martes, 9 de agosto de 2011

La soledad de los números primos - Paolo Giordano

Alice sufre un accidente mientras esquía.

Si no hubiera niebla quizás alguien podría verla desde arriba, una mancha verde en el fondo de un barranco, por donde volvería a correr un arroyuelo en primavera y con los primeros calores crecerían fresas silvestres, esas fresas que se ponen dulces como caramelo y abundan tanto que en un día llenas una cesta.

No conseguirá perdonárselo a su progenitor, que la presiona para que practique ese odioso deporte. Idolatra a una adolescente compañera de clase, y líder sin escrúpulos. Pero todo cambia cuando lo conoce a él.

Mattia no es como los otros niños, hasta que un día asiste a una fiesta de cumpleaños. Una decisión infantil con graves consecuencias para el resto de su vida. Brillante en lo académico, nefasto en lo social y emocional.

En una clase de primer curso Mattia había estudiado que entre los números primos hay algunos aún más especiales. Los matemáticos los llaman números primos gemelos: son parejas de números primos que están juntos, o mejor dicho, casi juntos, pues entre ellos media siempre un número par que los impide tocarse de verdad. Números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43. Mattia pensaba que Alice y él eran así, dos primos gemelos, solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de verdad.

El inicio del texto es demoledor. Primer libro de Paolo Giordano (nacido en 1982, muy joven) licenciado en Física, y un éxito mundial. Sorprende por la profundidad de la frialdad y el distanciamiento de la pareja protagonista. Mundos paralelos que se observan, que apenas se rozan. Mundos de personas que viven para sus cálculos matemáticos, ajenos a la amistad, al cariño, al amor. Aparentemente tan delicados, pero con esa obstinación, esa fuerza de la rutina, aferrados a la seguridad de lo cotidiano. Personas que temen a las emociones. Cicatrices que dejan huella, dolor auto-infringido, sentimientos de culpabilidad. A pesar del inmenso drama que nos narra, es de muy fácil lectura y llega a lo más hondo.

Lo leí por las referencias de una amiga, y me gustó mucho.


HACE UN AÑO: Drama o dramones

4 comentarios:

Mario Salazar dijo...

Éste libro también me lo han recomendado, dicen que es muy bueno, espero leerlo, me encanta que utilice algo de la matemática en una novela, me parece muy ingenioso, no soy muy entendido de esa materia pero todo lo que nos acerque a algo distinto o complicado me parece elogiable en todo sentido. Sobre la catedral de esa hombre, es digno de mención, que maravilla, el poder de un hombre y sus sueños, al final la humanidad toma valor por uno de esos divagues que cobran realidad. El empeño es admirable. La catedral tiene una apariencia de cierta fantasía. Un abrazo.

Mario.

LU dijo...

Mario, casi todas las matemáticas del libro se resumen en la contraportada y esa explicación de la distancia de los números primos. En cualquier caso, el protagonista estudia matemáticas y disfruta descifrando largas y complejas teorías, pero no nos las explica, apenas las cita de pasada.

Es más un texto de emociones y sentimientos, de personas que no necesariamente encajan en el engranaje de lo social, lo habilidoso, lo competente. Personas frágiles y vulnerables.

La catedral, en realidad es completamente alucinante, de unas dimensiones asombrosas. La verdad es que la histortia de este hombre daría para un buen libro. Una vida dedicada a su sueño.

Biquiños

Bargalloneta dijo...

A mi también me gustó mucho lo leí por recomendación de jordicine, del cual me fio bastante. Todavia no la han estrenado , ya han hecho la peli , y sale Isabella Rossellini
petonets

LU dijo...

Bargalloneta, no hay nada mejor que esas recomendaciones cuando es fácil coincidir en opiniones. Ojalá la peli sea capaz de transmitir esa fragilidad de los dos protagonistas.

Biquiños