Aquí empieza la parte del viaje a la que más ganas le tenía. Los pronósticos no fallan y nos recibe un tremendo aguacero con fuertes rachas de viento. El primer día va a ser de “interiores”: planta baja del ayuntamiento, Art Gallery, John Ryland´s Library y catedral. Lo poco que podemos percibir por las calles es realmente atractivo. Me gusta esta ciudad.
Al día siguiente mejoran de forma considerable las condiciones climáticas y ya con cámara en mano, podemos fotografiar y disfrutar de sus edificios, plazas y calles. Es festivo, el viento polar arrecia y entramos en el Urbis, con toda una planta dedicada a Japón, manga y anime, casualidades… Un café tranquilo en su terraza interior mientras vemos caer el granizo.
Al día siguiente mejoran de forma considerable las condiciones climáticas y ya con cámara en mano, podemos fotografiar y disfrutar de sus edificios, plazas y calles. Es festivo, el viento polar arrecia y entramos en el Urbis, con toda una planta dedicada a Japón, manga y anime, casualidades… Un café tranquilo en su terraza interior mientras vemos caer el granizo.
En mi cabeza suenan muchas canciones de grupos que salieron de aquí. Me siento bien y es el mejor final para este viaje. A esta ciudad hay que volver.
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