domingo, 11 de abril de 2010

Y tú, por qué lees?

La semana pasada me hacía esa pregunta Nayara, para un trabajo del instituto. En tres o cuatro frases, explicar los motivos:

Me encanta leer porque me entretiene, me relaja y me enseña muchas cosas. Leer hace que funcione mejor mi imaginación. Los libros me transmiten emociones.

¿Y tú?

Últimamente estoy pasando por una etapa de mucha lectura, en los trenes o en mi casa tranquilamente.

Amado monstruo – Javier Tomeo

Mínima en cuanto a páginas y personajes. Extravagante entrevista entre un hombre que solicita un empleo y otro que será el encargado de seleccionar al mejor candidato. Cualquier experiencia extraña que hayamos podido tener en estos lances, se quedaría en una anécdota en comparación con esta secuencia de diálogos centrados en los actos previos entre madre e hijo. Se lee de un tirón.

Se interesa por mi último empleo. Una pregunta de rigor. Le confieso que no he trabajado nunca y se maravilla de que, en estos tiempos que corren, pueda existir un hombre que haya sobrevivido treinta años sin necesidad de trabajar. Replico diciéndole que no se sorprendería tanto si conociese la obsesión de mi madre por tenerme constantemente pegado a sus faldas. En cierto modo (le digo) ella es la culpable de que no haya trabajado antes.

El hereje – Miguel Delibes

Tras su muerte decidí acercarme a este libro. Novela ambientada en la primera mitad del siglo XVI, en Valladolid, donde a través de su protagonista, Cipriano Salcedo, se nos hace un espléndido relato del ámbito social y religioso. De la mano del gran Dellibes, es un verdadero privilegio recorrer esos tiempos tan oscuros de la Inquisición. Con suma facilidad nos transporta con todo lujo de detalles a las creencias y costumbres de entonces. Una vez más, me rindo a ese dominio de la palabra y la expresión.

Desde lo alto del borrico, Cipriano divisó las hileras de palos, las cargas de leña, a la vera, las escalerillas, las argollas para amarrar a los reos, las nerviosas idas y venidas de guardas y verdugos al pie. La multitud apiñada prorrumpió en gran vocerío al ver llegar los primeros borriquillos. Y al oír sus gritos, los que entretenían la espera a alguna distancia echaron a correr desalados hacia los postes más próximos. Uno a uno, los asnillos con los reos se iban dispersando, buscando su sitio. Cipriano divisó inopinadamente a su lado el de Pedro Cazalla, que cabalgaba amordazado, descompuesto por unas bascas tan aparatosas que los alguaciles se apresuraron a bajarle del pollino para darle agua de un botijo. Había que recuperarlo. Por respeto a los espectadores había que evitar quemar a un muerto. Luego, alzó la cabeza y volvió la vista enloquecida hacia el quemadero. Los palos se levantaban cada veinte varas, los más próximos al barrio de Curtidores para los reconciliados, y, los del otro extremo, para ellos, para los quemados vivos, por un orden previamente establecido: Carlos de Seso, Juan Sánchez, Cipriano Salcedo, fray Domingo de Rojas y Antonio Herrezuelo.

12 comentarios:

Pepe del Montgó dijo...

En mi caso sería "¿Y tu por qué lees tan poco?" La vergüenza me impediría contestar. Aunque este blog me está tocando la conciencia.

LU dijo...

Anda Pepe que si le contestas eso a Nayara le rompes los esquemas y la suspenden seguro.

¿Conciencia lectora? Bien, bien….

Un besote y feliz domingo que aquí es de pleno verano, o casi.

Jack dijo...

Muchas gracias por tu comentario, tu ya sabes que tu blog ha sido la fuente donde yo encontré películas muy buenas. Y de leer... sobre cine lo que caiga, de ciencia ficción bastante, pero novelas con trama y drama ya no. Saludos

Kashtanka dijo...

Leer e imaginar es muchas veces mejor que ver cualquier cosa por la TV. Yo no tengo TV, pero necesito los libros para no pasarme la vida pegada a la pantalla del ordenador.

Hablando de Delibes...hace unos dias encontré Cinco horas con Mario en castellano. Preferìa el de Señora de rojo sobre fondo gris, pero ni rastro de él en ningùn idioma. Creo que ambos te gustaron a ti. Igual miro de conseguir después el Hereje.

Besotes!

eva dijo...

yo leo desde muy muy pequeña, desde que aprendí a leer, que recuerde, y si deboraba los librs que ya no tenia donde meterlos ahora soy la persona más feliz con mi libro electronico o ebook, estoy leyendo "flashforward".
Un biquiño

LU dijo...

Jack, me alegro mucho de tu regreso, ya lo sabes.

BIQUIÑOS

LU dijo...

Kashtanka, yo tengo TV, pero la verdad es que la utilizo fundamentalmente para ver los Vds., algo de noticias, y House, poco más.

Cinco horas con Mario es impresionante. Me la leí ya hace muchísimos años, y después la vi en teatro, doblemente impresionante. Charo López con toda esa carga emocional y de diálogo.

Cualquier obra de Delibes merece la pena. El hereje es diferente porque tiene una fuerte carga de ambientación histórica., algo no habitual en los textos de Delibes.

UN BESOTE

LU dijo...

Eva, una vez comentabas que leías en tu balcón y te imagino así.

A mi hermana le acabamos de regalar u ebook y no lo quiere, dice que lo de pasar páginas es mágico y, de momento.

Yo estoy probando con audio-libros en los trenes porque me resulta más fácil concentrarme o evadirme de las conversaciones de al lado. Cuesta que te lea otra persona, pero cuando le coges el truquillo tiene su encanto, y muchas ventajas, sobre todo a primera hora de la mañana camino de Pontevedra.

BIQUIÑOS

Penélope dijo...

A mi me encantó El Hereje. Mi hija está leyendo ahora El Camino y no ve la hora de terminarlo, dice que está escrito para gustarle a gente muy, muy aburrida. Son otra generación, a mi siempre me ha gustado la manera tan sencilla y descriptiva que tiene de escribir este hombre.
Nos vemos.

LU dijo...

Quisiera verte yo a ti con la edad de tu hija y Delibes, je je je

Estoy muerta, me voy a la cama de cabeza.

BIQUIÑOS

´´Saray´´ dijo...

Yo con 9 años ya había leído 300 libros, una pasada. Es un hobby que nunca he dejado, me fascina aunque ahora no le dedique tanto tiempo.

LU dijo...

Saray, yo también lo llevo en los genes. Desde muy pequeña recuerdo los libros alrededor. El tema siempre es el tiempo del que disponemos., Hay épocas más favorables. A mi me ayudan todas las horas semanales que tengo que hacer para ir y volver del trabajo.

Biquiños y gracias por el comentario