Un momento divertido.
Max sale del
hospital con un diagnóstico demoledor: le queda poco tiempo de vida. Entonces
opta por tirar la casa por la ventana rumbo al sol mexicano. Para ello necesita
“algo de pasta” y allí está la caja de caudales (en un concesionario de coches)
donde guardan el dinero de los chanchullos que no declaran. No es su día de
suerte: la exuberante administrativa rechaza, con una sonrisa (y cara de
descomunal sorpresa), su invitación a cenar; y en pleno robo, le pillan con las
manos en la masa (su amigo, a la par que socio). No dispuesto a rendirse, huye
a toda velocidad en un lujoso vehículo (que tampoco le pertenece, ya
puestos…). Pero como dije, no está en
racha, y en la persecución, de noche y bajo una intensa lluvia, se empotra
contra una valla.
4 comentarios:
Lu,
ésta la vi y me gustó.Vengo de dejarte comentario en Zinéfilas intentando contestar a todas las preguntas y reflexiones que dejas en el aire al final.
biquiños!
Yo también vengo de Zinéfilas, a mi también me gustó mucho
Troyana, creo que al acabar de verla, sí que da pie a numerosas reflexiones, o al menos a una prolongada conversación sobre el estilo de vida que llevamos. Tan apegados a lo material. Ese pobre hombre, esa vida gris que lleva, y sólo se le ocurre robar para irse al Caribe. Solo, sin nadie, aparentemente sin familia ni amigos…. Qué duro!!!
Los toques de humor y ese lado tierno son un gran acierto porque el trasfondo es muy duro.
Biquiños y gracias por contestar siempre con tantas ganas.
Bargalloneta, con el paso del tiempo supongo que perduran esas buenas sensaciones, y no es tan sencillo recrear lo que plantea esta película y en base a dos seres tan peculiares, y encantadores a la vez.
Gracias por el paseo que te has dado por la tartaruga.
Biquiños
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