martes, 24 de marzo de 2009

El señor Valéry - Gonçalo M. Tavares

En palabras de Saramago, desde su Cuaderno, donde yo lo encontré:

La nueva generación de novelistas portugueses, me refiero a los que están ahora entre los 30 y los 40 años de edad, tiene en Gonçalo M. Tavares a uno de sus exponentes más cualificados y originales. Autor de una obra sorprendentemente extensa, fruto, en gran parte, de un profundo y minucioso trabajo escondido de la curiosidad del mundo, el autor de El señor Valéry, un pequeño libro que estuvo durante muchos meses en mi mesilla de noche, irrumpió en la escena literaria portuguesa armado de una imaginación totalmente inusual y rompiendo todos los lazos con los datos del imaginario corriente… no será exageración decir, sin ningún desdoro para los excelentes novelistas jóvenes de cuyo talento disfrutamos actualmente, que en la producción novelística nacional hay un antes y un después de Gonçalo M. Tavares. Creo que es el mejor elogio que puedo hacerle. Le vaticiné el Premio Nobel para de aquí a treinta años, o incluso antes, y pienso que voy a acertar. Solo lamento no poder darle un abrazo de felicitaciones cuando eso suceda.

Lo apunté, como suelo hacer, en uno de tantos papelitos que muchas veces aparecen meses después en cualquier bolsillo o cajón. Y la semana pasada entraba en mi librería favorita (huele a repostería) a comprar un regalo para mi padre y, otro para mi. Saqué la nota del bolso y lo localicé en la T. Tapas duras, portada que ya respira encanto y, al abrirlo y ver las ilustraciones, sencillamente me encapriché.

Y este fin de semana lo fui degustando como una mouse de chocolate, lentamente, saboreando cada frase, con sensaciones muy dulces, dejándome llevar… Magia en estado puro.

El señor Valéry tiene una lógica muy particular:

…era pequeño, pero brincaba mucho.
Él decía:
- Soy como las personas altas, solo que por menos tiempo.

… era despistado. No confundía a su mujer con un sombrero, como sucedía a algunas personas, pero confundía el sombrero con su propio pelo.

… tenía miedo de la lluvia.
Durante años se había entrenado para ser rápido al esquivar el agua que caía del cielo.

… tenía una casa sin volumen donde pasaba las vacaciones. La puerta y la fachada eran las únicas cosas que existían.

… tenía como profesión, en días alternos, vender y comprar.

… le gustaba mucho el café. Para el señor Valéry, trabajar y beber café era la misma cosa.

… siempre vestía de negro. Él explicaba:
- Al verme de negro, la gente cree que estoy de luto y, por compasión, no me envía más sufrimiento.

Web oficial y blog.

Dibujos de Rachel Caiano.

Varias entradas sobre el autor (enlace).


HACE UN AÑO: Vivir adrede – Mario Benedetti

14 comentarios:

Mónica dijo...

Ohhh ! me sorprendes con un escritor portugués, que biennnn, queda apuntado en un cuaderno para su búsqueda. Un abrazo y gracias por acordarte de mi con este libro. Me ha gustado mucho encontrar tus letras en mi janela.

JL Gracia dijo...

Pues nada, queda apuntado. Lo leeré. Tiene buena pinta...

Un saludo!

irene buscando la felicidad dijo...

Hay pero qué buena pintaaa.
No se si conocerás el blog de mi hermana (Mundolova, está entre mis links) pero me acabas de dar una idea estupenda para hacerle un regalo! Aunque lo leeré yo antes, jejej.
Eres una auténtica descubridora de tesoros...
Un besote!

el reino encantado de Casiopea dijo...

Hola vengo desde el blog de Mónica y como ví que hablabas de un libro y a mí me gustan tanto... Los fragmentos que pones me han encatado y si encima tiene ilustraciones y tapa dura... Lo apunto!

LU dijo...

Mónica, la verdad es que me gustan mucho tus ilustraciones y al ver este librito, con unos dibujos muy sencillos (mucho más que los que se ven en la web de la autora), pero que aportan mucho a la historia, y a la forma de contarla; de inmediato pensé en ti. Además sé que lo portugués te atrae. Ahora solamente deseo que te entusiasme tanto como a mí.

Biquiños

LU dijo...

Sibenik, destaca, sobre todo, su aparente facilidad para expresar una serie de reflexiones con una lógica peculiar. Es realmente curioso. Un soplo de aire fresco, que se agradece y mucho.

He leído un par de veces tu última entrada y todavía no tengo palabras. Te sigo con impaciencia.

Biquiños

LU dijo...

Irene, hace unos meses tú me ayudabas a elegir el regalo de una buena amiga (libro de E. Galeano), con el que acerté de pleno. Ya ves, intercambio de ideas.

Echaré un vistazo al blog de tu hermana. Es bueno (je je) que lo leas tú antes, ya que conoces muy bien a la futura destinataria y así ya ves si realmente le puede hacer ilusión o no. Es como los cocineros que prueban ellos primero.

Tu última entrada me hizo reflexionar. Ojalá se pasen los nubarrones y brille el sol con fuerza en tu vida.

Biquiños

LU dijo...

Bienvenida Casiopea, pues espero que el libro te guste. Me voy ahora mismo a tu reino de visita.

Biquiños

Nootka dijo...

Geniales!!
Gracias por mostrarme a este portugués, creo lo buscaré en una librería, y espero que huela a repostería.
Un beso

LU dijo...

Nootka, aunque parezca una frivolidad (y lo es), es mi librería favorita por ese dulce motivo. En su interior hay una cafetería muy pequeñita, 5 o 6 mesas entre libros, regentada por la mejor pastelería de mi ciudad. Y se trata de una de esas tiendas de libros que hay por todas partes, en tonos verdes y con trabajadores uniformados... Pero ese aroma a café, y esos postres chocolateros....

BIQUIÑOS

Conciencia Personal dijo...

AMIGA:

TENGO UN LIBRO DE ÉL, EN ESPERA DE SU LECTURA Y TE JURO QUE ENTRE TANTAS LECTURAS, SE ME PIERDE EL RECUERDO DE CÓMO SE LLAMA....SOY DESPITADA COMO EL SEÑOR VALÉRY.

BESOS, MONIQUE.

LU dijo...

Monique, yo volveré a este autor porque este primer contacto ha sido maravilloso. Ya me contarás cual es ese libro que tienes ahí perdido en la estantería.

Biquiños

Mónica dijo...

¡¡Hola!!, hoy me llamaron para recoger el libro tan esperado. Un abrazo y muchas gracias, voy a disfrutarlo en el ratito que tengo antes de irme al trabajo.

LU dijo...

Mónica, deseo que te guste y te haga sonreir, y pensar, e imaginar a este curioso señor.

Yo hoy me he ido directamente al salir del trabajo a por mi ración de literatura para celebrar el día como se merece. Ahora mismo estoy leyendo un libro que me tiene en una nube. En breve lo cuento por aquí.

Biquiños