miércoles, 4 de junio de 2008

Konrad, o el niño que salió de una lata de conservas

Cuando paso una racha de sequía lectora, necesito algo rompedor, que desde el primer párrafo me tenga enganchada, que no pueda parar hasta la última línea. Y no es fácil encontrar algo así. Pero esas casualidades que tanto me acompañan, me han traido la referencia de este libro. Creo que fue en un blog de cine. El título se me quedó grabado, busqué información de su autora y argumento, y fue más que suficiente.

El domingo por la mañana, manteniendo una de esas costumbres que adoro (leer tranquilamente en la cama después de un sabroso y relajado desayuno), me dediqué, de un tirón, a disfrutar de este cuento.

La señora Bartoloti teje alfombras en su casa, se viste de forma estrafalaria, come lo que le apetece y dos días a la semana se divierte con Egon, el farmaceutico. Su casa está llena de trastos, cada cual más inútil, porque le apasiona comprar por correo. Pero un día le entregan un paquete inesperado. En su interior una gran lata que contiene un niño de 7 años prefabricado. El prototipo de niño perfecto irrumpe en su vida y así comienza una historia repleta de humor y ternura.



Coge tus pinturas y dibuja miles de flores sobre la pared.


2 comentarios:

Mónica dijo...

Una buena sugerencia, lo buscaré el mes próximo. Encuentro muchas cosas interesantes y bonitas en tu blog.
saludos de nuevo.

LU dijo...

Para mi fue todo un descubrimiento. Ya me contarás qué te parece si lo lees. En esta entrada aparece un link donde está íntegro, por si quieres leer un poco antes de comprar o buscar el libro en papel.

Un saludo