lunes, 13 de septiembre de 2010

Dos crímenes - Jorge Ibargüengoitia

Cuando hablaba del libro de Daniel Sada, en los comentarios, Alamut me recomendaba esta breve novela, y ahora toca agradecérselo porque me lo he pasado en grande.

Humor mordaz y ácido + novela negra y folletínesca forman una mezcla explosiva.

El Negro y La Chamuca celebran una fiesta en su casa y al día siguiente salen huyendo. Se les acusa de terrorismo, de provocar un incendio, o de ambas cosas. Son inocentes, pero su pertenencia a una célula comunista no les favorece a la hora de demostrarlo, y es mejor desaparecer una temporada. Él va a casa de su tío millonario en busca de dinero, y para conseguirlo se inventa un falso negocio. El viejo está enfermo y vive rodeado de una banda de ambiciosos buitres carroñeros, sus sobrinos, a la espera de su muerte para apropiarse de la cuantiosa herencia. Lógicamente le reciben con recelo, y su tío aprovecha esta situación para poner en juego sus mejores cartas.

Con una serie de enredos se va construyendo la trama, en apariencia simple, con toques de erotismo y crítica social.

Una de mis escenas preferidas, El Negro (comunista) acude a un encuentro con sus primos para negociar la posible venta de su parte de la herencia:

"Voy a pedir un millón" iba pensando cuando empujé la puerta del California, "pero si me ofrecen cien mil, los tomo".
Mis primos estaban en un rincón, rodeados de cancioneros que cantaban con mucho sentimiento "Déjame como estaba.'' Alfonso me hizo señas de que me acercara y cuando estuve a su lado me dijo:
—Oye nomás qué maravilla.
"Actúa con calma", me dije en mis adentros, "mientras ellos no te hablen del negocio, ni una palabra. Haz como que se te olvidó a qué viniste. Al fin tienes toda la noche para regatear."
Comprendí que mis primos habían llegado hacía rato. No estaban precisamente borrachos pero sí muy conmovidos.
"Déjame como estaba" es una canción que trata de un hombre que tiene una experiencia amorosa muy triste, porque las mujeres no son como él esperaba. Cuando la amante se despide, él exige que lo deje como estaba antes de conocerla, "sin amor ni dolor ni nada".

No, esa noche no se van a tratar temas de dinero o tierras, sino de aventuras extramatrimoniales.

Se ha hecho una adaptación al cine, y no me extraña porque es un estupendo guión. Habrá que verla.

Publicada en México en 1979, 31 años después permanece totalmente vigente.

Incapaz de aprenderme el apellido del autor.

Jorge Ibargüengoitia en la wikipedia

Lo puedes leer íntegro aquí






HACE UN AÑO: Otto cumple 10 años

6 comentarios:

Alamut dijo...

Me alegro mucho de que te haya gustado. Yo me lo pase tan bien al leerlo que me saltaba las paradas de metro e iba riendome sola. La película no llega al nivel del libro, pero merece ser vista. Tus entradas sobre Mexico me han gustado muchísimo, tanto que me han dado ganas de rememorar un gran viaje y los recuerdos de un gran país.
Besos Lu

LU dijo...

Alamut, repito el agradecimiento por los buenos momentos que me ha hecho pasar el libro.

Relatar lo del viaje fue como u reto porque nunca lo consigo. Intentaré que se convierta en una costumbre porque a mi también me encanta y ayuda a recordar.

Biquiños

Pepe del Montgó dijo...

Ya sabes lo mio con la lectura, así que me he ido a la entrada de hace un año y me ha producido un sentimiento muy tierno ver a Otto en su cesta. Son buenos recuerdos

Jack dijo...

La película basada en esta novela lleva el mismo título y fue dirigida en 1995 por Roberto Sneider. Ya que no voy a leer la novela voy a intentar ver la película.

LU dijo...

Pepe, a veces señalo la entrada de hace un año sin volver a leerla o prestarle atención, pero en este caso me he parado y he recordado lo sucedido aquel mes, muy intenso, cuando nos dijeron lo de su artrosis avanzada… Sigo echándole mucho de menos. Las casualidades han traído a una perrita a vivir a mi edificio, justo en el piso de arriba. Se oye todo (gracias a la calidad de las construcciones modernas): sus patitas sobre la tarima, y las llamadas al orden de sus dueños. Recuerdo al Otto cachorro, nada que ver con ese perrillo tranquilo tumbado en su camita con 10 años.

Yo seguiré leyendo para que tú eches un vistazo a mis comentarios de hace un año.

Un beso enorme

LU dijo...

Jack, pensaba buscarla, y ahora con los datos que añades ya lo tengo más fácil.

Biquiños