sábado, 31 de diciembre de 2011

El apartamento



Resulta muy “acogedor”:

El único problema es que no puedo entrar en él siempre que quiero.

Un enjambre uniforme de empleados y el ascensor. Es un pobre diablo a disposición de varios directivos y jefecillos. Entrega las llaves y con ellas su dignidad, a cambio de un ascenso. Desoladora fiesta navideña, rodeado de risas y efluvios etílicos. Un espejo resquebrajado que la delata. Un corazón roto, el de un hombre enamorado en silencio



Arrasó en los Oscars. Es la preferida de Wilder. A mí me parece una historia tan TRISTE. Menos mal que contiene numerosos toques cargados de humor:

Algunas veces son dos juerguecitas por noche. No abuse de la salud. (Sabios consejos médicos). Estoy haciendo investigaciones de anatomía patológica y me gustaría pedirle un favor  Cuando haga testamento, y al paso que va, no lo demore ¿Le importaría dejar su cuerpo a la Facultad? (este doctor es genial).


Cuando me siento muy desgraciado, hago una comedia. Y cuando estoy de muy buen humor, hago una película seria.

La idea reposó en el cuaderno negro de Wilder durante años. Inspirado en Breve encuentro de David Lean, la idea era: “Película sobre el hombre que se acuesta en la cama que aún está tibia por la presencia de los dos amantes”. A medida que la censura se fue relajando, vio que había llegado la hora de rodar El Apartamento. ¿Existe una comedia dramática, triste y amable, que mejor represente la vida norteamericana contemporánea? Dentro de muchos años la respuesta será todavía, probablemente, no. Este “cuento de hadas obsceno”, totalmente moderno, es una obra maestra de cine romántico y social sobre un hombrecillo en una gran empresa. Su apartamento se convierte en el picadero de ejecutivos mujeriegos, y Lemmon, inimitable en el papel de C. C. “Bud” Baxter, asciende sospechosamente la escala corporativa, mientras ejerce de alcahuete amable e involuntario, lleno de inocencia. Se enamora de la ascensorista, Fran Kubelik (Shirley MacLaine), que en secreto visita su apartamento con Fred MacMurray, el supercanalla director de la seguradora J.D. Sheldrake. En 1961, Wilder obtuvo un triunfo triple poco frecuente en los Oscars: Mejor guión (con Diamond), Mejor Película y Mejor Director. Cuando el dramaturgo Moss Hart entregó el segundo de los tres premios a Wilder, se inclinó y le susurró al oído: “Es hora de parar, Billy”. Estas palabras persiguieron a Wilder, que era consciente ya entonces, de que El Apartamento sería difícil de superar. Nota curiosa: Lemmon y MacLaine perdieron los Oscars de interpretación ante el Burt Lancaster de El fuego y la palabra y la Elizabeth Taylor de Una mujer marcada. Pocas veces han sido los Oscars más injustos. Del libro “Conversaciones con Billy Wilder” de Cameron Crowe

TÍTULO ORIGINAL The Apartment EE UU 1960, 125 min. DIRECTOR Billy Wilder . GUIÓN Billy Wilder, I.A.L. Diamond MÚSICA Adolph Deutsch. FOTOGRAFÍA Joseph LaShelle (B/N) REPARTO Jack Lemmon, Shirley MacLaine, Fred MacMurray, Ray Walston, Edie Adams, Jack Kruschen, Joan Shawlee, Hope Holiday, David Lewis, Naomi Stevens, Johnny Seven, Joyce Jameson, Willard Waterman, David White. Puedes verla íntegra en youtube.



Supongo que está todo dicho y escrito sobre esta obra maestra del cine: sublime director, magníficas interpretaciones, guión soberbio...  Me uno a la legión de adoradores de esta joya imprescindible.

Cállate y juega.

Cuidado con las luces de Fin de Año, si se apagan, alguien puede desaparecer. Descorchemos el cava, un brindis por un 2012 repleto de buenos momentos. Feliz año a tod@s!!!


4 comentarios:

Pepe del Montgó dijo...

Sin duda una gran película, aunque yo dudo entre esta y la frescura de "Irma la dulce" que he vuelto a ver, y van un montón de veces, hace poco.

Juli Gan dijo...

La caradura de los jefes del pobre Jack Lemmon es impresionante, sobre todo el malvado -recuperado. Fred McMurray. Una peli fascinante. (Alguna vez he de porbar yo lo de escurrir spaghetti en la raqueta de ténis)

LU dijo...

Pepe, Wilder es uno de mis clásicos predilectos. No me canso de ver sus películas. Con El Apartamento siempre tuve una sensación extraña, al ser etiquetada como comedia dramática, y la verdad es que ese pobre hombre me da tanta pena…

Biquiños

LU dijo...

Juli, todos se aprovechan de él, jefes y jefecillos, que ni pinchan ni cortan. Todo por un ascenso en el escalafón… Un pobre diablo.

Ese arte culinario, raqueta en mano. Sensacional, aunque yo no añadiría a mis pocas artes en la cocina la de la práctica del “tenis”, era ya lo que me faltaba para el desastre total…