Lecturas de otoño - invierno

Sombras sobre Berlín - Volker Kutscher

"Berlín ha muerto, en su lugar crece Chicago" (Walther Rathenau).

Primer caso del comisario Gereon Rath, recién llegado a Berlín, tras un importante traspiés en su Colonia natal. Aterriza en la sección de Costumbres de la policía criminal, cuya labor principal es clausurar garitos que atentan contra la moralidad, o incautar publicaciones pornográficas. Unas cuantas casualidades le llevan sobre la pista del asesinato de un ruso, y por su cuenta y riesgo, inicia la investigación.

"La época de entreguerras en Alemania es fascinante. La gran pregunta es cómo pasamos de una democracia a una dictadura bárbara".

Aparte del escenario común, nada que ver con mi querido Bernie Gunther, el personaje de Philip Kerr. "He leído sus novelas, su detective a lo Bogart es muy diferente del mío".

Me ha gustado, pero el protagonista no me cae excesivamente bien, y eso, en ocasiones, interfiere en un mayor disfrute de la trama.

Si tú me dices ven, lo dejo todo... pero dime ven – Albert Espinosa   

Autor que toca muchos palos: cine, literatura, televisión, radio y prensa. A saber si me dejo algo más. En la biblioteca tienen una edición con una portada en la que no aparece el título, y esa imagen es una verdadera preciosidad.

No es un bolero, aunque dura poco más que un disco. Se lee de un tirón, de prosa ágil, con momentos tiernos, de ensoñación infantil. Dicen quienes ya leyeron otros libros de Albert, que se repite a si mismo. Tiene destellos que me atraen, pero le falta profundidad.

Me encanta la intro y el diseño de su web.

La huella del hereje – Susana Fortes 

Casi de puntillas llego a esta lectura. Autora que desconozco, acción que se desarrolla en Santiago (quizás ése sea su mayor aliciente antes de empezar) y novela negra (me gusta).

Aparece el cadáver de una joven universitaria en la catedral. La policía y el periódico local investigan esa extraña muerte. Ideales ecologistas, seguidores de Prisciliano, manuscritos demoniacos... No consigue atraparme, no me aburre, pero tampoco me deja con ganas de más.