 min.

Una joven que se rebela ante la imposibilidad de hacer cosas que no se consideran apropiadas para una señorita: fumar, jugar al póquer, beber o salir de juerga. Acude a una sastrería para que le confeccionen un bonito frac y se disfrazará de hombre.

De nuevo esta gran actriz, con toda su repertorio gestual y en situaciones que rebosan ambigüedad y humor. Ella gira llena de felicidad ante la libertad que cree va a poder disfrutar y en una lejana habitación de hotel su tío se marea al ritmo de sus movimientos.

Sesión especial de cine, instructiva, pero sobre todo, muy divertida.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Quebec



Quebec, septiembre 2008


Un tren de lo más confortable nos deposita en Quebec (asientos amplios, conexión wi-fi…). De camino vemos una aparatosa tormenta (coletazos del Ike, del que no volveremos a saber nada más).
Nuestro hotel-chateau se encuentra en la zona vieja de la ciudad, a unos metros del esplendoroso Frontenac (ver foto). Por no incluir en el equipaje el atuendo de gala y los complementos adecuados (joyas y otras minucias), optamos por un alojamiento “sensiblemente más barato”… Y para celebrar semejante ahorro nos dirigimos al pub irlandés, donde siempre hay garantía de diversión y gente.

Paseo por la calles de la ciudad amurallada, entre plazas que perfectamente podrían pertenecer al continente europeo. Sensación extraña de cercanía, pero ¿realmente estamos en América?

Calles bulliciosas, cuestas muy empinadas y escaleras de vértigo que ayudan a mantenerse en plena forma. Están celebrando su cuarto centenario, y qué jóvenes son!!!

martes, 21 de octubre de 2008

Pudor


DIRECTORES Tristán Ulloa y David Ulloa
GUIÓN Tristán Ulloa (adaptación de la novela de Santiago Roncagliolo)
REPARTO
Nancho Novo, Elvira Mínguez, Natalia Rodríguez, Celso Bugallo, Carolina Román, Marcos Ruiz, Lorena Mateo, Manolo Solo, Nuria González, Joaquín Climent, Héctor Colomé
MÚSICA David Crespo
FOTOGRAFÍA David Omedes
España 2007, 113 min.
Elvira Mínguez premio a la mejor actriz, Festival de Málaga 2007.

Detrás de cada personaje se esconde una historia. Podemos apreciar el pudor, dolor interior, vergüenza y toda una gama de sentimientos. Pero ellos no se comunican, guardan celosamente sus secretos, sus preocupaciones, y se limitan a deambular entre las rutinas, el trabajo, los estudios y las tareas domésticas.
Muerte, dolor, enfermedad, dudas, inseguridad, miedos… forman parte de la vida de la familia protagonista. Demasiados frentes abiertos que dispersan la carga emocional del cuadro completo.




En determinadas circunstancias nos resulta imposible hablar, expresar lo más íntimo, y nos perdemos en múltiples divagaciones: el gobierno, la crisis, las vidas ajenas, la ropa de esta temporada… ¿Por qué nos cuesta tanto “comunicarnos”?



“A veces se nos olvida que vivimos en una ciudad con mar.”

lunes, 20 de octubre de 2008

Horizonte

Mont Tremblant, Canadá, septiembre 2008


Ojalá pudiera describir la sensación que sentía aquí, sentada en una tumbona, incómoda en apariencia, pero sorprendentemente acogedora, contemplando el paisaje.

sábado, 18 de octubre de 2008

Cometas en el cielo

TITULO ORIGINAL The Kite Runner
DIRECTOR Marc Forster
GUIÓN David Benioff (Novela: Khaled Hosseini)
MÚSICA Alberto Iglesias (nominada al Oscar la banda sonora)
FOTOGRAFÍA Roberto Schaefer

REPARTO Khalid Abdalla, Ahmad Khan Mahmidzada, Zekeria Ebrahimi, Saïd Taghmaoui, Atossa Leoni, Homayon Ershadi
EE UU 2007, 122 min.


Amistad entre dos niños que pertenecen a etnias enfrentadas en Afganistán. Amir, de posición social privilegiada, vive con su padre, escribe cuentos y solamente juega con Hassan, hijo de su criado. Ambos se divierten viendo Los Siete Magníficos en el cine y volando cometas. Pero la vida no es tan sencilla, y ya en la infancia se pueden presentar serios conflictos personales, cargados de sentimientos de culpabilidad y vergüenza.
La situación del país, invadido por los rusos y posteriormente bajo el dominio de los talibanes, obliga a muchos ciudadanos a huir. La familia de Amir se instala en Estados Unidos, donde podrán empezar una nueva vida.

