En el mes de julio, como muchas tardes, iba por la Alameda con Otto. Estaban las casetas de la feria del libro, pero con él al lado, poco rato nos podíamos parar. Sin embargo, cuando del stand del Círculo de lectores, me llama una chica, que poco a poco, y todavía no sé cómo, me convence para hacerme socia, Otto se queda quieto, sin inmutarse. Me voy con una bolsa, una revista y tres libros que me llegarán a casa al pasar el verano.
Mis inicios, por segunda vez, con esta forma de venta por catálogo, han sido tímidos. Revista de octubre y otra especial navideña. Entro en la web y realizo mi pedido, qué cómodo. Y por cada 3 artículos, me regalan un libro. Curioseo, como si me paseara por las estanterías de una nueva librería, y elijo Los peces de la amargura de Fernando Aramburu.
Ahora me lo he leído y me he llevado una grata sorpresa con este escritor vasco.
Es una colección de relatos sobre el terrorismo en el país vasco.
Busco información en la red y me quedo con un fragmento de una entrevista, partiendo del inicio del libro:
«Dedico este libro a la impureza...»- A mí me gusta el mestizaje. Me gustan los hombres capaces de dudar y de disentir, si hace falta, de sí mismos. Me gustan los que admiten con gusto las diferencias y sus propios errores, los que no se pegan como lapas a un ideal, los escurridizos a las definiciones, los que no ponen bombas para quedarse a solas con sus ilusiones utópicas, los que no tratan de construirse un paraíso con sangre ajena.
Mis inicios, por segunda vez, con esta forma de venta por catálogo, han sido tímidos. Revista de octubre y otra especial navideña. Entro en la web y realizo mi pedido, qué cómodo. Y por cada 3 artículos, me regalan un libro. Curioseo, como si me paseara por las estanterías de una nueva librería, y elijo Los peces de la amargura de Fernando Aramburu.
Ahora me lo he leído y me he llevado una grata sorpresa con este escritor vasco.
Es una colección de relatos sobre el terrorismo en el país vasco.
Busco información en la red y me quedo con un fragmento de una entrevista, partiendo del inicio del libro:
«Dedico este libro a la impureza...»- A mí me gusta el mestizaje. Me gustan los hombres capaces de dudar y de disentir, si hace falta, de sí mismos. Me gustan los que admiten con gusto las diferencias y sus propios errores, los que no se pegan como lapas a un ideal, los escurridizos a las definiciones, los que no ponen bombas para quedarse a solas con sus ilusiones utópicas, los que no tratan de construirse un paraíso con sangre ajena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario