jueves, 22 de mayo de 2025

Mapa de soledades de Juan Gómez Bárcena

Mapa de soledades

Juan Gómez Bárcena


En soledad entre sus páginas, admirando su escritura, su capacidad para desplegar posibilidades que me llevan a profundizar en rincones no siempre predecibles.

He copiado numerosos párrafos. Me he parado, he releído. Es de esos libros que acoge, que transmite calma y me lleva de la mano con suavidad a indagar en lo ajeno y lo propio. Me he sentido muy cerca del autor.

Una selección de mis notas (tarea nada sencilla).

Allí conocí una nueva forma de soledad: la que solo puede florecer en los limbos, en la sala de espera, en los periodos de cuarentena. La soledad que se asienta en el tiempo conjetural de las promesas.

Vimos, pues, eso mismo: la ausencia. Esa soledad imprecisa que empapa los lugares que han contenido muchedumbres y ahora están vacíos.

Entre los muchos placeres que puede depararnos la soledad, uno de los más bellos que conozco es este: conocer un país extranjero guiado por las palabras del muerto.

El origen del anonimato es un buen candidato para situar el origen de cierta forma de experimentar la soledad.

Necesitamos estar solos de vez en cuando para poder ser quienes somos. A veces, simplemente, debemos cerrar una puerta o echar un pestillo. Pero también hay que recordar que en un mundo en el que todos tenemos permanentemente echado el pestillo, todos estamos condenados a estar solos.

El miedo a la invisibilidad es una de las mayores obsesiones del solitario.

[…] para miles de personas la compañía es más importante que la libertad.

(Ancianos en Japón que roban para ir a la cárcel y no sentirse aislados).

Según una estadística publicada en 2018, casi una de cada cuatro personas de la tercera edad en Reino Unido ha pasado el último mes sin sostener una conversación con otro ser humano. Imaginemos un silencio absoluto que dure treinta días, disfrazado por la cháchara del televisor o de la radio; esos treinta días, ese silencio, es su vida. Una vida que podría ser la nuestra.

Y qué es el síndrome de Diógenes sino eso: el último grito de ayuda de los solitarios más profundos.

En 2019 se anunció incluso la próxima aparición de una pastilla para curar la sensación de soledad: como si la soledad fuera un virus, y no una señal de alarma para advertirnos de que necesitamos urgentemente socializar.

Para no hacer esta entrada demasiado extensa, le dedico un espacio en mi blog profesional al resto de párrafos seleccionados. Si lo deseas, puedes acceder desde AQUÍ.

Sinopsis: Se puede estar solo por muchos motivos. Hay solitarios forzosos y solitarios por elección; hay soledades pasajeras y eternas; soledades que desembocan en la locura y otras que nos llevan al placer y la creación. Se puede estar solo en una isla, como el capitán Pedro Serrano, que inspiró la figura de Robinson Crusoe tras un naufragio en 1526, y también está sola el ama de casa que plancha mientras espera, la estrella del pop que se refugia en su habitación de hotel y la llamada «ballena de 52 hercios», que lleva treinta y cinco años cantando en una frecuencia que ninguna otra ballena puede oír.

A partir de una amplia bibliografía y de las vidas de grandes solitarios de la historia y la literatura, Mapa de soledades es un fascinante ensayo narrativo que intenta comprender este sentimiento no solo en la sociedad actual, sino en diferentes tiempos y lugares, desde los monjes de Santa María de Huerta, en Soria, hasta los hikikomori japoneses, de María Antonieta a Miley Cyrus, del nazi Albert Speer a la escritora Emily Dickinson.
Sin abandonar los recursos narrativos de la novela y de nuevo haciendo gala de un dominio absoluto del lenguaje, Juan Gómez Bárcena explora en estas páginas un tema universal y de vigencia incuestionable como es la soledad, que no distingue de fronteras, géneros ni clases sociales, y que es considerada la gran epidemia del siglo XXI.

Editorial Seix Barral, Barcelona 2024. Número de páginas: 400. Tiempo de lectura: 9h 32m. Empezar a leer.



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