El cielo sobre el tejado + Mamífera

El cielo sobre el tejado

Nathacha Appanah

El título me atrae. A la autora llego por referencias a otros de sus libros. Es breve, es un suspiro. Rebosa belleza y mucho sufrimiento. Excelente trazado de los perfiles psicológicos. Apuntada con letras mayúsculas para seguir con su obra.

Fragmentos y comentarios

Está el cielo sobre el tejado

¡azul, sereno!

Está un árbol sobre el tejado

y su palma al viento.

Paul Verlaine

(Imagen que une a protagonistas distanciados en su forma de amarse).

Fénix mira a sus hijos, se repite mentalmente estos son mis hijos, porque tantas veces parecen estar tan lejos, como si los mirara a través de decenas y decenas de cristales.

(Los nombres elegidos para rozar lo deseado, no siempre alcanzado).

No aguantaba esa vida, me sentía como una muñeca mecánica en una caja de plástico que se tiene guardada en una estantería y de vez en cuando se saca y se le da cuerda para que cante y baile y todo el mundo aplauda.

(Qué forma tan sutil de aproximarnos al infierno de la niña más hermosa y a unos padres orgullosos).

¡De entre todas las tartas, has elegido la que más odiamos! ¿Qué clase de madre hace eso?

Tiene una vida clara con toques de color pastel. Le gustaría tener arrebatos, le gustaría ser como los demás, con esos arranques, esos gritos, esos besos, esa rabia por vivir su juventud, pero no puede, se esfuerza por estar aquí, un poco, bastante pero no demasiado, y es como si fuera una becaria de su propia existencia, esperando a que la hagan fija. Mientras espera algo mejor, es una vida perfectamente soportable.

Ganadora de siete importantes premios literarios.

Sinopsis: Lobo tiene diecisiete años y está siendo trasladado en un furgón de policía a un centro penitenciario para menores por haber provocado un accidente de tráfico: cogió el coche de su madre y condujo durante horas sin tener carnet para reencontrarse con Paloma, su hermana mayor, a la que hace más de diez años que no ve. Cuando se aproximaba a su destino, Lobo se puso nervioso, entró por una calle de sentido contrario y chocó contra otro coche, hiriendo a dos personas.

El relato emotivo de ese proyecto de reencuentro da pie a reescribir toda la historia familiar, los traumas que han ido pasando de una generación a otra y, finalmente, la posibilidad de la redención y del amor.

Traducción del francés: María Teresa Gallego Urrutia y Amaya García Gallego. Alfaguara, 2021. Número de páginas: 128. Tiempo de lectura: 2h 58m. Leer fragmento.

Nathacha Appanah es una escritora y periodista francesa de origen hindú. Trabajó como periodista y columnista para distintos medios antes de mudarse a Francia, donde iniciaría su carrera como escritora. Comenzó a publicar poesía y, en 2003, vio la luz su primera novela Les Rochers de Poudre d'or, gracias a la cual ganó el Premio RFO y el Rosine-Perrier. Más adelante publicó otros títulos como Blue Bay Palace, La noce d'Anna (galardonado con múltiples premios) o En attendant demain.

Mamífera

Esta delicada película nos habla desde las entrañas, desde certezas que creemos firmes hasta que se tambalean y transforman ese mundo que parecía cálido y seguro.

La pareja protagonista no tiene hijos. Con la llegada de un contrato laboral podrán mejorar su vivienda o viajar. Los vemos bien, humor, conversación, complicidad y sexo.

Ella entre sus amigas se siente excluida del universo de la maternidad. Variadas realidades, expectativas y deseos comunes, que a Lola le son ajenos.

De forma inesperada se queda embarazada. No desea ser madre y solicita abortar. Tendrán tres días (así lo establecen los protocolos sanitarios) para reflexionar. Y vaya que lo hacen.

Me ha parecido una propuesta muy interesante, para comentar, debatir en grupo. Para repensar.

Constantes pesadillas plasmadas en un lenguaje visual impactante.

Brillante la actriz principal. Llena de gestos y detalles. Además hay una preciosa galga negra con canas alrededor del hocico. Me ha gustado mucho, me ha emocionado, me ha hecho sentir, lagrimear y sonreír.

Fragmentos de diálogos y comentarios

¿Y por qué todo el mundo lo quiere tanto y yo no? Es raro.

Se plantea si tendrá algún trauma de la infancia

Le preguntan el motivo del aborto y explica que no le pasa nada, que no quiere tener hijos

Tres días de espera al rincón de pensar.

Una imagen: levantarse la camiseta y mirar la barriga que aún no sobresale frente al espejo.

Foros en internet: Mujeres sin hijos: el duelo de las madres que no pudieron, Por qué es importante tener un hijo, Mujeres sin hijos por voluntad, etc.

Un testimonio: Mis expectativas eran fantasías, No me arrepiento, No es como me había imaginado, pero me gusta ser su madre.

Dudas en pareja:

-No paro de darle vueltas a todo desde que se ha metido aquí.

-¿Es que no lo entiendes?

-Tú no lo entiendes, para ti es muy fácil. ¿Tú sabes lo que significaría para mí? ¿Cómo cambiaría mi vida? ¿No te gusta como estamos?

-Si me gusta, pero me imagino lo otro y también me gusta.

-¿Tú crees que se puede ser una familia sin hijos? 

-Supongo.

Con su madre:

-¿Alguna vez piensas como habría sido tu vida sin nosotras?

-Un millón de veces….Sería diseñadora de interiores sin oficina. Hubiera viajado más. Hubiera viajado joven, sola, ¡con lo guapa que era yo!

-¿Por qué nos tuviste?

-Por lo que todo el mundo tiene hijos. A esa edad las mujeres no pensábamos no tenerlos.

-¿Te arrepientes?

-Os quiero más que nada.

¿Qué hará una mujer sin hijos en su vida?

Sinopsis: Lola disfruta de una vida feliz con su pareja, Bruno, hasta que un embarazo inesperado revoluciona todos sus planes. Aunque Lola siempre ha tenido claro que lo de ser madre no va con ella, ahora se siente cuestionada por las expectativas sociales y se enfrenta a sus temores internos. Durante los tres días que tienen que esperar hasta que llegue su cita en la clínica, Lola se acerca a sus amigas y su familia con la intención de reafirmar su decisión. Bruno tampoco se había imaginado nunca como padre. Hasta ahora.

España 2024, 89 min. Dirección y guion Liliana Torres. Reparto: María Rodríguez Soto, Enric Auquer. Música Joan Pons. Fotografía Lucía C. Pan.