sábado, 15 de diciembre de 2007

13 – XII – 99: restaurador

Hoy no trabajo, pero Otto se despierta cuando oye salir a mis vecinos, muy temprano. Unos mimos y aguanta hasta una hora más prudente.
Lo dejo con mi hermana mientras salgo a por un teléfono inalámbrico, para poder hablar tranquilamente sin miedo a que alguien muerda los cables. También compro un álbum bonito para colocar sus fotos.
Sale con mi padre y ni le llora ni se para en seco y se sienta en la acera. A mi es que me toma el pelo de mala manera!!!
Se inicia en las alturas, trepa al sofá, a la mesilla. Toca quitar cosas que puedan peligrar a su alcance. Una de sus primeras obras de arte es la restauración de parte del relleno de mi querido patiñas, que será mejor colocarlo en otra habitación.
No le gusta nada que le cepille y yo no insisto demasiado.
Se lo pasa en grande con su cojín. Como los jansters su nivel de actividad se acelera por las noches, cuando el resto de los mortales pretendemos irnos a dormir.

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