DIRECTOR Marcelo Piñeyro
GUIÓN Aída Bortnik & Marcelo Piñeyro
REPARTO Héctor Alterio, Leonardo Sbaraglia, Federico Luppi, Cecilia Dopazo, Ferrán Miras, Daniel Kuzniecka, Cipe Lincovsky, Antonio Grimau, Alex Benn
Argentina 1995, 92 min.
1996: Sundance: Mención Especial del Jurado
O el banco le entrega el dinero que le debe, o se mata. Ante esta amenaza, el pobre incauto que le atiende, al leer la nota y ver la pistola, se asusta y ahí empiezan una serie de acontecimientos cada vez más disparatados.
Entre toques de humor (grabación del vídeo que mandan a la tele o el coche en el río), los dos personajes se van conociendo y respetando cada vez más. Uno le cuenta su vida y los motivos que le han llevado a esa situación, y el otro descubre todo un entramado de corrupción dentro de su empresa y que aquellos que creía sus amigos, lo estaban utilizando.
El poder de los medios de comunicación, las informaciones sesgadas en busca de máxima audiencia; temas muy actuales.
Lo peor, ese final. Esta película se merece otra forma de acabar. Increíble el entorno, esa naturaleza fascinante de la Patagonia.
Sobra la historia de amor, que ni tan siquiera adorna.
Los actores, soberbios, como siempre; sobre todo Alterio.
Mis escenas favoritas, el baile con la dedicatoria desde la radio y el reparto del dinero en la plaza del pueblo.
“No te ofrezcas de rehén a cada rato”.
GUIÓN Aída Bortnik & Marcelo Piñeyro
REPARTO Héctor Alterio, Leonardo Sbaraglia, Federico Luppi, Cecilia Dopazo, Ferrán Miras, Daniel Kuzniecka, Cipe Lincovsky, Antonio Grimau, Alex Benn
Argentina 1995, 92 min.
1996: Sundance: Mención Especial del Jurado
O el banco le entrega el dinero que le debe, o se mata. Ante esta amenaza, el pobre incauto que le atiende, al leer la nota y ver la pistola, se asusta y ahí empiezan una serie de acontecimientos cada vez más disparatados.
Entre toques de humor (grabación del vídeo que mandan a la tele o el coche en el río), los dos personajes se van conociendo y respetando cada vez más. Uno le cuenta su vida y los motivos que le han llevado a esa situación, y el otro descubre todo un entramado de corrupción dentro de su empresa y que aquellos que creía sus amigos, lo estaban utilizando.
El poder de los medios de comunicación, las informaciones sesgadas en busca de máxima audiencia; temas muy actuales.
Lo peor, ese final. Esta película se merece otra forma de acabar. Increíble el entorno, esa naturaleza fascinante de la Patagonia.
Sobra la historia de amor, que ni tan siquiera adorna.
Los actores, soberbios, como siempre; sobre todo Alterio.
Mis escenas favoritas, el baile con la dedicatoria desde la radio y el reparto del dinero en la plaza del pueblo.
“No te ofrezcas de rehén a cada rato”.
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