sábado, 2 de mayo de 2009

Cine japonés (1958)


La balada de Narayama
TITULO ORIGINAL Narayama bushiko
DIRECTOR
Keisuke Kinoshita
REPARTO Kinuyo Tanaka, Teiji Takahashi, Yûko Mochizuki, Danko Ichikawa, Keiko Ogasawara, Seiji Miyaguchi, Yûnosuke Itô, Ken Mitsuda, Eijirô Tono
GUIÓN Keisuke Kinoshita (Historias: Shichirô Fukazawa)
MÚSICA Chuji Kinoshita, Matsunosuke Nozawa
FOTOGRAFÍA Hiroyuki Kusuda
Japón 1958, 98 min.


Arraigadas creencias que consideran a la vejez como sinónimo de inutilidad y obligan a las personas que alcanzan los 70 años a subir a la montaña:

“Cuanto antes vaya, más favorables me serán los dioses”.


La protagonista de esta historia está totalmente resignada e incluso parece ansiar la llegada de ese momento. Pero antes de partir ha de buscarle una nueva esposa a su hijo, viudo desde hace un año. Un mensajero de un pueblo cercano le trae la buena nueva, una candidata que acaba de peder a su marido. Entre ellas se establece de inmediato un fuerte vínculo que hará más duro el final.

El hijo ha de acompañarla, sin ser vistos al partir. Al llegar a la montaña sagrada no podrán pronunciar ninguna palabra y, de regreso, él no debe mirar hacia atrás. Desoladoras escenas de una mujer llena de vida caminando hacia la muerte. Sobrecogedora esa imagen en lo alto del Narayama (morada de los dioses), cuando comienza a nevar.



El hombre del carrito
TITULO ORIGINAL Muhomatsu no issho
DIRECTOR
Hiroshi Inagaki
REPARTO Toshirô Mifune, Hideko Takamine, Hiroshi Akutagawa, Choko Iida, Chishu Ryu, Haruo Tanaka, Jun Tatara, Nobuo Nakamura, Seiji Miyaguchi, Chieko Nakakita
GUIÓN Hiroshi Inagaki & Mansaku Itami (Historia de Shunsaku Iwashita)
MÚSICA Ikuma Dan
FOTOGRAFÍA Kazuo Yamada
Japón 1958, 103 min.
León de Oro en el Festival de Venecia





Trabaja tirando de su carrito y un día ayuda a un niño y lo lleva a su casa. Allí conoce a sus padres quienes en agradecimiento le invitan a cenar. Ella se queda viuda y el protagonista la apoyará en todo lo relacionado con la crianza del hijo, le enseñará a ser fuerte y seguro.

Aquí Mifune interpreta de forma magistral a este hombre rudo y honrado, que vive para hacer feliz a una mujer hacia la que siente un amor incondicional e inconfesable. Momentos de especial intensidad son la carrera popular en la que él participa con un estilo muy peculiar, divertido y tierno y la conversación que tiene con el niño en la que le confiesa que una vez en su vida lloró.

La rueda que gira, el paso del tiempo, el alejamiento del chico que se va a la universidad y ese repicar de los tambores. Sin duda, una obra maestra.

2 comentarios:

Paco dijo...

Un placer leerte. Y yo también te he enlazado hace cinco minutos.

LU dijo...

Paco, gracias. Se abre otra ventana muy interesante.