Basada en un best-seller, que no he leído, y recomendada por Penélope, la vi esta semana, tan pronto me la dejaron. El inicio es maravilloso, la parte que se centra en los niños. Después adquiere cierto toque de folletín y decae bastante. Atrocidades y odios, lo peor de la condición humana…


jueves, 16 de octubre de 2008

Un hombre en la oscuridad - Paul Auster

Cuando alguien te hace soñar y te provoca tantas sensaciones, la noticia de que publica un nuevo libro la recibes con gran alegría. Antes de leerlo intento no escuchar, ni adentrarme en comentarios o críticas literarias. Quiero partir de mis impresiones.

Lo coloqué en un lugar privilegiado de la estantería. Había que elegir un buen momento para empezarlo. A punto de incluirlo en el equipaje canadiense, y cambiando de opinión casi en el último instante. Me gusta leer en cama, los fines de semana, después del desayuno, o por las noches, en casa, tranquilamente, sin conversaciones o distracciones.

Después de pequeñas decepciones con “Viajes por el Scriptorium” y “La vida interior de Martin Frost”, buscaba un reencuentro placentero.

Desde los primeros párrafos tuve la intuición de que me iba a encantar.

Un hombre incapaz de enfrentarse a su vida, se evade de la realidad inventando historias de un mundo paralelo y analizando escenas de películas.

“ … pero no quiero entrar en eso ahora, no puedo caer en ello, tengo que alejarlo lo más posible de mi pensamiento. La noche aún es joven, y sin moverme de la cama, con los ojos clavados en la oscuridad, en una tiniebla tan impenetrable que no se alcanza a ver el techo, me pongo a recordar la historia que empecé anoche. Eso es lo que hago cuando no logro conciliar el sueño. Me quedo tumbado en la cama y me cuento historias. Quizá no sean gran cosa, pero siempre y cuando no me salga de ellas, me evitan pensar en cosas que prefiero olvidar. La concentración, sin embargo, puede darme problemas, y las más de las veces mis pensamientos acaban derivando de la historia que pretendo contar a las cosas en las cuales no quiero pensar. No hay nada que hacer. Fracaso una y otra vez, hay más chascos que aciertos, pero eso no quiere decir que no ponga todo mi empeño.”

He sentido pena al llegar al final, me hubiera gustado seguir. Me conmueve la conversación con la nieta sobre su pasado, sus decisiones y equivocaciones. Es, sobre todo, una historia llena de: soledad, sufrimiento, intento de olvidar o no pensar, incapacidad de seguir adelante, culpabilidad, comunicación y constante necesidad de expresar sentimientos, poder hablar con las personas a las que queremos, atenuar el malestar y cerrar las heridas.

Me gustaría sentarme en ese sofá, a su lado, ver y comentar esas secuencias... (Hace referencia a varias películas que volveré a ver, en su honor).

miércoles, 15 de octubre de 2008

Artefacto diabólico

Estoy convencida de que existe un complot. Alguien lo ha tramado a conciencia. Una mente perversa y cruel, puesta al servicio de intereses económicos.Todo empezó hace años. Fue el gran acontecimiento del día. Se acababan por fin las carreras a las once de la mañana. Bajamos para verla y de inmediato probarla. Aparentemente prometía comodidad y grandes satisfacciones. Un modelo algo arcaico, pero a quién le importa. Habíamos esperado meses para conseguirla y no íbamos a poner pegas por no ser la revolución del mercado.Introducir la moneda en la ranura, un sonido de descenso del metal y comienza la magia. Hay varias posibilidades: cortado, capuccino, mocaccino, leche manchada. Todo un universo a nuestra disposición. Opto por el clásico café con leche, ya habrá tiempo de nuevas sensaciones. Se muele el grano y se mezcla con el agua hirviendo. El olor es agradable. Se abre la pequeña compuerta y saco el vaso de plástico, de tamaño más bien reducido. Me lo llevo a los labios con sumo cuidado. Puede que esté demasiado caliente, pero la impaciencia es uno de mis peores enemigos. Un sorbito (en gallego, groliño, es una palabra que me hace mucha gracia…)NO PUEDE SER: ES INTRAGABLE!!!!!!Ahora ya nos hemos acostumbrado y solamente somos conscientes de la triste realidad tras un largo periodo de alejamiento.

martes, 14 de octubre de 2008

El Gatopardo

TITULO ORIGINAL Il Gattopardo
DIRECTOR
Luchino Visconti
GUIÓN Suso Cecchi d'Amico, Pasquale Festa Campanile, Massimo Franciosa, Enrico Medioli, Luchino Visconti. Adaptación de la novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa,
MÚSICA Nino Rota
FOTOGRAFÍA Giuseppe Rotunno

REPARTO Burt Lancaster, Alain Delon, Claudia Cardinale, Paolo Stoppa, Rina Morelli, Romolo Valli, Pierre Clémenti, Leslie French, Mario Girotti, Serge Reggiani, Ivo Garrani
Italia 1963, 185 min.
Palma de Oro en el Festival de Cannes.




