En su primer contacto con el continente, atraviesa Uganda, Tanzania y Kenia a principios de los 90. Nos va narrando todo aquello que ve en su camino, e introduce numerosos datos históricos, políticos, y sociales de cada uno de los tres países. La cultura originaria y aquéllo que alemanes e ingleses legaron durante su dominio. Las leyendas, las hazañas y masacres de los “descubridores”, exploradores, cazadores, escritores y colonos. Todo un puzzle que forma este relato de viaje.
Especialmente entretenido a medida que avanza el texto, nos transporta a esas tierras que a tantas personas fascinan: ese paisaje rotundo, esos horizontes infinitos, el color del cielo, los olores de las especias, las ropas en vivas tonalidades. Sin olvidar esas otras lacras ineludibles: los medios de transporte rupestres, las condiciones míseras de algunas zonas, las construcciones endebles, el montaje, previo pago, de algunas tribus que sacan provecho de los turistas, la creencia de superioridad sobre la raza negra …
Me ha gustado mucho, he sentido unas ganas tremendas de hacer la maleta y coger el primer vuelo. Me ha parecido muy ameno, divertido y a la vez instructivo.
Se mencionan películas como Memorias de África, y la relevancia del libro de Isak Dinesen (Karen Blixen), para la promoción de Kenia. Y otras para contextualizar desde el séptimo arte el carácter romántico y aventurero de muchas de las travesías, sobre todo en el siglo XIX o principios del XX. Y dentro de las citadas, he elegido una que soy incapaz de recordar ni siquiera si la había visto anteriormente.
Las mimas del Rey Salomón
TÍTULO ORIGINAL King Solomon's Mines
DIRECTOR Robert Stevenson
REPARTO Paul Robeson, Cedric Hardwicke, John Loder, Roland Young, Anna Lee, Sydeny Fairbrother, Arthur Sinclair, Robert Adams
GUIÓN Michael Hogan, Roland Pertwee (Novela: H. Rider Haggard)
Gran Bretaña 1937, 80 min.
Padre e hija irlandeses cuyo único afán es hacerse ricos. Un mapa que servirá de plano por desiertos inexplorados. Un experto guía de caravanas que se dedica a acompañar a cazadores y pescadores. Un hombre enigmático con ocultas intenciones. Capturados por unos guerreros, se hacen pasar por dioses blancos para salvar sus vidas y apoderarse del incalculable tesoro de las minas.
No es un género por el que sienta una especial predilección, y, en concreto, ésta no va a hacer que cambie de opinión. Es la primera versión y la más libre. Sobran los números musicales y se podría destacar las escenas con la tribu y la hechicera.
HACE UN AÑO: Cine negro español (1950)
4 comentarios:
Qué completita la entrada. Tienes un email, reenvíalo. Gracias
Con tanta lluvia voy a batir el record de cine y lectura… Un rayo de sol, por favor!!!!!
Las minas del rey Salomón es una peli que vi de chaval en el cine, Recuerdo con nitidez la aparición de los indigenas (creo que eran watusis) y mis ojos de niño descubriendolos en este clásico del cine de aventuras.
Xalons, esa parte es la mejor, con mucha diferencia.
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