lunes, 10 de noviembre de 2008

Niágara (naiagara)










Saliendo de Toronto por carretera, por momentos con diez carriles a cada lado, viendo la torre CN rodeada de rascacielos, en un autobús desvencijado, con asientos que piden a gritos el retiro total y rugido de motor renqueante… algo falla, ¿de dónde han sacado estos cacharros prehistóricos?

Las Cataratas, de noche iluminadas y con un alo de magia. De día se perciben todas esas “bañeras” de agua que caen. Desde el paseo – gratis – se puede disfrutar de unas vistas privilegiadas; no te cansas nunca de mirarlas y apretar el botón para hacer fotos desde cada ángulo. Al otro lado Estados Unidos, dueño de la más pequeña, y la que tiene forma de herradura en la parte canadiense. IMPRESIONANTES.

Todo lo demás = cómo timar al turista y rentabilizar al máximo el negocio. Un barco que te lleva a las entrañas, donde lo más divertido es enfundarse en unos plásticos de color azul eléctrico y esquivar el chorretón de agua que se te viene encima, porque ver, apenas ves nada. Y ya totalmente decepcionante es ir por detrás. Esta vez el “chubasquero” es amarillo puñeta, y la ruta bajo túneles artificiales, para poder acercarte a una especie de ojo de buey minúsculo desde donde se aprecia perfectamente un tupido manto nebuloso. Eso sí, te asomas a una balconada, en un lateral sin el más mínimo encanto, y ves la caída tremenda de agua. Hay más opciones que ya no probamos, el helicóptero, otros barcos… Por no hablar del pueblo, una especie de parque temático, con megafonía atronadora, hortera y al que se podrían aplicar infinidad de adjetivos peyorativos. Vamos, un espanto.

Lo positivo, que lo tiene: la oferta hotelera es fantástica y a buen precio. Y la mejor cena de todo el viaje, en un restaurante hindú, que desató la gula colectiva.

En cualquier caso, merece la pena.


12 comentarios:

X dijo...

¿Y estas son las de Superman?

LU dijo...

Xabipop, no veas lo qué me he reído. Me imagino al pobre Superman haciendo cola en las atracciones y poniéndose el plástico amarillo, y es que no puedo.... Se le quitan los super-poderes pero ya.

Biquiños y a VOLAR.

Miguel dijo...

Creo que es de los sitios que sé que me van a decepcionar... así que me quedo con tus fotos y con lo del restaurante hindú. Curioso que sea la mejor de las comidas del viaje.
Un beso

LU dijo...

Imaging, el entorno es un montaje-mercadillo, pero las cataratas merecen la pena de verdad.
Lo de la comida hindú es que es una de mis favoritas y en ese sitio era especialmente deliciosa.
Biquiños

Jack dijo...

¿No te encontraste con Marilyn Monroe con el chubasquero amarillo? ¿Todavía se puede poner una moneda y escuchar las campanas tocando una melodía? Seguirte a ti es seguir los pasos de lo que yo quisiera hacer. Niagara:cine

Pepe del Montgó dijo...

Lo que me hubiera gustado a mi visitar Canada para ver sus arces, o sus lagos, o sus cataratas. Cuenta, cuenta, que entre los blogueros habemos muchos cotillas de estas cuestiones. Lo del cine se lo cuentas a Jack.

LU dijo...

Jack, vernos a nosotros con los “plásticos amarillos” te aseguro que daría para toda una escena de cine mudo. Sin palabras...
Biquiños

LU dijo...

Pepe, la naturaleza en Canadá es de impresión. La idea era ver los colores del otoño, pero para eso llegamos un poco pronto.
Fuimos por nuestra cuenta y si alguien quiere consejos o más bien una lista e cosillas de interés, con mucho gusto.
La gente allí es encantadora y siempre dispuesta a ayudarte.
Me quedan unas fotos de Toronto y se acaba la serie.
Merece la pena...
Qué ganas de hacer la maleta!!

Biquiños

Conciencia Personal dijo...

Extraordinario collage visual. Prodigiosa naturaleza que hacer callar al ser humano...GRACIAS por tu óptica...y el hotel de hielo lo fotografiaste?

besos, monique.

LU dijo...

Monique, de todo el entorno las únicas fotos que hice fueron a las cataratas. El hotel de hielo creo que ni lo vi.
Besos

Kashtanka dijo...

Yo me llevé un chasco enorme con estas cataratas. No por el bloque de hielo que habìa, sino màs bien porque el parque de atracciones antes de llegar al rìo sobra, a mì gusto demasiado turìstico. Las de Montmorenci (cerca de Québec) con una caida màs alta me gustaron màs. Ahora espero ver las de Iguazù...

LU dijo...

Desfase turístico inmerso en lo más hortera. Estuvimos un día y las vistas desde el paseo sí son espectaculares. Hay que abstraerse de todo el bullicio y excesos que lo rodean. A por Iguazú…