Minuciosa recreación de la decadencia de la aristocracia italiana. El Príncipe de Salina se refugia con su familia en el palacete de Donnafugatta, tras la invasión de Sicilia por las tropas de Garibaldi. Su ambicioso sobrino, que se encuentra en la más absoluta ruina económica, se enamora de la hija del alcalde, hombre sin títulos nobiliarios, pero poseedor de una considerable fortuna.

Miles de adjetivos elogiando el vestuario, la fotografía, la actuación de Burt Lancaster (actor que le fue impuesto al director para una mejor acogida en EE UU), la música, la maravillosa escena del baile… Sí, pero ¿era necesario todo ese metraje de más de tres horas? Lo dudo. Excesiva.

lunes, 13 de octubre de 2008

Jardín Botánico (Montreal)

Es realmente extraño. No me considero una persona amante de las plantas. En mi casa no hay ninguna. Apenas diferencio un cactus de una enredadera, o un pino de un abeto (y no exagero). Las flores nunca me emocionaron (aunque todavía recuerdo el primer ramo de rosas rojas que llegó por sorpresa). Y sin embargo he visitado varios Jardines Botánicos. Supongo que curiosidad o dejarme llevar, como en esta ocasión.
Un largo paseo, con especial atención a la parte dedicada a China y Japón (el jardín zen, tan relajante). Cansancio y espera hasta la hora señalada, al caer el sol, para el encendido de las linternas. Ni un solo chiringuito donde degustar una cerveza o tomarse un café reconfortante.
Nos sentamos frente al estanque y disfrutamos de esa maravillosa luz del atardecer. Espectáculo visual repleto de magia y sombras.
Web del Jardín Botánico de Montreal






Montreal, septiembre 2008

No puedo evitar pensar en esta canción:


Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación
Esperando un eclipseme quedaré
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas
Dibujando una elipse
me quedaré
entre el sol y mi corazón
Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas
Y he aprendido a esperar sin razón
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua

viernes, 10 de octubre de 2008

El hombre que sabía demasiado

TITULO ORIGINAL The Man Who Knew Too Much
EE UU 1956, 120 min.
DIRECTOR
Alfred Hitchcock
Retoma la historia que ya había rodado en Inglaterra en 1934.
REPARTO
James Stewart, Doris Day, Brenda de Banzie, Bernard Miles, Ralph Truman, Daniel Gélin, Alan Mowbray
GUIÓN John Michael Hayes
MÚSICA Bernard Herrmann
FOTOGRAFÍA Robert BurksGana un Oscar (canción). Se estrena en el Festival de Cannes.

Un matrimonio de vacaciones con su hijo en Marruecos. Conocen a un hombre muy misterioso que antes de morir les transmite un importante secreto, y a partir de ese momento todo se complica, el niño es secuestrado y parten rumbo a Londres.

He crecido viendo películas de este magnífico director. Admiro su sentido del humor y esa gran capacidad para crear situaciones cargadas de suspense. En este caso, y sin ser de mis favoritas, la vuelvo a ver después de muchos años, y una vez más me río con la escena de la cena, donde James Stewart tiene serias dificultades para acomodarse y seguir las costumbres locales. Y esa parte final, en el Albert Hall, esa orquesta interpretando la pieza musical, la pistola en el palco y la tensión que aumenta progresivamente; realmente maravilloso.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Intruso

Noche calurosa de verano, con todas las tareas hechas y dispuesta a relajarme un rato. Enciendo el ordenador y tras una rápida mirada a los correos, busco un blog, y me quedo fascinada con sus fotos. Estaba realmente concentrada. Las ventanas abiertas para ventilar la casa. Se respira una inmensa tranquilidad. Son casi las doce. De pronto algo suave me roza el pie izquierdo, miro, y … GRITO. Se me paraliza el cuerpo. Huye despavorido hacia mi habitación. Como puedo, me levanto de la silla y cierro la puerta. Me lleva un rato recuperar la respiración. El susto no se me va de la cabeza. Antes de saber qué era, veo a un bicho gris peludo corriendo… UNA PESADILLA. Entonces toca entrar y conseguir que se marche por donde ha entrado (la ventana que comunica con un tejado). Está debajo de la cama. Yo aparentando tranquilidad, voz dulce y cariñosa, gestos muy lentos, intento mostrarle el camino, la silla y de ahí a la ventana. El corazón me va a estallar. Me mira asustado, con su carita gris a manchas. Es una monada, pero tomo mis precauciones por si tras mi aullido de pavor, está más aterrado que yo, y me lanza un zarpazo defensivo. Se acerca, pero no se decide, y, una y otra vez vuelve al refugio. Abro el armario y saco un chal de lana, lo llamo y lo agarro suavemente. Muy manso, se deja hacer, y ya con mucha más calma le explico que se tiene que ir, lo coloco con cuidado sobre la parte exterior, y cierro de inmediato.Todavía muy acelerada, reviso toda la casa palmo a palmo, por si ha venido acompañado. Parece que no. Cierro todas las ventanas, TODAS. Apago el ordenador (ya es muy tarde) y me acuesto, pero la verdad es que no puedo conciliar el sueño. Pienso en el rato que ya llevaba el gatito en casa. De hecho yo había escuchado “algo” muy cercano, pero siempre pensando que era fuera. Pretendía que yo apartara los ojos de la pantalla para mirar su cara de bueno, compadecerme y darle un delicioso manjar o mimitos.¿Y si de noche, de repente, saltaba algo sobre la cama…? ¿Había entrado en otras ocasiones? Qué horror. Sé que es muy irracional, pero la oscuridad no favorece… Vivía mis peores monstruos infantiles y con una edad en la que parece que ya no deberían existir.



