Si eres de los que quieres empezar un libro con poca
información del argumento, no leas la sinopsis del siguiente párrafo.
En Great Wyrley, un pequeño pueblo
de Inglaterra, alguien mata caballos y ganado, y escribe anónimos en los que
anuncia el sacrificio de veinte chicas. Hay que encontrar un culpable, y
George, abogado, hijo del vicario del pueblo, es el principal sospechoso.
¿Quizá porque él y su familia son de color? El padre de George es parsi, una
minoría hindú, convertido al anglicanismo. George es condenado, pero la campaña
que proclama su inocencia llega a oídos de Arthur Conan Doyle, el creador de
Sherlock Holmes, quien emprende su propia investigación sobre el caso. Arthur
es, además, el reverso del opaco George Edalji, quien sólo quiere ser muy
inglés y cree en las leyes. Arthur ya es un escritor famoso, deportista y tiene
una mente abierta, incluso al espiritismo. Es un feliz moderno de su época. El
caso de Edalji y la intervención de Arthur Conan Doyle, ambos verdaderos, han
inspirado esta novela, sostenida por una exhaustiva investigación y por una
imaginación vívida.
Es un lujo pasear por páginas tan bien escritas. Partiendo
de la infancia de los dos protagonistas, ya desde esa tierna edad apreciamos lo
diferentes que son, por su procedencia, educación y personalidad. Casi se
podría hablar de dos polos opuestos.
Su trayectoria se cruza a partir de una gran injusticia, del
fracaso de las leyes y de sus representantes. Acoso, inocencia y una existencia
ajena a las alegrías (asociadas al pecado); frente al éxito, al amor, a la
creación literaria y ante todo, a una postura activa ante las circunstancias
placenteras o adversas.
4 comentarios:
Soy de las que en cine o en literatura no quieren saber demasiado sobre el argumento porque me gusta la sorpresa.
Lo tendré en cuenta.
Saludos.
Manderly, a mi me pasa lo mismo. Prefiero ir con una hoja en blanco y montarme yo poco a poco la película o la historia. Lo peor son los trailers que si te descuidas te cuentan hasta lo que se esconde tras el telón.
Este escritor me gusta mucho, y seguiré con sus libros de vez en cuando, por eso de variar.
Biquiños
Desde "Nada que temer" Barnes y yo, somos grandes amigos...
Besos también para Vilma.
Monique, a mi también me atrapó desde el primer libro suyo que descubrí. Volver es siempre un placer garantizado.
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