Este semana
le han concedido el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades a
Shigeru Miyamoto (Mario Bros, Zelda, Nintendo, Wii...). Son muchas las
propuestas que nos llegan desde el país del sol naciente relacionadas con
videojuegos, ilustraciones y animación. En este último apartado, yo destacaría
a Hayao Miyazaki. Sus ideales pacifistas y ecologistas, con un sello muy
personal, impregnan una variada colección de historias. Meticuloso hasta el más
mínimo detalle. Sus niñas son muy inteligentes y decididas. Héroes infantiles
inmersos en mundos de fantasía dibujados y pensados por la mente prodigiosa de
un genio. Te invito a disfrutar con cuatro de sus creaciones. Déjate arrastrar
por sus olas y vuela muy lejos con ellos.
Nausicaa del Valle del Viento (1984, 116 min)
El
bosque contaminado por gases tóxicos, plagado
de insectos mutantes gigantescos. El mar putrefacto, capaz de engullir países.
La princesa Nausicaa vive en el Valle del Viento, un oasis en medio de tanta
desolación. Esa frágil tranquilidad desaparece al ser invadidos y sometidos por
otro pueblo. Ella tendrá que defender a su gente. Su bondad y su amor por la
naturaleza le ayudarán en su misión.
Gracias a su
éxito se funda el mítico estudio Ghibli.
Mis escenas
favoritas: la protagonista surcando el cielo sobre su cometa. La tensión que se
genera mientras salva a la cría. El aire puro bajo las aguas.
Mi Vecino Totoro (1988, 86 min)
El padre y sus dos hijas se trasladan a una vieja casa en el
campo. Parece estar habitada por los pequeños duendes del polvo que solamente
se marcharán si reina la felicidad. La madre se recupera en el hospital. Mei,
la pequeña, en una de sus incursiones por los alrededores, conoce a Totoro, el
espíritu del bosque. Un telegrama traerá malas noticias y la desaparición de la
niña. ¿Totoro podrá encontrarla?
Siento una especial predilección por esta película, la joya más
fascinante del tesoro.
Mis escenas favoritas; por no decir que todo, y puestos
a elegir: en la bañera los tres muertos de risa para espantar a los fantasmas.
Mei persigue a los conejos, cae por un agujero y aterriza en la barrigota de
Totoro, inmerso en un profundo sueño. Esperando bajo la lluvia en la parada de
autobús. Ese gran árbol y el baile ante las semillas para que germinen. Entrañable
Totoro y el gatobus.
Porco Rosso (1992, 93 min)
Marco regresa del ejército con su rostro convertido
en la cara de un cerdo. Pilota un hidroavión rojo. Rescata a un grupo de niños
secuestrados por los piratas del aire y se enfrentará a la ambición desmedida
de un americano con afán de triunfo.
Impresionante la belleza de esa costa italiana, el
color del agua y del cielo. Mi escena favorita: la familia del viejo mecánico
colaborando al completo para poder fabricar un nuevo avión. Esas mujeres y esa
niña!!!
Ponyo en el acantilado
(2008,100 minutos)
Sosuke
recoge un pez de la orilla y lo lleva al colegio en un cubo con agua. El pez se
convertirá en una niña, Ponyo, y con ella vivirá grandes aventuras. Un terrible
tsunami provoca inundaciones en toda la zona y la madre del chico y las
abuelitas de la residencia corren peligro. Tiene que salvarlas.
Mis escenas favoritas: Ponyo ante el cuenco de la
cena, tres minutos para que hierva el agua, y la tremenda satisfacción de quien
saborea el manjar más exquisito (una sopita con tropezones). Ponyo ofreciendo a
una madre comida para su bebé. La carrera de las ancianas libres de achaques.
4 comentarios:
De Miyazaki lo he visto casi todo y me encanta. A mí hijo también. La última 'Arriety' la encontré poesía pura. Un abrazo y hasta pronto.
Chihiro me parece una joya de la animación y del ecologismo, sin olvidar Monoke y El castillo ambulante. Es un placer ver esos dibujos, aunque las niñas se parezcan todas a Heidi
Jordicine, Arriety todavía no la he visto, pero está por aquí y seguramente en unos meses caerá otro mini ciclo. No me canso nunca de verlas.
Biquiños
Pepe, es difícil elegir. Totoro es muy especial. El castillo ambulante, cómo me gusta!!!!
A mi esas niñas me encantan, en apariencia tan delicadas y dulces, y después la valentía y la decisión.
Algo que adoro de estos dibujos es la ausencia de interminables números musicales, je je
Biquiños
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