domingo, 21 de febrero de 2016

Truman



Una vez más, un minuto es suficiente, y antes de que finalice la presentación con los rótulos,  ya estoy plenamente convencida de que me va a encantar. Vale, si es una historia de amistad, emotiva y el protagonista es Ricardo Darín, ya iba muy predispuesta.

He salido de la sala de cine totalmente conmocionada. Me ha costado volver a la realidad, a la tarde con unas pocas nubes y coloreada de invierno, de días cada vez más largos.


Tomás se despide de su mujer en la gélida Canadá, y vuela hacia Madrid. Allí vive Julián, con su inseparable Truman.

No es un reencuentro fácil. Son amigos de toda la vida, y Julián lucha contra un cáncer que primero ocupó sus pulmones, y cuando parecía que iba replegándose, invadió otras zonas de su cuerpo.


Una despedida? ¿Sentimientos de culpabilidad por no haber estado allí antes? ¿Consejos para que no toma la decisión equivocada?


Sorpresa, se planta de golpe ante la puerta de su piso. Cargado con una botella del mejor whisky, chocolates y un dibujo hecho por sus hijos. Un abrazo. Y pronto las primeras muestras de una gran complicidad y de un sentido del humor que hará mucho más llevadera la intensa estancia de cuatro días que van a compartir.


Me gustaría tener una memoria prodigiosa y no olvidar ni una coma: diálogos brillantes, gestos, secuencias, silencios.


¿Qué hace quien sabe que el tratamiento ha fracasado y que un nuevo ciclo de quimioterapia no le va a curar?


Empieza a pensar en alguien que pueda adoptar a Truman. Tampoco sabe cuánto va a sufrir su querido perro tras su muerte. La breve visita al veterinario no tiene desperdicio.


Un cruce de miradas en medio de la calle, y sin más le cuenta lo que ha aprendido de él y pregunta si el otro también ha sacado algo en limpio de esa amistad. Cuestiones que no nos planteamos habitualmente, y, sin embargo, cuánto nos influyen los amigos!!!


Pide respuestas sinceras a su médico, y no parece demasiado dispuesto a cambiar de opinión, incluso tras escuchar las tímidas protestas de su amigo. Qué fácil es dar consejos. Cada uno se muere como puede, y reacciona lo mejor que sabe, o que aprende en ese periodo de tiempo.

Las personas que le rodean y se preocupan. Su prima que ha mantenido informado al amigo de Canadá durante mucho tiempo, y que cada noche llama para saber cómo ha ido el día.


Su hijo, de 21 años, con quien no ha sido demasiado sincero últimamente. ¿Para qué se van a preocupar tanto los demás?

La gente. Esos conocidos que hacen como que no le han visto. Ese hombre que con motivos para no dirigirle ni un saludo de cortesía, se acerca y le dice lo mucho que siente todo lo que está pasando. Cómo nos cuesta relacionarnos con un rostro muy enfermo!!!!


Podría seguir porque cada escena merece una mención, una reflexión.

Me ha parecido una propuesta brillante. Un guion magnífico, con unos diálogos increíbles. Actores soberbios. Ricardo Darín se supera a si mismo, algo complicado para alguien que nos tiene acostumbrados a interpretaciones sensacionales.


Y con todo, me quedo con la sensibilidad exquisita del director a la hora de plantear un tema tan delicado. Me he sentido muy cerca de los protagonistas, lo vives casi como si formaran parte de tu propia vida. He sonreído, me he reído, con un humor que se parece mucho al mío, y he llorado. Soy de esas personas que contiene las lágrimas en el cine por pura vergüenza, y, sin embargo, esta vez me he dejado llevar, y ha sido todo muy natural.

Muy recomendable. Eso sí, elegir el momento para verla, sobre todo si se está pasando por una situación similar. De muy alta intensidad emotiva.



Director Cesc Gay. Guión Cesc Gay, Tomás Aragay. Música Nico Cota, Toti Soler. Fotografía Andreu Rebés. Reparto Ricardo DarínJavier CámaraDolores FonziÀlex BrendemühlJavier Gutiérrez,Eduard FernándezElvira MínguezSilvia AbascalNathalie PozaJosé Luis GómezPedro CasablancFrancesc OrellaOriol PlaAna GraciaSusi Sánchez,Àgata Roca. España 2015, 108 min. 5 Premios Goya, incluyendo mejor película, director y actor (Darín). Festival de San Sebastián: Mejor actor (Ricardo Darín y Javier Cámara). Premios Feroz: Mejor actor (Darín) y guión.

Lista de reproducción con la banda sonora


Troylo, el perro que da vida a Truman, se dedicaba a la terapia para niños con autismo y murió el pasado mes de noviembre. Todo un alegato sobre las falsas etiquetas de peligrosidad de algunas razas caninas.




12 comentarios:

Miguel dijo...

