La voz sombra
Ryoko Sekiguchi
Autora que me embelesó con su libro Nagori.
Vuelvo a flotar sobre aguas en calma. Textos para leer y reflexionar. Ayudan a poner en palabras sensaciones no siempre complacientes: ausencia, presencia o desaparición. La voz como extensión del cuerpo. Miedo a desgastar la tristeza ante las pérdidas, a olvidar o no sentir.
Como muestra unos fragmentos. Qué difícil ha sido seleccionar.
¿O será que lo contrario de la presencia no es la ausencia, sino lo desaparición?
A medida que pasamos el duelo, los embates de la desaparición son cada vez menos violentos. Pero la ausencia permanece y se queda para siempre. La ausencia no desaparecerá.
Una simple frase es suficiente para que una persona muera para otros.
Hoy poca gente se acuerda de conservar el olor como recuerdo de un momento.
Las fotos son huellas, pero la voz es una extensión del cuerpo.
Las fotografías están sometidas, igual que las personas que aparecen en ellas, a nuestra temporalidad.
De mis amigos escritores o filósofos recuerdo no sus libros, sino el timbre de su voz, el menor de sus gestos, pues lo que se plasma en el libro es el trabajo de la persona, no la persona en sí. Jean-Luc Nancy.
Las personas tienen miedo de desgastar. Tienen miedo de desgastar su tristeza, cuando se trata de un ser querido. Mejor sentirse asediado por el dolor y la desaparición que rendirse al mundo del olvido y la ausencia generalizada.
Como si fuésemos la pequeña cerillera del cuento, deseamos con todas nuestras fuerzas provocar la aparición de quienes nos han dejado; a tal efecto, todos los soportes son válidos. Sin embargo, cada vez que recurrimos a ellos disminuye el número de fósforos de la caja. Y al final ya no queda imagen alguna.
Hay algo devastador en la marcha definitiva de una persona, algo que nos deja devastados. No es producto de nuestra imaginación; esa marcha despeja dentro de nosotros un territorio, un espacio inmenso lleno de ruina y desolación. Sería preciso abandonar ese espacio para acudir al sitio donde se encuentra la persona, pero ésta ya no ocupa ningún lugar, y las únicas huellas que nos quedan son objetos, fotografías, o su voz, siempre en presente, en un presente que ya solo puede ser el de ese mundo devastado.
Algo me dice que tengo que escribir esta historia no porque me ataña, sino porque exige que reflexione.
La risa que estalla como pompas en el aire de la madrugada.
Sinopsis: "La voz siempre está en el presente".
Traducción: Regina López Muñoz. Editorial Periférica, Cáceres 2024. Número de páginas: 104. Leer primeras páginas
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