Desapariciones: duelos sin la constatación de la muerte y una lucha continua contra instituciones y el entorno social (cercano y más amplio).
Cuando la política ostenta el poder absoluto. Cuando no se pueden anticipar los actos de la persona con quien vives. Cuando la imaginación infantil y la física entran en colisión.
Aún estoy aquí
Testimonio de las atrocidades de una dictadura militar. Secuestros, torturas, terror. Una familia con una vida envidiable: dinero, afecto y una extensa red de amigos. Playa, diversión y planes para construir su nueva casa.
Todo cambia cuando Rubens es detenido. La familia vigilada en el domicilio. Su esposa y una de las hijas adolescente interrogadas, encarceladas y torturadas. Al ser liberada, los esfuerzos se centran en buscar al marido y solucionar las cuestiones cotidianas para sobrevivir en una época en la que eran los hombres quienes podían realizar operaciones bancarias o inmobiliarias. Poco a poco irá tomando conciencia de tantas cosas que le habían ocultado (implicación política) para no preocuparla.
Admirable la fortaleza de esta mujer y su capacidad de avanzar, pese a la compleja situación y al cuidado de sus cinco hijos.
Impresionante la actriz principal. Construcción detallada y detallista de la vida de esta familia antes y después.
Para reflexionar: escena de desbordante alegría al recibir el ansiado certificado de defunción, con la constatación oficial del asesinato y muerte de Rubens. Años de lucha y desesperación. Y todavía hay quienes enarbolan la supuesta bandera del olvido, de pasar página y no mirar atrás.
Dura, necesaria y una gran película.
Walter
Sales (director y guionista). En el blog he escrito sobre On the Road, adaptación
basada en la novela de Jack Kerouac que tanto me impresionó cuando la leí (era
yo muy joven).Y el año pasado tras haber visto La contadora de películas.
Sinopsis: Basada en las memorias de Marcelo Rubens Paiva, en las que narra cómo su madre se vio obligada al activismo político cuando su marido, el diputado izquierdista Rubens Paiva, fue capturado por el gobierno durante la dictadura militar de Brasil, en 1971.
Título original Ainda estou aquí. Dirección Walter Salles. Guion Murilo Hauser, Heitor Lorega. Libro: Marcelo Rubens Paiva. Reparto: Fernanda Torres, Selton Mello, Fernanda Montenegro, Luiza Kosovski. Música Warren Ellis. Fotografía Adrian Teijido. Brasil 2024, 137 min. Premios Oscar: Mejor película internacional. Globos de Oro: Mejor actriz principal. Festival de Venecia: Mejor guion. Goya: Mejor película iberoamericana.
Parece
que fuera es primavera
Concita de Gregorio
Descubro a la autora con este libro doloroso y magnífico. Qué difícil atravesar la vivencia extrema de Irina sin estallar, sin tambalearse ante el abismo. Qué preciosidad narrativa, con ráfagas de esperanza y amor.
Más allá del trauma causado por la desaparición de sus hijas, por el posible asesinato por parte del padre de las niñas, con todas las interrogantes que plantea a esta mujer; más allá de sus propios demonios, culpas y pesadillas, está la respuesta del entorno (instituciones, profesionales, justicia). Aterrar imaginar tal grado de indefensión, de incomprensión y soledad.
Su abuela, amor incondicional. Su familia incapaz de escuchar, de una mínima dosis de empatía y respeto. Alejarse para seguir.
Sus amigas y su activismo.
Cuando ya se había rendido, aparece el amor, un hombre capaz de sostenerla sin juzgar, sin presionar.
Sentimiento de culpa ante la felicidad.
En esta selección de fragmentos se puede atisbar la grandeza de este texto. Me ha emocionado, me ha dejado sin palabras.
El tiempo es nuestra cárcel. El demasiado pronto, el demasiado tarde, demasiado breve y demasiado poco.
Tiene una memoria prodigiosa. Lo recuerda todo. Una melodía que ha escuchado una vez, una conversación en la mesa de al lado, páginas de libros, anécdotas remotas. Nombres de personas conocidas de pasada. Miradas, intenciones, secuencias, colores de la ropa, pensamientos no expresados, no terminados de pensar. Es como si su memoria no tuviera fondo. Como si contuviera cada cosa ya de antes y solo tuviera que recuperarla. Se sumerge, la coge, y vuelve. Es un pescador de corales.
[…] tranquila alegría cotidiana.
Ninguna foto se asemeja a una persona viva. En las fotos se está quieto. En la realidad, aun estando quietos, se respira. Las fotos no respiran.
Por la forma de dejarse abrazar se podía saber qué personas habrían llegado a ser.
