miércoles, 3 de junio de 2015

Wilder: Un, dos, tres + Perdición

Comedia o cine negro. Billy Wilder, un genio.

Un, dos, tres


Época de la Guerra Fría. C.R. MacNamara, representante de una multinacional de refrescos en Berlín Occidental, hace tiempo que proyecta introducir su marca en la URSS. Sin embargo, en contra de sus deseos, lo que su jefe le encarga es cuidar de su hija Scarlett, una díscola y alocada joven que ya ha estado prometida cuatro veces. Pero lo peor es que, eludiendo la vigilancia de MacNamara, la chica se enamora de Otto Piffl, un joven comunista que vive en la Alemania Oriental.


Al ritmo de la música, y del reloj de cuco, se lanza a toda velocidad esta alocada comedia. La explosiva secretaria rubia. Los rusos bebedores de vodka y dispuestos a lo que sea por contar en su equipo con tan magnífica secretaria. La esposa, llena de sabia ironía. Al bueno de Mac se le acumulan los problemas cuando está a punto de conseguir un extraordinario ascenso. A golpe de teléfono y dando cien órdenes por segundo, intentará transformar a un comunista cabezota, en el yerno ejemplar que cualquier multimillonario desearía para su familia.


Título original One, Two, Three. Director Billy Wilder. Guión Billy Wilder & I.A.L. Diamond (Teatro: Ferenc Molnár). Música André Previn. Fotografía Daniel L. Fapp (B/N). Reparto James CagneyPamela TiffinHorst BuchholzArlene FrancisLiselotte Pulver,Howard St. JohnHanns LotharLeon AskinRalf WalterKarl LieffenHubert von Meyernick. EE UU 1961, 108 min.

Perdición


En la ciudad de Los Angeles un agente de una compañía de seguros (Fred MacMurray) y una cliente (Bárbara Stanwyck) traman asesinar al marido de esta última para así cobrar un cuantioso y falso seguro de accidentes. Todo se complica cuando entra en acción Barton Keyes (Edward G. Robinson), investigador de la empresa de seguros.


Pasión y traición. Dinero para empezar una nueva vida. La fórmula ideal para cobrar un seguro de vida, o tal vez no tan perfecta como cree el protagonista….


Título original Double Indemnity. Director Billy Wilder. Guión Raymond Chandler, Billy Wilder (Novela: James M. Cain). Música Miklós Rózsa. Fotografía John F. Seitz (B/N). Reparto Fred MacMurrayBarbara StanwyckEdward G. RobinsonTom PowersPorter HallJean HeatherByron BarrRichard GainesFortunio BonanovaJohn Philliber,Bess FlowersMiriam Franklin. EE UU 1944, 106 min.



2 comentarios:

Fran dijo...

Que tal Lu!
Vaya, esto son palabras mayores. "Un, dos, tres" figura entre mis favoritas, una de esas que siempre apetece ver. Me estaba acordando del asistente de Cagney, el tipo ese que cada vez que le da una orden se pone firmes y pega un taconazo, entre la comedia se cuela esa critica mordaz sobre el eterno "yo no sabia lo que estaba pasando" del pueblo aleman, pero bueno, ese es otro asunto... Divertidisima la transformación del novio comunista...jeje Tremendo el baile de la secretaria encima de la mesa con la danza del sable.
A decir verdad poco se me ocurre decir de Perdición, igual que la anterior es uno de esos films que vuelves a ver y descubres nuevos detalles. Por cierto, la imagen que has puesto del momento en que Barbara S. se esconde tras la puerta tiene su digamos "trampilla", en realidad las puertas siempre se abren hacia adentro, pero bueno, por supuesto ese pequeño detalle no afea en absoluto esta maravillosa obra maestra. Por cierto, Edward G. Robinson es otro de mis adorados.
Bicos!

LU dijo...

Fran, es una comedia magnífica, y yo que la tenía medio olvidada, me he vuelto a reir casi como si la viera por primera vez. Es verdad, ese ayudante, taconazo, firme, y con el vestido…. A mi me hacen muchísima gracia los tres rusos, en bloque. Y sí la transformación del pobre comunista!!!!Y la mujer del protagonista, con ese sarcasmo. Es que no tiene desperdicio!!!!

De Perdición me gustan mucho cosas sueltas, pero no es ni mucho menos de mis favoritas, ni del cine negro, de mucho menos de este genial director, al que ADORO.

Aunque la puerta no se abra así, a mi esa escena me gusta especialmente.

A mi también me encanta Robinson, y ya ves, últimamente lo tengo muy presente.

Bicos de mitad de semana