martes, 8 de julio de 2008

El sabor de las cerezas


TITULO ORIGINAL Ta'm e guilass
DIRECTOR y GUIONISTA
Abbas Kiarostami
MÚSICA popular iraní
FOTOGRAFÍA Homayon Payvar
REPARTO
Homayon Irshadi, Abdolrahman Bagueri, Safar Ali Moradi, Afshin Khorshid Bakhtiari
Irán 1997, 98 min.
Palma de oro en Cannes y mejor pelicula extranjera en Boston Society of Film Critics Awards.




Algunos principios son premonitorios. Apenas unos minutos y ya sabes si te va a emocionar o a hacer pasar un buen rato. Y no suelo equivocarme. Pues en este caso, la primera parte me pareció cansina, y los diálogos, retahílas de preguntas cargantes e invasoras.

De nuevo la imagen de un hombre al volante de un coche. Busca a alguien. Habla con peones, con un hombre que recoge bolsas, con un soldado Kurdo, con un vigilante de Afganistán. Y muy lentamente vamos percibiendo la intención de ese trabajo que quiere encargar a un desconocido. Parece desesperado y lo único que le importa es asegurarse de que esa persona va a cubrir con tierra un agujero.

Planea meticulosamente su suicidio. Surge cierta incertidumbre y diversas tentativas para convencerle de lo equivocada de su decisión. Un seminarista afgano apela a su dios, y, finalmente, otro hombre le escucha y le transmite su propia experiencia a modo casi de metáfora. Una noche sale de su casa, cuelga una cuerda en un árbol, sube, tiene delante unas cerezas, las prueba y están deliciosas, empieza a amanecer, se queda admirando la luz y quiere disfrutar de lo bello de la vida. Toma unas cuantas cerezas y se las lleva a su mujer. Cambia su forma de pensar, de ver las cosas, en positivo.

En ningún momento el protagonista transmite sus razones o sus problemas. Es su propia percepción lo relevante. No quiere expresarlo, ni parece dispuesto a cambiar de idea:

“No es que no pueda comprenderlo, pero no puede sentir lo que yo siento. Puede compartir, emprender, incluso mostrar compasión. Llegar a sentir mi dolor, eso es imposible.”

La parte final es realmente brillante. Todas las piezas van encajando poco a poco. El esplendor de la natuzaleza. El atardecer con ese sol rojo de fondo. El cielo de noche, con nubes amenazantes que cubren esa gran luna y generan una potente tormenta.

Pues, a pesar de esos inicios que me desconcertaron mucho, me ha encantado. El planteamiento del suicidio es verdaderamente original. No pretende juzgar, ni profundizar en las causas que llevan a un hombre a tomar semejante decisión. Hay respeto en todo momento y por medio de la palabra se promueve la reflexión.

¿Qué puede llevar a alguien al extremo de querer quitarse la vida? ¿Es un acto de cobardía o valentía?

4 comentarios:

eva dijo...

me gusta tu blog porque voy conociendo pelis y grupos que no conocía. un biquiño

LU dijo...

Gracias Eva. De eso se trata, de compartir.
Biquiños

Pepe del Montgó dijo...

Gracias a tu recomendación acabo de ver esta película.¡Por fin discrepamos en algo! Es muy pesada, coche arriba y coche abajo y solo escucho palabras en un diálogo para besugos que no dicen nada. El final es de los que no saben por donde salirse. Desde luego los franceses a la hora de dar premios procuran epatar.

LU dijo...

Está bien discrepar Pepe y de nuevo me has hecho reír. Ahora sí, una recomendación: no veas ninguna película más de este director porque el ritmo lento y el coche de aquí para allá son aspectos unidos a varias de sus obras.
La próxima será mejor, seguro.
Biquiños