Destino: Portugal. Base de operaciones: Chaves.
La jornada gastronómica se abre con un exquisito codillo (raciones extra abundantes, incluso para los más devoradores).
Castillo de Montalegre y debate en carretera sobre el amplio significado del vocablo “macho”, con ejemplos ilustrativos y muchas risas.
Palace de Vidago, el esplendor de un pasado aristocrático y un presente de campos de golf. Escenario que evoca películas de época o la trama de una intriga policiaca, y que desboca la imaginación colectiva en busca de los orígenes de las instalaciones, sin el más mínimo rigor histórico.
No, no nos alojamos aquí.
Vila Real, se respira tranquilidad por sus agradables calles.
Peso da Régua, donde el centro parece la periferia y hasta los perros son feos. Atardecer sobre el río. Larga espera por los ocupantes del otro coche que recorren rutas alternativas de bellos paisajes, todavía no recogidas en las guías oficiales.
Cuando sale el sol, todo gana en vida y colores. Caminar hasta el castillo y una cerveza (Super Bock en copa helada) en una terraza con pica pau.
Una tormenta frena las ansias senderistas (de algunos). Los balnearios de la zona, bajo sus bellas estampas, se afanan en la producción de agua embotellada. ¿Dónde ha ido a parar el romanticismo de los baños y sus chorritos relajantes? El castillo de Verín cierra justo cuando asomamos la nariz por
De regreso a Vigo, con escala en Allariz, paseo para disfrutar de un pueblo con encanto (asusta un poco la proliferación de outlets en los bajos de casas de piedra rehabilitadas). Comida de lujo a la orilla del río como broche final.
Adiós a los exquisitos cafés portugueses, a las vacaciones, al buen vivir y la despreocupación.
No se cumplieron muchos de los itinerarios previstos, pero hubo buen comer y, sobre todo, grandes y duraderas risotadas.
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Espléndidas fotografías,Lu,no hay nada como desconectar,alejarse del mundanal ruido y traerse en la memoria risas y paisajes.
ResponderEliminarDe mi paso por Portugal,recuerdo especialmente el Algarve y Lisboa,maravillosa ciudad,nostálgica,hermosa,triste,vieja,bella...
biquiños
Bonita tierra!!
ResponderEliminarQue vuelvan esas risotadas y ese buen comer para un próximo viaje con esos itinerarios que te quedaron pendientes.
Saludos!
Parece que no lo habéis pasado mal del todo. Hace muchos años estuve por esa zona pero apenas la recuerdo. Cpincido contigo en que el café portugués es especial.
ResponderEliminarTroyana, no conozco el Algarve, nunca estuve tan al sur. Lisboa tiene ese encanto especial.
ResponderEliminarEsta zona está pegada a Galicia por la provincia de Orense, interior, diferente.
Poco a poco los efectos de la desconexión se desvanecen…
Biquiños
Manderly, lo mejor es volver con ese buen regusto y la sonrisa puesta. Lo de ver más o menos cosas, tampoco es tan importante. Claro que siempre se puede repetir en otra ocasión.
ResponderEliminarBiquiños
Pepe, yo conocía algo de esta zona, pero tampoco te creas que la recordaba nada bien.
ResponderEliminarEl café es fantástico. Es que es prácticamente imposible que te preparen uno malo.
Biquiños soleados, ahora sí.
Hola Lucy:Muy bonitas las fotos de Portugal.Ya te llamaré un día y hablamos con calma.Un fuerte abrazo, Clara
ResponderEliminarClara, sí y ya me cuentas cómo te ha ido. Hablamos y bienvenida al mundo de los comentarios.
ResponderEliminarBESOTES
aaaay, qué linda excursiòn!! inmejorables las imàgenes con ese cielo pascuero. Yo estuve hace unos anyos en Braganza y nos plantemos seguir hacia Chaves...valìa la pena, pero se torcieron nuestros planes.
ResponderEliminarY qué bien se come en Portugal (pero como en Galicia, eeeh???), aunque no sé si mi estòmago se atrevìa con codillos, jejejej
Besete, Lu
Kashtanka, esa zona norte de Portugal es una maravilla. Está visto que lo de torcerse los planes por esas tierras es lo normal…
ResponderEliminarLa fuente de codillo era INMENSA. Generalmente las raciones en Portugal son muy abundantes, y ya no tanto como antes que era un escándalo.
Puestos a elegir me quedo con la gastronomía de mi tierra, sin dudarlo ni un instante.
Biquiños