miércoles, 20 de agosto de 2008

Las afinidades electivas - Johann Wolfgang Goethe

Hace ya muchos años que leí totalmente fascinada “Los sufrimientos del joven Werther”. El libro pertenecía a una colección de obras clásicas que había en casa de mis padres. Actualmente me atrae más la literatura contemporánea. Pero las casualidades, o más bien Jim & Jules, provocaron mi curiosidad. En la biblioteca no lo tenían y decidí comprarlo. Una edición preciosa, la portada, las tapas duras y la cinta marcadora.

En un ambiente romántico, un matrimonio vive plácidamente en su castillo, haciendo arreglos en sus propiedades y disfrutando de veladas de música y lectura. Pero su vida cambia por completo con la llegada de una protegida de ella y un amigo de él. Nos habla de amor, deseo, infidelidad, culpa, de cómo se van transformando las relaciones y los sentimientos.

Se lo he regalado a una amiga que ahora mismo está luchando con todas sus fuerzas por salir a flote, y yo que no se encuentra tan fantásticamente bien como quiere que creamos; pero también estoy segura de que poco a poco lo va a conseguir. Ha empezado a leerlo en sus mañanas de soledad en la playa. Me la puedo imaginar, con esas ganas de sol (este verano en Galicia, harto complicado), su bolso cargado de cosas totalmente “necesarias” (esa maravillosa cámara con ojo de pez y su inseparable Moleskine). Y ella nos ha embarcado, a un grupo de amigos, en una aventura repleta de ilusión, Café Boreal. Va a ser genial.

Afinidades electivas, de eso se trata.

9 comentarios:

LU dijo...

Buscando “afinidades electivas” en internet, apareció una amplia red virtual de poetas hispano parlantes y una película de los hermanos Taviani.

Esto no encajaba dentro del post,y lo coloco por aquí.

Pepe del Montgó dijo...

Yo he vivido dos años en Cambados y siempre he deseado volver, pero antes quiero conocer otros sitios. Cuando termine las vacaciones visiaré más desacio tu blog que me parece muy interesante.

LU dijo...

Bienvenido Pepe. A mi me pasa algo parecido, la curiosidad por lo nuevo me puede, y, queda tanto mundo por ver… De todas formas me gusta volver a esos lugares llenos de recuerdos personales, por haber vivido allí o simplemente por esos instantes mágicos que sientes al estar de paso… Y Salamanca es realmente muy especial.
Un saludo

eva dijo...

la dama se esconde, me encanta leer en la playa, me acordé de tí estos días en galicia, llegué ayer de madrugada y ya siento morriña, un besito guapa

LU dijo...

Hola Eva:
Espero que tus vacaciones hayan sido geniales y ÄNIMO, con la vuelta la morriña ataca fuerte, pero poco a poco nos adaptamos.
Biquiños

Pepe del Montgó dijo...

Acabo de dar un buen paseo por tu blog (más de dos horas) y me ha gustado. Además, siguiendo tus críticas, ya he sacado unas cuantas películas para ver "en casa". Chester es preciosa, ¡lástima lo del hotel! Saludos

Vegetable Man dijo...

suena bien

LU dijo...

Pepe, ¿has aguantado tanto tiempo con mi blog? GRACIAS, de verdad, muchas gracias. Es de los mejores piropos que le han echado a esta tartaruga.
Sí, Chester es realmente preciosa. Y el hotel, anecdótico. Por cierto pertenece a la cadena Best Western, para mi queda ya tachada de las posibilidades de futuros alojamientos.

Espero verte por aquí de vez en cuando.
Biquiños

LU dijo...

Vegetable man, a mi, por lo menos me sirvió de contraste completo y además me trajo gratos recuerdos de lecturas casi olvidadas
Saludos