Comienza
un nuevo curso escolar con innovaciones que no son del agrado de todo el
claustro. Los alumnos vestirán uniforme “para la igualdad”.
Sobre
la mesa del salón se amontonan los papeles. Bajas calificaciones y el tedio del
profesor, incapaz de inculcar la pasión por la literatura. En medio de tanta
mediocridad surge el texto que llama de inmediato su atención. Lo lee junto a
su esposa y ambos muestran su entusiasmo.
Casado
con una galerista que en el plazo de un mes ha de reinventarse para que las
herederas de su jefe no cierren el local. Tendrá que buscar algo que llegue al
fondo del corazoncito de dos gemelas nada aficionadas a lo abstracto, lo
metafórico, ni a las creaciones más vanguardistas.
Claude
se sienta en la última fila y pasa totalmente desapercibido. En su redacción
sobre lo sucedido el fin de semana refleja de forma meticulosa su entrada en la
casa de un compañero de clase. Finaliza con un intrigante “continuará”.
Será
el propio maestro el que lo impulse a seguir el relato.
Y
con una premisa tan simple se despliegue todo un abanico de posibilidades y
temáticas.
Puedes
leer la entrada completa en Zinéfilaz.
Precisamente
estos días el director de esta película presenta en Cannes su último trabajo.
Aunque de momento los comentarios no son muy favorables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario