DIRECTOR Carlos SorinGUIÓN Carlos Sorin, Jorge Goldenberg
REPARTO Ulises Dumont, Miguel Dedovich, Julio Chávez, Villanueva Cosse, Roxana Berco, Ana María Giunta
Argentina 1986, 104 min.
1986: Venecia: Mejor ópera prima.
1987: Goya a la mejor película extranjera de habla hispana
Siguiendo el rastro de este director (ya me siento una incondicional completa), encuentro su primera película; que yo veo la última. Y aquí ya aparecen todos esos detalles que le hacen tan especial. Refleja sus ganas de hacer y su forma de ponerlo en la práctica: búsqueda de actores en la calle, fascinación por un rostro, etc. No considero esta obra a la altura de todo lo posterior, pero tiene su encanto ver el origen de una manera tan personal de crear.
El cine dentro del cine. Peripecias para poder rodar la historia del ciudadano francés, Oreille Antoine de Tounens, que en 1860 se autoproclamó rey de la Patagonia y Araucania.
En este (enlace) se analiza todo el proyecto y hace un paralelismo, con el que estoy plenamente de acuerdo, entre la historia de un soñador-demente (con todo el cariño ambos adjetivos) y el hacer de un realizador de cine; en este caso, Sorín. Esas utopías a las que aspiramos (con más fuerza a edades más tempranas). Su sueño es hacer esa película, lucha contra todas las dificultades que se le presentan, no se rinde. Incluso cuando parece que se acerca la derrota, su mente ya está enfrascada en la siguiente idea para un nuevo guión. Así es la vida, hacemos planes, unos se cumplen y otros no. Pero nos sorprendemos una y otra vez reinventándolos.
Transmite magia y apasionamiento, y eso es digno de la máxima admiración.
El cine dentro del cine. Peripecias para poder rodar la historia del ciudadano francés, Oreille Antoine de Tounens, que en 1860 se autoproclamó rey de la Patagonia y Araucania.
En este (enlace) se analiza todo el proyecto y hace un paralelismo, con el que estoy plenamente de acuerdo, entre la historia de un soñador-demente (con todo el cariño ambos adjetivos) y el hacer de un realizador de cine; en este caso, Sorín. Esas utopías a las que aspiramos (con más fuerza a edades más tempranas). Su sueño es hacer esa película, lucha contra todas las dificultades que se le presentan, no se rinde. Incluso cuando parece que se acerca la derrota, su mente ya está enfrascada en la siguiente idea para un nuevo guión. Así es la vida, hacemos planes, unos se cumplen y otros no. Pero nos sorprendemos una y otra vez reinventándolos.
Transmite magia y apasionamiento, y eso es digno de la máxima admiración.
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