domingo, 11 de septiembre de 2011

Los colores de la montaña


DIRECTOR Y GUIONISTA Carlos César Arbeláez. REPARTO Hernán Mauricio Ocampo, Nolberto Sánchez, Genaro Aristizábal, Natalia Cuéllar, Hernán Méndez. FOTOGRAFÍA Oscar Jiménez. Colombia - Panamá 2010, 88 min.



Manuel tiene 9 años, le gusta dibujar, ayuda a la nueva maestra y disfruta jugando al fútbol. Por su cumpleaños le regalan una pelota nueva y en ese momento es la viva imagen de la felicidad. Pero pronto la perderán al caer en medio de un campo minado. Aún así, no se rinde e inventará mil tretas para recuperarla. Es un niño y no le teme a nada.

La guerrilla presiona a los adultos para que se unan a la causa armada. Muchos abandonan el pueblo, otros sufren constantes amenazas.

La profesora, una chica joven que lo único que quiere es que sus alumnos aprendan, muestra su rechazo ante la violencia y las consignas escritas sobre la pared de la escuela. Esa escena, cuando los niños y ella pintan esa pared con un precioso dibujo de las montañas, es quizás el momento álgido de esta historia.

Sencilla, sorprendente y con la mirada infantil como bálsamo para la terrible realidad circundante. Al principio cuesta un poco entender a los personajes, el acento para quienes no estamos acostumbrados, no es sencillo; pero poco a poco nos va ganando la imagen y ese grupo de niños.


HACE UN AÑO: Bright star

6 comentarios:

Pepe del Montgó dijo...

Los paises suramericanos están haciendo un cine muy interesante. Esta me la apunto para verla.

Bargalloneta dijo...

Estoy de acuerdo con Pepe,
la han estrenado ya???

Penélope dijo...

No se si la tengo... habrá que mirar (ya sabes dónde)

LU dijo...

Pepe, al fin has encontrado algo por aquí, je je je

Tiene candidez de la infancia y un fondo terrible de las guerrillas, con imágenes preciosas.

Ya me contarás.

LU dijo...

Bargalloneta, he leído en algún sitio que se estrenaba en junio de este año, pero para ser sincera, yo la he visto en casa…

Ojalá te guste

Biquiños

LU dijo...

Penélope, busca y si no la encuentras, ya sabes lo que tienes que hacer.

No quiero madrugar mañana.

Biquiños