Pero el tiempo, como las casualidades, tampoco existe, ¿verdad? Es una invención, un criterio elegido entre millones de posibles instrumentos de medida.
En realidad, estás en peligro en todas partes cuando las personas de tu alrededor no te ven, no te creen.
No siento ninguna necesidad de tener más hijos. He visto que los pingüinos, cuando les sucede algo a su huevo, roban otro y lo incuban.
Se tiene nostalgia de las personas, no de las categorías. De tu abuela, exactamente de ella, no de las abuelas.
La ausencia es una presencia constante: te desafía en un cuerpo a cuerpo cotidiano, te asedia.
Es absolutamente imposible colmar la falta de un cuerpo vivo: aquel olor, aquella suavidad de la piel, aquella voz cuando te llama. Aquella especie de resistencia dócil al abrazo, aquella forma de torcer el cuello. No hay nada, nadie, que pueda reemplazar la ausencia de alguien.
Soy madre, los seré siempre. Sin hijos pero madre. No hacen falta hijos para ser madres.
¿Estamos todos destinados a repetir otras vidas? ¿Se nos asigna la tarea de dar en la vida un solo paso, quizá en redondo, quizá hacia atrás aunque parezca hacia adelante?
Siempre hay un lado que limita con el otro, tanto en la vida como en los cuadernos.
Sinopsis: historia real de Irina Lucidi que sucedió en 2011. Esta novela aborda un dolor para el que muchos idiomas no tienen una palabra: «La palabra que falta. El progenitor que pierde a un hijo. No que lo mata: que lo pierde. ¿Cómo se llama, cómo se dice, quién es aquel a quien se le ha muerto un hijo? ¿Qué lugar ocupa en la historia? Falta la palabra, falta la palabra. Carencia, ausencia. ¿Quién la ha borrado?, ¿cuándo?, del diccionario italiano, francés, alemán, español, inglés. Y, además, ¿por qué?» Irina es una mujer de padre italiano y madre alemana, criada en Bélgica y educada en escuelas italianas, abogada, con experiencia laboral en Estados Unidos, Francia y después en Suiza, donde se casó con Mathias, un suizo alemán que trabajaba en la misma multinacional que ella. Tuvieron dos hijas gemelas, Alessia y Livia, y se separaron. En enero de 2011 el padre se llevó a las niñas, que entonces tenían seis años, supuestamente para pasar unas vacaciones con ellas. Se suicidó en las vías del tren en Italia y dejó una nota a su ex mujer en la que le decía que las pequeñas no habían sufrido y que no las volvería a ver. La novela relata la historia de ese desgarro, de ese dolor. La historia de una madre que busca a sus hijas y topa con la burocracia, con la indiferencia, con la desidia, con el olvido. La historia de una madre que debe aprender a vivir con esa ausencia. La historia de una madre que debe aprender a superar la pérdida, a cerrar la herida, a mirar hacia delante, a descubrir que «fuera es primavera». Partiendo de un hecho de la crónica de sucesos y dando voz a la madre doliente, Concita De Gregorio ha escrito un libro sobre el absurdo, sobre lo atroz, sobre lo innombrable. Una novela que se adentra en el territorio incierto del sufrimiento y recorre el arduo itinerario necesario para superarlo, para salir adelante. Huyendo del sentimentalismo fácil y del sensacionalismo barato, la autora crea una novela concisa, valiente, intensa, sobrecogedora, deslumbrante.
Editorial Anagrama, 2017. Título original: Mi sa che fuori è primavera. Traducción: Francisco J. Ramos Mena. Número de páginas: 176.
¡Salta!
Tono ligero que busca sonrisas y entretenimiento; una historia que se mueve entre la ciencia ficción, el romance y la comedia familiar. Entrañable y con aroma nostálgico. Al final suena esta canción y ahor no puedo parar de escucharla en bucle. Mi favorita de la banda granadina.
Maravilloso
el actor Mário Santos, en sus gestos, en su hacer.
Sinopsis Óscar y Teo (13 y 10 años) son dos hermanos, muy distintos entre sí, que viven en un modesto piso de barrio. Es el verano de 1989. Teo es futbolero y un poco travieso, Óscar un sabelotodo que prefiere pasar las tardes de verano estudiando la teoría de la relatividad. Cada uno lidia a su manera con la desaparición de su madre, una prometedora científica obsesionada con los agujeros de gusano. Largometraje que adapta un cortometraje de la propia directora, "Einstein-Rosen".
Dirección
Olga Osorio. Guion Olga Osorio, Araceli Gonda. Reparto: Tamar Novas, marta
Nieto, Mário Santos y Rubén Fulgencio. Música Manuel Riveiro. Fotografía Elías
M. Félix. España 2023, 85 min.









No hay comentarios:
Publicar un comentario