Te suelo leer en silencio.
Pero a veces, no puedo evitar señalar lo de acuerdo que estoy contigo.
Cesc Gay tiene una sensibilidad especial. Lo demuestra en sus películas. En los silencios y en las miradas.
Nunca sé si estoy de acuerdo con los finales de sus películas. Y en algunas excenas que no me parecen adecuadas. Pero eso es la libertad del creador.
Necesito recargarme con este tipo de películas de vez en cuando.

Siempre es un placer leerte.
Un beso

LU dijo...

Miguel, me encanta saber que sigues ahí, pasándote por mi tartaruga, aunque sea en silencio. Pero que sepas que me hacen muy feliz tus comentarios y sobre todo en esta entrada, en la que me he dejado mucho de mi misma.

Es que es una de esas películas que efectivamente te recarga, aunque el contenido sea tan fuerte a nivel emocional.

En este caso en concreto, para mi es casi perfecta. No siempre me gustan los trabajos de este director, aunque su mirada íntima me suele llegar hondo.

MUCHOS BESOS y GRACIAS!!!!!

TRoyaNa dijo...

Lu,
la vi con muchas expectativas y para mí no es esa gran película que ha arrasado en los goya.La encontré muy contenida abordando temas que contienen una carga emocional significativa.No pongo en duda la valía de los actores,porque me parecen extraordinarios,es sólo que esta vez,Cesc Gay,no me llegó,a diferencia cuando rodó "En la ciudad",que me sigue pareciendo su mejor película a día de hoy.
Qué subjetivo el cine,que importante el momento en que vemos las películas y desde luego,que podamos o no empatizar con la trama y los personajes.
Esta vez no coincidimos del todo,ya ves.
Biquiños

Alí Reyes dijo...

No leo más porque me das muchas pistas y quiero ver ESA película, Ricardo Darín vende ¿Viste "el hijo de la novia"
?

Fran dijo...

Que tal Lu!
Pues tomo nota de tu recomendación. Desde luego que me has provocado un gran interés. Es importante (afortunadamente por aquí todo nos va bien) que comentes lo de que nos puede incrementar ciertos estados de animo dependiendo de las situaciones de cada persona.
Lo dicho, me ha gustado tu reseña, bicos!

LU dijo...

Troyana, sí, cierto, es TAN SUBJETIVO esto del cine….

Ya ves que yo, en mi línea, voy a mi propio ritmo. Desde su estreno tenía ganas de verla, pero se ve que no encontraba la oportunidad. El caso es que con los premios Goya la han repuesto y ya, al fin, la he visto.

Seguramente el año pasado me hubiera impactado de otro modo. Vista ahora, me ha parecido soberbia.

Contenida? Creo que muestra muchas situaciones complicadas, emociones encontradas, dolor y sufrimiento ante decisiones o despedidas…. Lo envuelve con una sutil capa de humor porque sino sería intolerable para cualquier espectador, y no digamos para las personas que puedan haber vivido o estén en el presente sufriendo algo parecido…

En la manera de afrontar este tipo de enfermedades y su avance, nos podemos encontrar con todo tipo de reacciones. Y creo que esta película es una pequeña muestra del poder la amistad. A mi me conmueve sobre todo esa llamada hecha por la noche, mientras lee el libro, o antes, con el veterinario. Entereza que tapa la desesperación de ese hombre….

Ni todo el dolor es llanto, ni las sonrisas son alegría. Creo que llega a lo profundo a través de personajes que se hacen muy cercanos.

En cualquier caso, ésta ha sido mi particular vivencia de esta historia. Ni la más mínima intención de persuadir o convencer. Cada cual lo siente de forma diferente, y es verdad, el momento en que vemos una peli, cómo nos sentimos anímicamente, etc. son piezas clave cuando las emociones juegan un papel esencial.

Ya coincidiremos muy pronto, eso seguro.

Biquiños y buena semana

LU dijo...

Ali, no es lo habitual, no suelo contar casi nada del argumento, pero esta vez me he sentido inspirada y me he dejado llevar. Vamos, que no he contado más porque no pretendía aburrir a nadie, que sino….

Ojalá te guste tanto como a mí.

Sí que vi El hijo de la novia, un par de veces. Maravillosa.

Besos

LU dijo...

Fran, la verdad es que es una temática que puede resultar complicada para gente que ha pasado recientemente procesos de cáncer, o ha sufrido el deterioro progresivo y la muerte de un ser querido. De hecho una gran amiga, se siente incapaz de ir a verla de momento.

En la sala del cine (Los Norte, sala 5 y bastante llena), te aseguro que el 90% de los asistentes lloraron en algún momento de la película.

Hoy en el aperitivo, un amigo que no es demasiado aficionado a este tipo de cine me comentaba que le había gustado mucho y que también se emocionó.

Ya contarás si decides verla

Buena semana

TRoyaNa dijo...

Lu,
vuelvo aquí después de ver "Truman" por segunda vez,pero esta vez en el cine.
Mi opinión esta vez salvo alguna objeción en el guión,ha mejorado.

Me parece la película refleja muy bien el universo de amistad en masculino,es decir,con ese matiz de contención emocional al que aludía en mi anterior comentario.
Los gestos,las miradas,sustituyen muchas veces a las palabras,y no hay un desbordamiento emotivo,ante un hecho con una carga dramática dificil de eludir o ignorar.