martes, 7 de octubre de 2008

La bicicleta de Pekín



TITULO ORIGINAL Shiqi sui de dan che (Beijing Bicycle)
DIRECTOR Y GUIONISTA
Wang Xiaoshuai
REPARTO Zhou Xun, Gao Yuanyaun, Li Shuang, Li Bin, Cui Lin, Hui Wei, Zhao Yiwei, Pang Yan, Zhou Fangfei, Li Mengnan, Chang Jiayin, Ji Hua
Coproducción China-Taiwan-Francia 2001, 113 min.
Oso de Plata en el Festival de Berlín

Una bicicleta es la protagonista de esta historia. Un chico encuentra trabajo como mensajero, recibe un uniforme y una bicicleta. Descubre un mundo nuevo, el de los ricos, y empieza a soñar con una vida mejor. Mientras realiza un reparto que se complica por un malentendido (bastante absurdo, por cierto), se la roban. Se empeña en recuperarla para ser readmitido, y lo consigue, pero es entonces cuando se inicia la disputa con otro chico…. Y también es a partir de ahí que todo esto pierde interés y va entrando en un círculo de repeticiones y sinsentidos. El final es lo peor…

Estoy leyendo la última novela de Paul Auster y en ella se menciona la película El ladrón de bicicletas de Vittorio de Sica. Tenía ganas de volver a verla, y ahora más, porque veo referencias muy evidentes aquí.

lunes, 6 de octubre de 2008

Un paseo por Montreal

El lunes pasado regresaba a casa después de pasar tres semanas en Canadá. Fue un viaje extraordinario. Una pequeña parte de ese inmenso país, la más cercana en el mapa, al este.

Salimos desde Vigo rumbo a París, en uno de esos pequeños aviones regionales, no aptos para los que temen a este medio de transporte. En la capital francesa tuvimos que soportar una larga espera, se estropeó el aparato y lo tuvieron que cambiar. Destino Montreal, reclamación por una maleta que no llega y al hotel a dormir. Altas horas de madrugada en España, seis menos allí.

Durante dos días recorrimos esta maravillosa ciudad. Cada jornada se iniciaba en el Imagination Cafe, con una atención exquisita y un desayuno espléndido.




Montreal, septiembre 2008

viernes, 3 de octubre de 2008

El niño con el pijama de rayas - John Boyne

Me lo regalaron el año pasado. Por unas razones u otras se iba quedando al fondo de la estantería. Lo empecé un par de veces, pero no avanzaba. Y este verano decidí llevarlo en la maleta. Todos a mi alrededor coincidían: es maravilloso, te va a encantar.
Puede que no fuera el mejor lugar (en vagones de trenes, en un avión y finalmente en un aeropuerto de madrugada). Me desconcentra no estar en casa, las conversaciones ajenas...
Puede que tantas alabanzas solamente sirvan para sobre-valorar.
Puede que simplemente no encaje con mis preferencias literarias. El caso es que soy la única persona que conozco a la que no le ha gustado especialmente.
Se deja leer con facilidad y me ayudó a sobrellevar los largos tiempos de espera.

Me encuentro en fase de readaptación al despertador. Mis horarios de sueño son todavía irregulares. La lavadora a pleno rendimiento y la nevera recupera la sonrisa.
Este fin de semana intentaré descargar las fotos de la cámara y poco a poco colocaré aquí imágenes y recuerdos de un maravilloso viaje a Canadá. Durante tres semanas pensaba que aquélla era mi vida, turista, sin la más mínima preocupación.... Las vacaciones lo curan todo. Ya queda menos para las próximas. De momento quiero disfrutar de todo lo que acabamos de vivir.