Me gusta sobre todo,la amistad entre ellos,y que el personaje de Darín resuma a mi entender muy certeramente el sentido de la vida,que no es otro,que el de las propias relaciones,la familia,los amigos....poco más,en este viaje que es sólo de ida.

Me emociona su vínculo con Truman,eso sólo podemos entenderlo así tan de primera mano,quienes hemos tenido o tenemos perro,que ya no es animal de compañía ni mascota,es también parte de tu familia.

Y le pongo objección a algún comentario del guión en torno a las mujeres,en general,a raíz de un lamentable episodio con una candidata con actitud "racista" hacia el camarero en un bar.

Eso, y que se dirija a pedir disculpas al que fué esposo de una de sus amantes,porque entiendo que eso no es un asunto a dirimir "entre caballeros" y que si en su día esa mujer casada tuvo una aventura con el personaje de Darín fué porque era dueña de sus decisiones,y no "pertenencia" de su esposo.

Por lo demás,Javier Cámara y Darín,están más que dignos y aunque sigo pensando que me gusta más el Cesc Gay de "En la ciudad", me quedo de Truman,con la historia de amistad entre ellos,y entre el protagonista con su perro.

Biquiños

LU dijo...

Muchas gracias por volver con tus renovadas impresiones.

Ahora al leerte, me traes a la memoria muchos momentos de esta peli.

Esa contención, a veces tan masculina, pero sin lugar a dudas no es exclusiva de hombres. Y yo misma podría darte unos cuantos ejemplos muy cercanos a mi.

La lectura de los silencios, de los gestos, a veces expresan más que las palabras.

No me parecen objeciones al guión las dos que nombras, sino más bien desacuerdos con tus propias creencias, que yo comparto.

Comportamientos racistas hay muchos, y no sólo verbales. Presumimos de avanzados y tolerantes, pero en el fondo….

Entre caballeros…. Buenos, creo que en ese momento de su vida, y temiendo delante al otro hombre, y en relación al comportamiento que acaba de tener con él, de respeto por su dolor, de empatía y comprensión, algo salta dentro y ve la necesidad de pedir perdón. Eso no quita ni pone ante el hecho de que la mujer no fuese posesión de nadie; pero era una relación de pareja y Darin considera que ha hecho daño al otro. A mi de esa escena me encanta la naturalidad con que el otro se dirige a él, ante un enfermo terminal, algo que aterra al más valiente y sociable.

Gracias por compartir tus impresiones aquí. Me encantan estos diálogos contigo, ya lo sabes.

Biquiños

TRoyaNa dijo...

Lu,
je,je,je,je
yo también disfruto mucho con estos diálogos cinematográficos.
Estoy de acuerdo contigo en que esa "contención emocional" a la que aludo,no es exclusiva de los hombres,cierto, aunque sí más frecuente,sólo por el lamentable calado de los imperativos educaciones recibidos,los roles de género transmitidos.

Por otra parte,también de acuerdo contigo en que las miradas,los silencios y algunos gestos a veces son más expresivos que las propias palabras,incluso que menos es más.

Es sólo que me gustaría que ese minimalismo fuera lo más voluntario posible,no una "castración" más o menos inconsciente propia de una cultura que socializa e impone códigos de conducta según sea el género.

No sé por otra parte,qué especie de tabú tenemos en esta sociedad con la enfermedad.
Entiendo que el dolor es algo personal y cada uno lo vive de una manera diferente y es de respetar,pero hay tanta hipocresía social en torno a la enfermedad que algunas reacciones son sencillamente incomprensibles.
Eso es algo que también refleja muy bien la película por cierto.

Supongo me hubiera gustado también un mayor protagonismo de algunas mujeres que pasan un poco de refilón, como la siempre magnífica Elvira Minguez,que es la ex del personaje que interpreta Darín, o incluso la mujer del personaje de Javier Cámara,de su relacion,en qué momento se encuentra para que él llegue a intimar de esa manera con la prima de Darín.Entiendo que ese encuentro es puntual y casi una catarsis de desahogo compartido ante la impotencia,la frustración,el dolor.Tal vez,el sexo sea un revulsivo de la muerte,una manera más de sentirnos viv@s en un entorno ya algo asfixiante donde todo resulta ya demasiado mortuorio y sombrío.

En fín, ya ves que la película después de todo,nos da para la reflexión.

Biquiños de domingo


LU dijo...

Tabú con las enfermedades, por supuesto. Hipocresía, mucha, mucha. En cualquier caso creo que muchas personas no saben cómo acercarse a alguien con una enfermedad grave, miedo a meter la pata, falta de empatía…. Y por otro, hay gente sin el más mínimo pudor que se queda con la mirada fija clavada en la cabeza de una mujer sin pelo; o los ignorantes que se atreven a dar todo tipo de consejos, o sueltan cualquier barbaridad que pretende ser un consuelo, y es una bomba para quien lo recibe….

Biquiños